Negociaciones tras el 23-J

Junts debate si acude a la reunión que propone el PP para la investidura de Feijóo

Feijóo pide una reunión al PSOE al más alto nivel y Sánchez confirma que acudirá

El PP catalán critica que Feijóo quiera reunirse con Junts en el marco de la ronda de encuentros para la investidura

Los diputados de Junts, Josep Maria Cruset, Miriam Nogueras y Eduard Pujol, en el Congreso.

Los diputados de Junts, Josep Maria Cruset, Miriam Nogueras y Eduard Pujol, en el Congreso. / EP

Fidel Masreal

Fidel Masreal

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Junts per Catalunya todavía no ha decidido si recogerá el guante y aceptará la reunión que el PP ha ofrecido al partido de Carles Puigdemont, en el marco de la ronda de contactos que el líder popular Alberto Núñez Feijóo va a iniciar para abordar su investidura. En el partido del 'expresident' conviven las posiciones contrarias a participar en la cita con las que consideran que no hay que cerrar la puerta al diálogo con ningún partido democrático, aunque será Puigdemont quien tenga la última palabra.

Por un lado, algunos dirigentes creen que sólo se debe participar en una reunión de este tipo si el partido de Feijóo acepta abordar las principales reivindicaciones de Junts: la amnistía a los dirigentes procesados por el 'procés' y el derecho a la autodeterminación de Catalunya. "Si no, no vale la pena perder el tiempo", zanja un integrante de la ejecutiva. Otras voces, sin embargo, creen que la formación tiene que demostrar que siempre ha sido dialogante y apelan al propio Puigdemont, que ha proclamado en varias ocasiones que esa es su voluntad: conversar, lo cual no es sinónimo de cesión o de aceptación de las tesis del que se sienta al otro lado de la mesa.

Las relaciones de Junts con el PP

"Se puede ser independentista y pactar con el PP". La frase la pronunció el entonces alcalde de Girona, Puigdemont en febrero del 2012 en un foro público. "No tiene nada que ver una cosa con la otra, yo mismo pacto con el PP en el Ayuntamiento y no pasa nada", dijo. Tiene que ver, el acuerdo, añadía, con el "modelo socioeconómico" que se defiende. Puigdemont representaba entonces a CiU, que atesora una trayectoria clara de pactos con el PP tanto en el Parlament como, en especial, con el presidente del Gobierno popular José María Aznar (recuérdese el pacto del Majestic).

En el caso de Puigdemont, una vez alcanzó la presidencia de la Generalitat y antes de someterse a una cuestión de confianza, en 2016 llevó a cabo una ronda de reuniones con todos los grupos parlamentarios, incluido el PP catalán que entonces pilotaba Xavier Garcia Albiol.

Los años del 'procés' ha polarizado las posiciones y Puigdemont está a las antípodas del PP en la cuestión soberanista. No solo se han roto relaciones con los populares, sino que el independentismo en su conjunto firmó, antes de las elecciones catalanas de 2021, un acuerdo por el que se comprometía a no pactar tampoco con el PSC.

Ahora Junts no dirime nada que se parezca a pactar con el PP, sino una cuestión menor: una reunión con los populares en Madrid en el marco de los intentos de Feijóo por lograr su investidura el próximo 26 y 27 de septiembre. Pero la existencia de dos visiones distintas en Junts corre en paralelo con las posiciones que conviven en el partido: los que creen que no se ha de ceder ante el PSOE y ven más cercana una repetición electoral en España, y quienes creen imprescindible "aprovechar la oportunidad", en palabras de una dirigente, para lograr un acuerdo ambicioso que abra una nueva etapa respecto a la pluralidad de España.

La política de alianzas

El debate sobre si acudir o no a la cita que propone el PP también guarda relación con la política de alianzas de Junts. Un sector ha echado en falta más capacidad de alianzas, como en el caso de la Diputación de Barcelona. De hecho, en las negociaciones previas a perder el poder en la institución supramunicipal, Junts mantuvo contactos con los populares. Los moderados del partido creen que la falta de acuerdos deja a JxCat en un espacio no central del tablero político, pero otros consideran, en cambio, que la formación ha de demostrar su coherencia e integridad para diferenciarse del pactismo de ERC -partido rival al que se acusa constantemente de ceder ante el PSOE "a cambio de nada"- y aparecer como los únicos herederos del espíritu del referéndum del 1-O.

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