Xavi estalla en Girona: "Antes que entrenador soy culé, y estoy cabreadísimo"

A duras penas contenía Xavi su tristeza y su indignación, hasta que no aguantó. "Yo soy el primer cabreado. Antes que entrenador soy culé, y estoy cabreadísimo". Un estado de ánimo que no era excepcional ni puntual. Un estado de ánimo que se ha venido repitiendo durante meses, porque en el Girona-Barça vio el entrenador azulgrana el resumen de la temporada.

El resumen de un equipo cuyos jugadores cometen "errores flagrantes" que les llevan a perder partidos que, a juicio de Xavi, están dominados y ganados. "Así ha sido en los partidos con el Madrid y los dos con el Girona", valoró el técnico, como si en esos 12 puntos que ha dejado de sumar el Barça se justificara la pérdida del título de campeón que cambiaba de manos.

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Xavi dijo que sentía "mucha rabia" por la nueva derrota ante el Girona porque "el gran partido" que estaba efectuando el Barça culminó con otro severo tropiezo. Otra goleada al que fue el menos batido en el pasado campeonato.

"Hemos perdido el control del partido por errores flagrantes que no pueden ocurrir a este nivel y que nos siguen pasando", explicó, señalando a los futbolistas sin nombrarlos por "una mala cesión atrás y dos despejes mal orientados". Primero fueron los defensas, luego los delanteros: "Tuvimos ocasiones para sentenciar el partido y nos faltó pegada para colocar el 1-3 o el 1-4", comentó.

A los fallos propios del juego, al equipo le penaliza un "problema mental" para no reaccionar ante las adversidades que se van sucediendo y "la falta de madurez" de un grupo joven que cree Xavi que debe aprender de los errores y corregirlos. "Tienen que cambiar mucho las cosas para competir el año que viene", pronosticó.