Violencia machista

El Parlament se arremanga contra el ciberacoso a mujeres políticas, periodistas y activistas

El Parlament prepara un plan contra el ciberacoso y un manual de lenguaje inclusivo

Las diputadas catalanas se rebelan contra el machismo en la política: "Ni somos intrusas ni callaremos"

El hemiciclo del Parlament, en la sesión contra las violencias machistas del pasado noviembre

El hemiciclo del Parlament, en la sesión contra las violencias machistas del pasado noviembre / ACN

Sara González
Carlota Camps
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Mensajes criticando su físico, su manera de vestir o de expresarse, cuestionando su validez profesional, metiendo baza en su vida privada y, también, con amenazas e insultos o comentarios sexuales que muy a menudo no son aislados, sino que se mantienen en el tiempo. Contra este tipo de violencia machista en las redes sociales que sufren las mujeres con proyección pública, como políticas, periodistas y activistas, se arremanga el Parlament. El objetivo es trazar un plan contra el ciberacoso que vincule a los partidos, a la institución y que sirva de espejo para la sociedad.

Este jueves se pone en marcha un ciclo sobre este tipo de violencia que ha ido 'in crescendo' en los últimos años al mismo ritmo vertiginoso con el que se ha extendido el uso de las redes sociales. La Cámara catalana, que ya acogió hace un año un acto sobre el ciberacoso a las periodistas, pretende dotarse ahora de un mecanismo de respuesta para disponer de una suerte de código de buenas prácticas.

Cuatro sesiones con expertas y testimonios

El reto es que se culmine antes de que se acabe esta legislatura -queda poco más de un año de tiempo- para reforzar el plan de igualdad que el Parlament aprobó en enero de 2020 y que el protocolo contra el acoso con el que cuenta la institución contemple también el que se ejerce desde el ámbito digital. Para ello, se han diseñado cuatro sesiones con expertas en la materia y testimonios de afectadas. La primera se centra en hacer pedagogía sobre cómo las redes sociales son un espacio público de participación donde la libertad de expresión debe convivir con el hecho de ser espacio libre de violencias.

Las otras tres sesiones tratarán sobre los distintos colectivos afectados por estas violencias y sus casuísticas, las herramientas jurídicas y políticas públicas disponibles para combatirlas y el rol que ejercen los partidos para evitar que se amplifiquen las agresiones y acompañar a las afectadas. Se recogerán las conclusiones de cada sesión con la voluntad de que se traduzcan en una pauta de actuación que suscriban los grupos políticos y la propia institución.

El anonimato y la impunidad

"Más allá de la afectación sobre las mujeres con proyección pública, esa violencia también tiene repercusiones en la calidad democrática, porque busca restringir la libertad de expresión y provocar autocensura", explica Helena Argerich, técnica de igualdad del Parlament, encargada de embastar y materializar la hoja de ruta diseñada por el grupo de equidad de género del que forman parte diputadas de todos los grupos, a excepción de Vox. La coordinadora de ese grupo es la vicepresidenta primera de la Mesa de la institución, Alba Vergés, que relata cómo el "fácil acceso" a las redes sociales y el hecho de poder "esconder la identidad" y, por lo tanto, la sensación de impunidad, provoca que las mujeres con un rol público estén "más expuestas y sean más vulnerables" ante el acoso.

"La cantidad y el tipo de mensajes que reciben en contra para silenciarlas y minimizarlas es mayor que la que reciben ellos. Y que hablemos más de ello no se traduce en una mayor contención en las redes", sostiene. Según Vergés, no ha habido "ningún problema" a la hora de diseñar las jornadas con las representantes de los grupos -a excepción de la extrema derecha- y destaca que el Parlament busca ser "ejemplar" con la lucha contre el ciberacoso.

Cuatro años del plan de igualdad

Las jornadas transcurrirán de la mano de la actualización del plan de igualdad que se aprobó por primera vez en enero de 2020. En estos primeros cuatro años de vida, la Cámara ha puesto en marcha un protocolo contra el acoso, ha creado una oficina de igualdad, ha incorporado las bajas por pérdida gestacional o por dolor menstruales, ha puesto en funcionamiento una sala de amamantamiento y -como novedad de este mismo mes de enero- ha instalado dispensadores de productos menstruales gratuitos en los baños de la Cámara.

También se han celebrado formaciones sobre violencia machista en el entorno digital y sobre cómo incorporar la perspectiva de género en el trabajo parlamentario, abiertas tanto a diputados como a trabajadores de la institución. Sin embargo, queda pendiente que los hombres se sientan más interpelados por este tipo de actividades. En el primer curso participaron 19 mujeres y solo cinco hombres, mientras que en el segundo fueron un total de 37 mujeres y nueve hombres.

Todas estas medidas formaban parte de los hitos que la institución se marcó hace cuatro años. Queda pendiente, además del plan contra el ciberacoso, la redacción de un manual de lenguaje inclusivo, que se prevé preparar también durante este 2024. Lo que sí se ha conseguido es doblar el presupuesto. En 2023 se destinaron un total de 64.500 euros, mientras que la partida para este año se eleva a 139.920 euros.