Junts defiende que Catalunya pueda decidir si expulsa inmigrantes que sean delincuentes multirreincidentes

Con las pulsaciones de la votación de infarto de este miércoles en el Congreso ya estabilizadas, quedan las dudas sobre cómo se concretarán los acuerdos alcanzados 'in extremis' entre el PSOE y Junts. Especialmente, en cuanto a la "delegación integral de las competencias de inmigración a la Generalitat" que anunciaron los posconvergentes a cambio de su abstención a los primeros decretos de Pedro Sánchez. De momento, Junts admite que se trata de una "decisión política", la "letra pequeña" de la cual deberá concretarse a través de una nueva ley. Sin embargo, las peticiones de los posconvergentes se prevén de máximos.

Así lo ha dejado claro el secretario general de Junts, Jordi Turull, este jueves en una entrevista en Catalunya Ràdio, donde ha puesto como ejemplo el control sobre los flujos migratorios -a través de la fijación de cuotas entre comunidades autónomas-, aspectos relacionados con los permisos de residencia o trabajo y también la posibilidad de expulsar a los inmigrantes que sean delincuentes multirreincidentes.

Justamente, preguntado por esta posibilidad que se reclama desde varios sectores de la derecha, Turull ha pedido no empezar "la casa por el tejado" y ha reconocido que no es una problemática que se dé solo entre la población migrante. Sin embargo, ha abierto la puerta a plantearlo. "Si se expulsa o no a los multirreincidentes se tiene que decidir desde Catalunya, ha afirmado, asegurando que se debe "mirar en qué condiciones" se puede hacer.

En este punto, también ha afirmado que "ningún alcalde está contento teniendo a gente que reincida 200 veces", recordando así la petición del alcalde de Calella, Marc Buch, que a finales de diciembre encabezó una petición -que secundaron el resto de alcaldes posconvergentes del Maresme- para expulsar a los inmigrantes reincidentes.

Actualización del discurso

Junts hace ya unos meses que ha empezado a poner el foco en la inmigración. En septiembre, ya defendieron una propuesta en el Parlament para exigir el traspaso de estas competencias, aunque no obtuvieron el aval de la Cámara, y en las próximas semanas está previsto que celebren una conferencia nacional para actualizar su discurso en la materia. Así lo aprobará, de hecho, el consejo nacional de la formación este mismo fin de semana.

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Fuentes de Junts consideran que la situación ha cambiado en los últimos años y que el partido debe actualizar su discurso. El objetivo de la formación liderada por Carles Puigdemont quiere poner el foco en los "derechos" de los extranjeros, pero también en sus "deberes", incluyendo aquí tanto su integración como todo lo relacionado con la delincuencia. Además, consideran que la Generalitat debe poder controlar los flujos internos de inmigrantes en Catalunya, para que no estén descompensados respecto otras comunidades autónomas, y que también deben tener competencias en "lengua, cultura, materias sociales y de seguridad" respecto la población extranjera.

Sea como sea, a la espera de las concreciones, la petición de Junts es que Catalunya tenga las competencias "que tiene cualquier estado". En este sentido, Jordi Turull ha rechazado en la misma entrevista que el pacto se pueda quedar en una "encomienda de gestión" -que las decisiones las tome el Gobierno, pero las ejecute la Generalitat- y ha sostenido que su partido quiere "hacer políticas". "Como país y como nación nos jugamos mucho", ha defendido uno de los artífices del acuerdo.

Al margen de ERC

El secretario general de Junts también ha reconocido que no se han pactado plazos para la aprobación de esta ley, pero ha asegurado que "a partir de hoy" ya se pondrán manos a la obra para redactar el texto y que pueda ver la luz "cuanto antes mejor". Una norma que, por cierto, deberá tener el aval de la Cámara baja para salir adelante, lo que implica los votos de Sumar, Podemos, el PNV, Bildu y ERC.

Justamente, el anuncio de este traspaso de competencias no ha gustado a la Generalitat, especialmente por las formas. El Govern considera que es un pacto que les incumbe, en el que no solo no han tenido voz, sino del que ni siquiera fueron informados. Sobre este hecho, Turull ha asegurado que deberían "celebrarlo" y ha aseverado que Junts negocia "con mentalidad de estado" y "al margen de quien gobierna" en cada administración.

Más allá de este acuerdo, el dirigente posconvergente ha explicado que se ha pactado con el PSOE un "protocolo de negociación para no llevar las cosas al límite" y evitar algún revés parlamentario. A Junts no le gustaron las "formas" con las que el PSOE trabajó estos decretos, sometiéndolos a votación sin haberlos pactado antes y, además, ha acusado a los socialistas de esconder materias como el artículo que, según su visión, podía comprometer la amnistía y que finalmente fue retirado. También ha asegurado que ya hay nueva fecha para la reunión PSOE-Junts con mediador, como la que se celebró en diciembre en Suiza, pero ha evitado detallar cuándo y dónde.