Defensa modifica sus compromisos de gasto para adquirir nuevos aviones de vigilancia marítima

Defensa tiene ya la autorización del Consejo de Ministros para acelerar la adquisición de los aviones de patrulla marítima que le urgen a la Armada y al arma aérea. En la reunión del Gobierno celebrada este martes se ha dado luz verde a la modificación de los presupuestos generales para establecer compromisos de gasto de hasta 1.730 millones de euros de aquí hasta 2031, con los que el Ejército del Aire y del Espacio pueda comprar una flota de aviones Airbus C295W.

La premura viene provocada por la caducidad de los aviones de patrulla marítima Lokheed P3 Orión con que se dotó a las Fuerzas Armadas. Son aparatos con un diseño de los años 50 que entraron en servicio en España en 1973 y, adscritos al Ala 11 del Ejército del Aire con base en Morón (Sevilla), han alcanzado su baja operativa.

Con la nueva disposición habilitada se pretende comprar seis aviones Airbus C295W modificados para la vigilancia, pero versátiles también para misiones de salvamento y búsqueda en el mar. El diseño de base del avión es español, corresponde al antiguo CASA 295. La firma española fue absorbida por Airbus. Los nuevos aviones serán fabricados en la factoría sevillana de la empresa.

Años de espera

Desde un poco antes de la pandemia de 2020 se venía teniendo la certeza en el ámbito de la Defensa de que se reemplazarían los viejos P3. Tres años después, y con una decisión estratégica de incremento de la inversión en Defensa por medio, los nuevos aviones que podrá adquirir Defensa dispondrán de nuevos sistemas tácticos de sensores electroópticos y radares de superficie que les permitan también la actuación en misiones de guerra antisubmarina. Es un flanco no solo de la seguridad propia, también de misiones internacionales, en el que España no se encontraba en condiciones de responder con estándar OTAN.

Los nuevos aviones, no obstante, tienen menos autonomía en millas que los reemplazados, si bien su tecnología de detección es mucho más elevada. Las capacidades de patrulla aérea marítima se habían ido perdiendo con los recortes que sufrió Defensa a partir de la crisis de la burbuja financiera e inmobiliaria de 2008, hasta convertirse en un clamor en las Fuerzas Armadas la denuncia por esta carencia.

La compra se enmarca en el Programa VIGMA (Vigilancia Marítima) supone la adquisición de diez Airbus C295W. Este año se habilitan 50 millones de euros. La inversión se irá incrementando a lo largo de los ocho años a los que afecta esta modificación presupuestaria, con 110 millones el año que viene y 130 en 2025. La escalada paulatina de pagos de este programa de 1.730 millones de euros llegará en 2028, con 320 millones de gasto acordado.

El pasado 18 de abril, el Gobierno tomó una decisión semejante de modificación de compromisos de gasto, pero con mayor cuantía: 3.929 millones de euros para programas de armamento, dotación de drones, vehículos de combate, helicópteros, misiles de defensa antiaérea y buques de vigilancia hidrográfica costera.

En esta misma sesión del Consejo de Ministros, el Ejecutivo ha autorizado el acuerdo marco de Defensa para adquirir 4.500 vehículos militares todoterreno por 315,6 millones de euros.