Reprogramación del presupuesto

Defensa acelera la inversión de 4.000 millones de euros en armamento

La escasez de munición, principal problema derivado de las donaciones de Ucrania

La inversión en Defensa, marcada por las nuevas tecnologías y la inteligencia artificial

Soldados españoles disparan un misil Mistral durante las maniobras Acuario 2020

Soldados españoles disparan un misil Mistral durante las maniobras Acuario 2020 / M. Defensa

Juan José Fernández

Juan José Fernández

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Defensa contará con algo más de holgura presupuestaria, aunque con cargo a ejercicios futuros, para reprogramar su inversión en siete proyectos clave de modernización, según ha aprobado el Consejo de Ministros en su reunión de este martes. Los programas sobre los que el Gobierno ha aceptado nuevos cálculos son todos de armamento, y afectan a la dotación de drones, vehículos de combate, helicópteros, misiles de defensa antiaérea y buques de vigilancia hidrográfica costera. El total de inversión que suponen los siete programas asciende a algo más de 3.929 millones de euros.

Misiles, blindados, aeronaves no tripuladas para la adquisición de inteligencia e incursiones, helicópteros para desplegar tropas o interceptar submarinos... No hay precedente reciente para esta nuevo gesto de sobrevenida mano abierta con la inversión militar. Tras el acuerdo del último Consejo de Ministros, Defensa tiene el visto bueno para acelerar, incrementar y recalcular hasta 2035 sus compromisos de gasto relacionado con la licitación o desarrollo de estos programas.

Afecta en parte el clima creado por la guerra en Europa, como en general afecta también a todo el aumento del gasto en Defensa; el mismo incremento que, a raíz de la cumbre de la OTAN en Madrid, anunció el Ejecutivo. Pero la mayoría de las necesidades cubiertas por esta reprogramación de gasto hacen referencia a programas en los que se venía trabajando años antes de que Rusia invadiera Ucrania.

Hay sin embargo tres inversiones cuya necesidad se ha hecho más perentoria a causa de la guerra. Entre las reposiciones de material, nuevos misiles Mistral. Defensa ha admitido que ha donado lanzaderas y cohetes de este sistema de fabricación francesa a Ucrania como ayuda defensiva, si bien nunca ha precisado el número. Los Mistral son misiles lanzables por un solo hombre, capaces de alcanzar a aviones o helicópteros que vuelen a baja cota en seis kilómetros a la redonda.

Entre los que en Defensa llaman Programas Especiales de Modernización está también otro que ha tenido una relación -si bien menos directa que los Mistral- con Ucrania. A finales de 2021, el Ejército comenzó a reemplazar sus vehículos TOA (Transporte Oruga acorazado), que sirven para llevar tropas y heridos en el campo de batalla. De los TOA, España ya ha entregado 20 unidades a Ucrania y enviará otros 20 antes de que acabe el mes. En el recálculo presupuestario decidido hoy en la reunión de Moncloa está incluido el Programa de Vehículo de Apoyo al Combate sobre Cadenas (VAC) , que prevé en una primera fase sustituir parte de 600 TOAs que retirará el Ejército. El importe total del programa es de 1.970 millones de euros.

Vehículos Pizarro en unas pruebas del Ejército.

Vehículos Pizarro en unas pruebas del Ejército. / Ejército de Tierra

También entra en el ámbito de la modernización un importante capítulo de gasto en nueve sistemas de tres drones cada uno de altas prestaciones (programa SIRTAP), fabricados bajo liderazgo de Airbus. Son aviones no tripulados con 150 kilos de capacidad de carga, dotados de cámaras infrarrojas de última generación y capacidad de vuelo a 40 grados bajo cero con los que España dejaría de depender de los drones israelíes de su actual sistema Searcher. El coste: 500 millones de euros repercutibles ahora hasta 2031. España ha donado drones a Ucrania, si bien Defensa no ha especificado modelo y número.

Blindados y helicópteros

Uno de los programas más veteranos (no solo por su origen, también por su retraso) cuya inversión se acelera es el del vehículo Pizarro. Se trata de carros de combate ligeros -más que el Leopard, que es el tanque principal del Ejército-, de fabricación española que se vienen proyectando desde los años 90 y que han pasado de ser una necesidad a representar una auténtica carencia en las unidades mecanizadas. El proyecto representa 16.355.000 euros, cuyo impacto afecta a los ejercicios 2024 y 2025.

Paralelo a este programa, otro con importantes retrasos: el del vehículo de combate sobre ruedas VCR 8X8 Dragón, un blindado que pasará a ser medio central de despliegue en tierra, como antes lo han sido otros viejos blindados sobre ruedas con los que el Ejército patrulló en los Balcanes, Irak, Afganistán o Líbano. Una nueva dotación tecnológica a su puesto de conducción y sus sistemas de armas representan 420 millones de euros, repercutibles hasta 2028.

Helicóptero NH90 del Ejército.

Helicóptero NH90 del Ejército. / M. Defensa

Mucho menos gasto, pero más del doble de la inversión en Pizarros, 39,8 millones, representa otra carencia de las Fuerzas Armadas, agravada por los recortes presupuestarios que trajo el estallido de la burbuja: la falta de un helicóptero de cuarta generación. De momento Defensa cuenta con seis unidades del NH90, las primeras que le han sido entregadas. El desarrollo de este helicóptero de transporte táctico, apto para misiones navales y en tierra, supuso una de las partidas cuantiosas en el presupuesto calculado a finales del pasado año: 106 millones de euros para sustituir con estos nuevos helicópteros los viejos Superpuma y Cougar actualmente en servicio.

El Cougar con que el Gobierno de Aznar envió a los soldados de Operaciones Especiales a tomar el islote de Perejil en 2002 podría ser abatido hoy, 21 años después, por los nuevos sistemas navales con que se está dotando Marruecos. De la inversión de 106 millones, se acelera ahora un tercio con afectación en los próximos presupuestos hasta 2027.

Un segundo programa de helicópteros es tan perentorio como el del NH90. Se trata del MH60, helicóptero multipropósito pensado por Defensa para la guerra antisubmarina. Precisamente en guerra bajo el agua España está hoy en desventaja con respecto a otras armadas del Mediterráneo, como la argelina. Mientras llega, con conocidos retrasos, el nuevo submarino de la generación S80 que se desarrolla en los astilleros de Cartagena, la necesidad de este helicóptero se ha hecho muy relevante en los planes de la Armada, e importa 820,5 millones de euros con impacto anual hasta 2029.

El recálculo del presupuesto de modernización también afecta dotar a la UME de material gastado, y a la Armada de dos nuevos buques de patrulla hidrográfica costera -para sustituir por 162 millones, como ya se pensó en 2021, al viejo Antares, buque de la clase Castor que se acerca a la edad de jubilación, prevista en 2025.