GIRONA-BARCELONA (4-2)

Portu destroza al Barça con dos goles y una asistencia en la remontada hacia la Champions

El Girona hace sonar el himno de la Champions en Montilivi, el Barça arruinado y el Madrid, campeón

La contracrónica del Girona-Barça: El hundimiento de un proyecto

Dovbyk celebra con Savinho el primer gol del Girona en Montilivi.

Dovbyk celebra con Savinho el primer gol del Girona en Montilivi. / EP

Joan Domènech

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Se echaron las manos a la cabeza los jugadores del Girona al ver el voleón cruzado que Portu incrustó a la portería de Ter Stegen. Un fabuloso gol, extraordinario, que estampó el sello de la Champions en el escudo del Girona.

Los jugadores del Barça estaban igual de estupefactos. Ese pequeño tipo (1, 67 m.), suplente, que apenas llevaba 9 minutos en el campo, les había enchufado dos goles y había dado una asistencia a Miguel. La merecida victoria que disfrutaban y que no blindaron se les acababa de esfumar.

Del 1-2 se pasó al 4-2 por obra y gracia de Cristian Portugués Manzanera, otro nombre ilustre de la reciente historia del Girona desde las catacumbas hasta la irrupción en Europa, en la mayor competición del continente, por la puerta grande.

Michel y Xavi se saludan antes del Girona-Barça.

Michel y Xavi se saludan antes del Girona-Barça. / EP

El mismo resultado de Montjuïc

A costa de un Barça al que endosó el mismo resultado de Montjuïc. En Barcelona lo superó con fútbol; en Girona con goles. Xavi sólo pudo tomarse un sorbo de la deseada revancha futbolística frente a Míchel: el Barça jugó mucho mejor durante una hora de partido, pero se diluyó con una facilidad pasmosa. Los cambios que introdujo el madrileño revolucionaron el encuentro hasta voltearlo. Y esa también es una línea que se apuntan los entrenadores en la hoja de los méritos.

Portu fue una daga por la banda derecha rojiblanca. Cancelo y Cubarsí se habían acomodado frente a un Tsygankov mortecino, y el portugués, como siempre, atacaba más que defendía. El murciano les despertó de golpe y después del 4-2 hizo dos carreras más que no acabaron en un escándalo por un paradón de Ter Stegen, que se convertía en el segundo extranjero con más partidos en el Barça (409), por detrás de Messi (778) y por delante de Alves (408), y una salvada de Koundé sobre la línea.

Portu

Martín y Yangel señalan a Portu. / AP/Joan Monfort

Un partido apoteósico

El partido fue apoteósico, como quedó anunciado que en los primeros 3 minutos y 43 segundos se hubieran marcado dos goles. Girona y Barça se asustaron mutuamente con tanta voracidad y tanto acierto concentrado, sin que mediara ni un minuto de juego entre el gol de Christensen y el de Dovbyk, golazos, por cierto. Fue el Barça el que quedó arrodillado, noqueado, de tanto golpe. Zarandeado, débil de mandíbula se marchó en silencio mientras en Montilivi estallaba de euforia y escuchaba por primera vez el himno de la Champions.

El Barça puede reprocharse a sí mismo haber entregado los tres puntos y otras ingente dosis de prestigio en su caída. Regaló la gloria al Girona y se condenó a seguir peleando por entrar en la Champions. Como regalada fue, por ejemplo, la concesión de Araujo venciéndose al suelo con tanta precipitación en el 1-1.

Lamine Yamal

Lamine Yamal reclama al árbitro. / EP

Dominio azulgrana

No acusó el Barça el mazazo dominaba el juego con una autoridad que muy pocas veces ha exhibido. Hubo mucho criterio en el movimiento del balón de los azulgranas que supieron repartirse a distintas alturas para rebasa las líneas del Girona. No está la solvencia defensiva entre las principales virtudes del cuadro de Míchel, atractivo con el balón, doliente cuando no lo tiene.

Michel quiso cerrar el juego interior del Barça acumulando hombres en la franja central, a costa de dejar las bandas a duelos individuales: Lamine Yamal desbordó a Miguel, que no recibía ayudas de nadie, y João Cancelo atacaba a Eric en el otro costado con sus apariciones sin que Tsygankov le siguiera. Las pocas veces que disfrutaba del balón el Girona buscaba enviarlo hacia Dovbyk, que peleaba cuerpo a cuerpo con Araujo a la espera de descargarlo en algún amigo; casi nunca pudo explorar el filón de la salida de Sávio frente a Koundé, que era la mayor debilidad del Barça.

Robert Lewandowski

Robert Lewandowski / EFE_David Borrat

Pudo cerrar Lewandowski la estupenda primera mitad del Barça en Montilivi con la ventaja que merecía, aunque en el siguiente ataque el Girona creó otro susto en el área. Y otro inmediatamente reanudado el encuentro, seguido de un error de David López que entregó la bola a Lamine Yamal. Así que la segunda mitad empezó tan agitada como la primera. Con algunas diferencias, los llamados detalles: el Girona no se regazó tanto en el campo y huyó de su propia área, exponiendo su espalda, igual que el Barça. El pase al espacio iba a resultar decisivo.

Lamine Yamal tortura a Miguel

Lamine Yamal vio a Christensen en el gol, provocó el penalti y torturó a Miguel y a todo el Girona con sus incursiones. Los 16 años le llevaron a equivocarse en algunas decisiones que restaron nota a una actuación de astro mundial. Xavi le mantuvo en el once antes que a Raphinha, el sacrificado para que Sergi Roberto musculara el centro del campo.

Mucho menos tiempo necesitó Portu (31 años) para ser tan decisivo y mucho más influyente.

Girona, 4 - Barcelona, 2

Girona: Gazzaniga (6); Eric (5), David López (5), Blind (6), Miguel (5); Yangel (6), Aleix (6); Tsygankov (4), Iván Martín (7), Sávio (7); Dovbyk (7).

Técnico: Míchel Sánchez (8).

Cambios: Portu (10) por Tsygankov (m. 65); Yan Couto (6) por D. López (m. 65); Valery (sc) por Sávio (m. 86).

Barcelona: Ter Stegen (5); Koundé (4), Araujo (5), Cubarsí (6), Cancelo (6); Christensen (6), Sergi Roberto (5), Fermín (7), Gündogan (5); Lamine Yamal (7), Lewandowski (6).

Técnico: Xavi Hernández (5).

Cambios: Pedri (5) por Christensen (m. 69); Raphinha (5) por Fermín (m. 69); Romeu (sc) por S. Roberto (m. 79); Ferran (sc) por Lewandowski (m. 79);João Félix (sc) por Lamine Yamal (m. 84).

Goles: 0-1 (m. 3), Christensen; 1-1 (m. 4), Dovbyk; 1-2 (m. 45+1), Lewandowski (p); 2-2 (m. 65), Portu; 3-2 (m. 67), Miguel ; 4-2 (m. 74), Portu.

Árbitro: Hernández Hernández (4), canario.

Tarjetas: Koundé, Araujo, Sergi Roberto.