Reunión del partido

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La presidenta del Parlament, Laura Borràs, junto a la secretaria de la Mesa, Aurora Madaula y el jefe de prensa, Pep Elias.

La presidenta del Parlament, Laura Borràs, junto a la secretaria de la Mesa, Aurora Madaula y el jefe de prensa, Pep Elias. / Kike Rincón

Carlota Camps

Carlota Camps

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Las palabras de la diputada de Junts Aurora Madaula el pasado viernes en el 'Parlament de les Dones' siguen resonando este martes en la Cámara catalana. Visiblemente afectada, Madaula -que también es vicepresidenta del partido y secretaria segunda de la Mesa- habló de "violencia silenciosa", denunció "acoso parlamentario" y señaló muy directamente a sus "compañeros de partido". "El abuso de poder también es violencia machista", aseveró desde el atril, después de que el día anterior Junts se retirara de una declaración de la junta de portavoces sobre el aborto en Andorra, que Madaula había suscrito sin haberlo consensuado con la dirección del grupo parlamentario, según apuntan fuentes de la formación.

Los críticos con Madaula, más de una veintena de diputados -de los 32 que tiene la formación en la Cámara catalana-, han firmado un escrito en el que se quejan de las acusaciones de la parlamentaria y en el que rechazan que se trate de un caso de acoso o de violencia machista. Apuntan que detrás de esta denuncia pública solo hay discrepancias políticas.

Este malestar se ha evidenciado este martes en la reunión que el grupo parlamentario ha celebrado en la Cámara. La duración de la reunión, que se ha alargado más de dos horas, y la presencia de los máximos dirigentes del partido, Laura Borràs y Jordi Turull -que no son diputados-, ha demostrado que no se trataba de una reunión ordinaria. También lo ha hecho la ausencia de Madaula no solo en reunión del grupo, sino también en la de la Mesa, donde ostenta el cargo de secretaria segunda.

Sin embargo, al terminar el encuentro de Junts, ninguno de sus participantes ha querido hacer declaraciones a la prensa. "No haremos comentarios", se han limitado a decir en los pasillos del Parlament, a pesar de que fuentes de la formación confirman que el caso se ha trasladado ya a la comisión de garantías del partido para que lo analice. Esta comisión ya abordó en su momento el caso de Francesc de Dalmases, a quien se le abrió un expediente por haber abroncado a la subdirectora del FAQS de TV3 tras una entrevista a la presidenta de Junts y entonces jefa del Parlament, Laura Borràs.

El origen de la polémica

Las palabras de Maduala se originan tras la polémica por la retirada de Junts de una declaración de la junta de portavoces en apoyo a la activista andorrana Vanessa Mendoza, que irá a juicio el próximo 4 de diciembre acusada de difamación por denunciar que el aborto está prohibido en su país. Estaba previsto que JxCat la subscribiera, junto con ERC, la CUP y los Comuns; pero los posconvergentes finalmente se retiraron por "discrepancias internas", según reconocieron el pasado jueves fuentes de Junts. "Violencia machista es que modifiquen tu propuesta sin tu opinión", denunció Madaula en el pleno del día siguiente.

Sin embargo, más allá de este hecho en concreto, las tensiones dentro del grupo parlamentario no se entienden sin tener en cuenta las diferencias entre las distintas familias del partido. Solo el sector más próximo a Borràs -del que forma parte Madaula- salió a aupar a la diputada en las redes sociales tras su denuncia en el hemiciclo.