8-M: Día de la Mujer

Las diputadas catalanas se rebelan contra el machismo en la política: "Ni somos intrusas ni callaremos"

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Siete dirigentes de diferentes partidos relatan los comentarios y actitudes discriminatorias a las que hacen frente en su día a día

¿Qué comentarios machistas  afrontas en tu día a día?

¿Qué comentarios machistas afrontas en tu día a día? /

Sara González
Carlota Camps
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"Estás aquí porque te has ido a la cama con alguien". "Puta". "Niña". Si visten de una manera u otra, calificativos de su físico, su edad o sobre su manera de comunicarse o expresarse. Que den por hecho que ellas no toman decisiones, que en las negociaciones miren al dirigente hombre. Que se ponga en duda su valía o que sus propuestas sean ignoradas o menospreciadas. Son comentarios y actitudes a los que se enfrentan las diputadas catalanas en su día a día dentro y fuera de las instituciones. Un mismo patrón machista que, pese a las diferencias políticas, radiografían en EL PERIÓDICO siete dirigentes con responsabilidades en sus respectivos partidos. Lo hacen, en vísperas del 8-M, con vocación de "no callar" ni rendirse ante la consideración de "intrusas" en el poder.

Marta Vilalta: "Valoran tu físico, cómo eres, si ríes o no, cómo vas vestida, cómo te comportas, los gestos que haces..."

No solo lo tienen más difícil para llegar, mantenerse y lograr llevar la batuta, sino que nada más poner un pie en la política son sometidas a un escrutinio público que nada tiene que ver con el de sus compañeros. "Valoran tu físico, cómo eres, si ríes o no, cómo vas vestida, cómo te comportas, los gestos que haces... Hay un claro sesgo porque este tipo de valoraciones no se hacen en el casos de los hombres", explica la secretaria general adjunta de ERC y portavoz en el Parlament, Marta Vilalta.

Lo mismo apuntan las otras seis. Si de unas señalan su juventud, de otras, como la presidenta del grupo de la CUP, Dolors Sabater, le recriminan que "es mayor". La portavoz de Junts, Mònica Sales, asegura que una de las primeras dificultades es que hay situaciones que "se interiorizan como si fueran normales" cuando en realidad suponen un agravio para las dirigentes, que reivindican ser valoradas por las iniciativas que impulsan como sus compañeros. Las redes sociales no lo ponen precisamente fácil. Un estudio de la Unión Interparlamentaria señala que en torno al 65% de las dirigentes políticas padecen comentarios sexistas o sexuales humillantes, un fenómeno que ha aumentado en los últimos años por la impunidad y anonimato asociado a las redes.

¿Qué actitudes o situaciones machistas encuentras en la política?

¿Qué actitudes o situaciones machistas encuentras en la política? /

"Me han dicho puta, borracha, se han metido con mi vida privada", lamenta la diputada de Ciutadans y alcaldable en Barcelona, Anna Grau. "Me estoy encontrando mucho con que me envían a Valencia, me dicen que me vaya a mi pueblo", añade la presidenta de En Comú Podem, Jéssica Albiach, que denuncia que se busque señalarlas como "intrusas". Todas coinciden que es allí donde reciben los mayores descalificativos. Pero no solo. La diputada del PP Lorena Roldán tiene muy presente una crónica periodística que se publicó tras un acto político en el que intervino: "Se destacaban frases literales de mis compañeros hombres, pero en mi caso se hablaba de mi peinado, sin hablar de mi discurso o de lo que yo había dicho".

Alícia Romero: "Me da mucha rabia que, con 46 años que tengo, me llamen 'niña'"

Por mucho que admitan que se ha producido una evolución y una mayor toma de conciencia, hay tics que, aseguran, continúan dentro y fuera de los partidos. "Me da mucha rabia que, con 46 años que tengo, me llamen 'niña'. Seguro que no es con mala fe, pero a ellos con 46 años no les dicen 'niño'", reconoce la portavoz del PSC en la institución, Alícia Romero. Se trata de una expresión que, apuntan, lleva implícito que no las ven capacitadas o que hay asuntos en los que no deben meterse.

Es lo que le pasó a Sabater cuando era alcaldesa de Badalona. Querer ser la responsable de la policía local u ocupar la presidencia en consejos de administración le costó horrores. Por "paternalismo" o directamente por "misoginia": "Dan por hecho que no sabrás hacerlo". Explica que tuvo que "hacer gestos de autoridad como sentarse en la cabecera de la mesa" para hacerse respetar.

Anna Grau: "Me han dicho puta, borracha, se han metido con mi vida privada"

Algo similar sintió Vilalta cuando debutó como portavoz del partido. En su caso, por ser "joven" y por ser "mujer", aunque con el tiempo ha logrado sobreponerse. Es frecuente, especialmente en los inicios, el "no sentirse escuchada" o que no se tengan "suficientemente en cuenta" las aportaciones de las dirigentes, o que los mismos comentarios sean más valorados si los hace un hombre que ellas. "Lo que me ha salvado es saber que somos muchas mujeres, que somos una red", asegura la republicana, que añade que el cambio se produce cuando te das cuenta que "el problema no es tuyo, es colectivo".

Estar, pero también, decidir

Una vez llegan con toda esta mochila a cuestas, constatan también que una cosa es ostentar el cargo y otra que realmente puedan ejercerlo. Tanto Roldán como Romero y Albiach coinciden en que dentro de sus partidos tienen poder de decisión, pero que se han encontrado en reuniones -sobre todo fuera de la política- donde el interlocutor se dirige directamente al hombre. "Si vas a actos muchas veces no piensan que seas tu la portavoz o que tengas responsabilidad, piensan que eres del equipo o que eres asesora", lamenta la socialista. "Y no siempre te toman en serio", añade la popular.

Jéssica Albiach: "Cuestionan que tomemos las decisiones y, cuando lo hacemos, nos dicen que somos muy duras o que estamos amargadas"

Albiach, como presidenta del grupo parlamentario y coordinadora de Catalunya en Comú, no duda en asegurar que, siete años después de entrar en política, tiene poder de decisión en su espacio político, cosa que a veces se pone en duda de puertas afuera. "Cuestionan que tomemos las decisiones y, cuando lo hacemos, nos dicen que somos muy duras o que estamos amargadas", sostiene. De manera similar lo ve Grau, que asegura que el hecho que un hombre sea "asertivo y con carácter" se ve "positivo" y se le dice que tiene "madera de líder", algo que no pasa con la mujeres. "Parece que tienes que pedir perdón por no ser una geisha", lamenta.

La llaga de la conciliación

Todas coinciden en que nada es igual que años atrás, pero también en que aún queda mucho camino por recorrer. Y es esencial empezar por la autocrítica en sus respectivos espacios políticos. No hay ninguna que no loe el apoyo interno, pero todas hacen también peticiones a los suyos. "A una minoría de hombres de mi partido les diría que intenten observar el mundo del siglo XXI tal y como es. Los hombres y las mujeres estamos preparados parar hacer las mismas cosas", subraya la portavoz de Junts, Mònica Sales, que añade que "no callar" de puertas adentro es también necesario y que una de las batallas pendientes también es que se siga "metiendo el dedo en la llaga" de la compleja conciliación: "Te dan a entender que por dedicarte a la política estás desatiendo cuestiones que como mujer te corresponde a ti atender"

Mònica Sales: "Te dan a entender que por dedicarte a la política estás desatendiendo cuestiones que como mujer te corresponde a ti atender"

También es crítica la diputada y candidata de Ciutadans en Barcelona, pero no contra los hombres de su partido, sino contra la falta de solidaridad que afea a dirigentes mujeres de otras formaciones. Lamenta que haya una doble vara de medir en función de quién es la víctima de los ataques machistas. "Si es contra Irene Montero salimos todos, pero si se llama Anna Grau o Inés Arrimadas, no. Por según qué compañeras eres antes de Ciudadanos que mujer", sostiene.

Por encima de las rencillas entre partidos, por lo menos en el terreno reflexivo, se comparte el espíritu de rebelarse contra el hecho de tener que "batallar el doble" siendo conscientes, también, de su situación de privilegio ante las mujeres que no tienen voz. Por ellas, porque la política debería ser ejemplar y con diferentes acentos estarán este 8-M en la calle.

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