Toma pan y moja

Llega la medialuna, el dulce argentino que quiere desbancar al cruasán en Barcelona

Comparten silueta, pero te llevan a sitios muy distintos. Aquí encontrarás las mejores medialunas de Barcelona

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Medialunas de Primate Bakehouse.

Medialunas de Primate Bakehouse. / Instagram

Òscar Broc

Òscar Broc

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Se parecen más que los gemelos Derrick, pero no son lo mismo. El cruasán y la medialuna comparten silueta e incluso bastantes ingredientes, pero a mi modo de ver te llevan a sitios muy distintos. Por eso, quizás cansado de tanto cruasán artesano megacrujiente, megaleveolado, megarrelleno y megacaro, ya llevo unos meses engullendo medialunas argentinas allí donde las encuentro.  

La medialuna es una pieza más pequeña, amarillenta y dulce que el cruasán. El recubrimiento de almíbar hace que brille en el mostrador y le da un barniz muy apetitoso. Su masa es más compacta, pesa más que un cruasán, está más cerca de una pieza de bollería blanda que de un artefacto liviano y hojaldrado. En resumen: si está bien hecha, te dura segundos en los pringosos dedos. La recomiendo fervientemente. 

Hace ya tiempo la cafetería de especialidad Onia (Casp, 41) prepara medialunas en su obrador. Las hacen los sábados y son de lo mejorcito del Eixample. Tienen un tamaño bastante reducido, pero te da un aguijonazo de placer que supera con creces al mejor juguete sexual. Es difícil decirle que no a la segunda. Y no es el único sitio donde he encontrado medialunas de la máxima calidad. 

En Sant Antoni acaba de abrir la panadería artesana Primate Bakehouse (Manso, 40). En este obrador con acento argentino y estética minimalista no solo se cuece el mejor pan de la zona, también se manufacturan unas bandejas de medialunas que te dilatan las papilas. Me enamoro de ellas nada más verlas. Tienen un tamaño generoso, están recién horneadas, se pegan a tus dedos y a tu alma. Y esa masa, mmm, tiernita, con la carga justa de dulzor, un trance que se agota rápido, pero me deja la certeza de haber probado la mejor medialuna de la ciudad hasta ahora. ¿Y qué es lo mejor de todo esto? Ya no echo de menos al cruasán. 

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