El PSC saca pecho de haber impulsado el catalán en el Congreso y en Europa

El PSC continúa cultivando, de la mano de la Fundació Rafael Campalans, su 'think tank', el terreno para disputarle la Generalitat a Pere Aragonès con un programa de gobierno alternativo. Esta vez, la carpeta a debate ha sido la de la lengua, una materia en la que Salvador Illa ha aprovechado para sacar pecho de haber consolidado el uso del catalán en la legislatura que se estrena en el Congreso y de impulsar su oficialidad en Europa, aunque en ambos escenarios el motor ha sido los pactos con el independentismo que han hecho posible la investidura de Pedro Sánchez.

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El líder de los socialistas catalanes ha buscado proyectar su formación como la argamasa entre aquellos a los que acusa de pretender "ideologizar" el catalán, una circunstancia que el PSC diagnostica que se ha promovido entre los bloques durante la década marcada por el 'procés' y que, bajo su juicio, supone hacer un flaco favor a la lengua. Su uso o el del castellano, ha resumido, no debe ser un "predictor" de la preferencia política de los ciudadanos.

Ni "imposiciones" ni "alarmismo"

Illa ha defendido que su partido ha actuado con responsabilidad con esta cuestión formando parte del acuerdo, junto a ERC, Junts y Comuns, para aprobar la ley de lenguas oficiales en la escuela para tratar de sortear los porcentajes de castellano impuestos desde los tribunales y tendiendo la mano al Govern para participar en el Pacte Nacional pel Català. El modelo de inmersión con el catalán como lengua vehicular fue uno de los debates candentes en el congreso que el PSC celebró en diciembre de 2019, justo cuando Ciutadans, que años atrás había logrado disputarle al PP la batalla contra el sistema educativo lingüístico en Catalunya, entró en caída libre.

El 'primer secretari' ha sostenido que el catalán es y debe ser el "centro de gravedad" tanto en la escuela como en las políticas que se impulsen desde las instituciones, pero siempre sobre la base de los "consensos" y huyendo de las "imposiciones". "Hay que caminar hacia la invitación para no generar actitudes de rechazo", ha defendido. Su radiografía es que no hay necesidad de generar "alarmismo" con la salud de la lengua con discursos apocalípticos sobre su desaparición, sino que hay que entender que los cambios en el ámbito audiovisual obliga a hacer "más cosas y diferentes".

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Exprimir el autogobierno

El error que cometen los que apuntan en esa dirección, ha subrayado, es el de "externalizar las responsabilidades" situándose en la queja permanente y no preguntándose lo suficiente "qué se puede hacer y qué se ha hecho" desde las competencias que ostenta la Generalitat. Es en este punto, en el de exprimir el autogobierno, en el que ha tratado de proyectar su partido frente a la "inacción" que achaca en múltiples frentes al Govern de Aragonès.

El debate organizado por el PSC ha contado con distintos posicionamientos en una mesa redonda en la que han participado el exconseller de Educació Joan Manuel Del Pozo, la directora de CATESCO -que promueve el catalán en el ámbito de la UNESCO- y miembro de la junta de Òmnium, Marina Gay; Albert Branchadell, profesor de Sociolingüística de la UAB y miembro del comité de expertos de la Carta Europea de Lenguas Regionales o Minoritarias; y Marina López, estudiante de comunicación y redactora colaboradora de Adolescents.cat.