3 vistas de ensueño de Barcelona a tiro de piedra de la plaza de Catalunya

La ronda de la Universitat también se puede saborear desde las alturas. Su situación estratégica, a caballo entre Ciutat Vella y el Eixample, posibilita tener al alcance del ojo edificaciones emblemáticas de los dos distritos, y bien que lo han aprovechado los tres hoteles con terraza que te descubrimos.

1. Casa Luz (ronda de la Universitat, 1)

Restaurante y hotel nacieron a la vez, en plena pandemia, sin esperar a la marabunta de turistas. Los barceloneses, pues, descubrieron antes que nadie esta increíble azotea. Ya pueden desayunar copiosamente los huéspedes en cualquiera de los tres ambientes, que no dan ninguna envidia.

A todas horas se sirven comidas bajo la tutela del gran Tomàs Abellan, y cócteles al atardecer con vistas únicas al Edifici Històric de la UB. Mi rincón favorito está en el lado contrario: un batiburrillo de mesas, asientos y plantas junto a la balaustrada encarada a la Casa Ramon Julià y su hermosa cúpula.

2. Terraza Twenty One (ronda de la Universitat, 21)

Una reciente remodelación ha puesto al día uno de los primeros H10 abiertos en la ciudad condal; también su 'rooftop', un espacio chico y recogido que se convierte en un rincón mágico al caer la tarde. Lo es por lo que verás -entre una infinidad de terrados de la Barcelona vieja se distingue el coronamiento cilíndrico de la Casa Damians, que albergó los almacenes El Siglo- como por lo que beberás: los combinados de autor, como el refrescante ‘mango ginger caipi’ o un reconfortante ‘black island coffee’, maravillan.

3. Hotel Exe Plaza Catalunya (ronda de la Universitat, 18)

El edificio acogió las oficinas de la filial en Barcelona de Olivetti en el período más boyante de la firma italiana, después de que se encargara a los arquitectos del grupo BBPR -autores de la brutal Torre Velasca de Milano- construir esta obra vanguardista. Lo que en su tiempo fueron despachos, y después, juzgados, son ahora habitaciones del hotel Exe Plaza Catalunya, un cuatro estrellas que complace a sus clientes 'premium' con un balcón-mirador en la planta décima. El resto podrá disfrutar de igual panorámica accediendo a la terraza, si bien no tiene servicio de bar y está restringida -una pena- a los que se hospedan.