literatura

Puig-reig, capital de la novela histórica

La población invita a catorce escritores, el doble que el año pasado, a la sexta edición de un certamen que se celebra este sábado

Sylvia Lagarda-Mata, en el pasaje de la antigua fábrica Lehmann, donde está la sede de la editorial Comanegra.

Sylvia Lagarda-Mata, en el pasaje de la antigua fábrica Lehmann, donde está la sede de la editorial Comanegra. / ZOWY VOETEN

Toni Mata i Riu

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Desde la Primera Guerra Macedónica, en el siglo III a. C., hasta la ejecución por el sistema de garrote vil de Heinz Chess, hace medio siglo, el mismo día que ejecutaban Puig Antich, hay un amplio abanico temporal que pondrá sobre la mesa la sexta edición de la Festa de la Novel·la Històrica, que se celebra este sábado, 6 de abril, en Puig-reig, organizada por el Ayuntamiento, la Biblioteca Guillem de Berguedà y las librerías Vella y Montserrat. Entre los dos extremos caben un montón de ficciones sobre las cuales hablarán los catorce autores invitados, el doble que el año pasado. Las mesas redondas con los autores se celebraran en La Sala y, por la mañana, paradas i firmas en la plaza Nova. El dia acabará con una visita guiada a la templera Casa de Periques.

Puig-reig es la capital de la novela histórica junto con Barcelona, que celebra su certamen en noviembre. Entre los asistente estarán Sònia Casas, última vencedora del Premio Nèstor Luján con un relato que revisita las vidas de Antonio Gaudí y el egiptólogo Eduard Toda, titulada Retorn als orígens, y Sylvia Lagarda-Mata, la ganadora del Premio Santa Eulàlia de novela de Barcelona con Veus de mort als Encants Vells, una ficción con toques negros que hace viajar al detective Auguste Dupin a la capital catalana y que, curiosamente, también empieza un 6 de abril. En este caso, del 1840, y con un asesinato causado por la posesión de un libro.

También estarán en Puig-reig Vicenç Villatoro, con la novela sobre la construcción del canal de Urgell (Urgell. La febre d’aigua), y M. Carme Roca, que ha reseguido la vida de la hija de Ildefons Cerdà en Les illes interiors. Laia Perearnau repetirá, ahora con la historia de una mujer que conoce el mundo de los pasadores de fugitivos durante la 2a Guerra Mundial (La passadora); M. Carmen Rodríguez hablará de un crimen franquista a Heinz Chess. L’últim executat a garrot vil; y Albert Velasco lo hará de A la recerca de l’obra perduda, historias detectivescas y reales sobre obras de arte.

En la edad media se sitúan L’hereva del mar, de Juan Francisco Fernández; Terres de frontera, de Jordi Nogués; y la trilogía sobre Ermessenda de Carcasona de Josep Tort. Ramon Gasch y Teresa Sagrera ubican Llaços de sang en el asedio napoleónico de Girona. En el siglo XX encontramos El malaventurat senyor Clauss, de Marta Pasqual, nazis ocultos en España. Y en el otro extremo del arco cronológico, Jo vaig ser-hi, al cap de Gos, un libro de intrigas en la Macedonia codiciada por locales y romanos.