En Barcelona

El juez imputa a 12 policías acusados de malos tratos a una manifestante por la sentencia del 'procés'

Indemnizado con 160.000 euros un policía herido en Barcelona tras la sentencia del 'procés'

Temor y resignación en Urquinaona

Un manifestante levanta los brazos junto a una hoguera durante una de las protesta en la plaza Urquinaona.

Un manifestante levanta los brazos junto a una hoguera durante una de las protesta en la plaza Urquinaona. / DAVID ZORRAKINO

Carlota Camps
J. G. Albalat
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El Juzgado de Instrucción número 30 de Barcelona ha imputado a 12 policías nacionales que participaron en la detención de la joven Paula García en la noche del 18 al 19 de octubre del 2019 en la confluencia entre la plaza de Urquinaona y la Via Laietana durante una de las protestas contra la sentencia del Tribunal Supremo contra los dirigentes del 'procés'. Este viernes debían haber declarado seis agentes, pero dos no habían sido citados en forma y uno estaba fuera de Catalunya cuando sucedieron los hechos y, por lo tanto, no tienen conocimiento de la actuación policial. Los otros tres agentes, alguno defendidos por el abogado Carlos Carretero, se han acogido a su derecho a no declarar.

Paula fue detenida y estuvo diez días privada de libertad en la cárcel de Wad-Rad, acusada de desórdenes públicos y atentado contra la autoridad. En aquellas protestas, unos veinte jóvenes de toda Catalunya fueron enviados a prisión preventiva. La causa contra Paula se ha investigado en el mismo juzgado que instruye las irregularidades denunciadas en su detención. Las fuentes jurídicas consultadas por este diario han asegurado que la joven ha denunciado que se sintió humillada y vejada durante el traslado desde la plaza de Urquinaona, donde se produjeron los incidentes, hasta la comisaría de la Verneda.

El cúter y la lesión en el labio

Según la versión de Paula, fue empujada cuando los policías la entraron a la fuerza en el furgón policial. También ha relatado que, en el interior del vehículo, uno de los policías esgrimió un cúter y le llegó a decir: "¿Queréis un muerto? No será un policía". La joven presentaba una lesión en el labio. La denuncia contra los policías está interpuesta por delitos contra la integridad moral, amenazas y uno cometido por funcionario público porque estuvo más de 12 horas incomunicada y desde las dependencias policiales no se llamó al Col.legi de l'Advocacia de Barcelona para que le asignara un abogado hasta después de ese tiempo.

En el caso de la investigación abierta contra Paula por presuntos desórdenes públicos, la jueza ya ha acabado la instrucción y la fiscalía tiene que presentar, si lo considera conveniente, su escrito de acusación. No obstante, la abogada de la joven, Norma Pedemonte, ha presentado un recurso a la Audiencia de Barcelona para evitar su juicio porque considera que no se ha probado que haya cometido ningún delito, y que todo se sustenta en el testigo de un único agente de la policía española, sin ninguna prueba más. Ni videos. El agente aseguró que Paula daba órdenes y miraba el móvil, pero los investigadores no tuvieron la autorización judicial para el vaciado y análisis de su contenido, como se permitió en otros manifestantes investigados. El atestado policial señala que la joven lanzó objetos, como piedras, botellas de vidrio y bolas de petanca a los antidisturbios.