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Alfons López Tena: "El 'procés' fue un intento de reforma estatutaria por las malas"

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Barcelona 01/05/2023 Cuaderno Retrato a Alfons Lopez Tena AUTOR: JORDI OTIX

Barcelona 01/05/2023 Cuaderno Retrato a Alfons Lopez Tena AUTOR: JORDI OTIX / JORDI OTIX

Daniel G. Sastre

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Alfons López Tena (Sagunt, 1957) vive desvinculado de la política desde que el partido que contribuyó a crear, Solidaritat, quedó fuera del Parlament hace ahora una década. Este notario exmiembro del Consejo General del Poder Judicial (a propuesta de CiU) fue hasta entonces un contundente activista por la independencia de Catalunya; después, se convirtió en un crítico implacable de las formaciones soberanistas, a las que acusa de mentir a los ciudadanos.

Hace algo más de una década que usted dejó el Parlament. Echando la vista atrás, ¿qué intentaron hacer en la legislatura en que estuvieron en la Cámara?

La independencia. Ha fracasado, y ya está.

¿Ha fracasado definitivamente?

Yo creo que sí. Si no lo pensara, me dedicaría a ello. Si no lo hago es porque pienso que no tiene opción, por una razón: no ya por el cerca de 50% de catalanes que pueda estar en contra de la independencia, sino por la otra mitad que sí vota a Junts, ERC o CUP, que desea la independencia pero no la quiere. Lo que han hecho durante este tiempo es exactamente lo contrario de lo que hace falta para conseguir la independencia en Europa occidental.

¿Qué habría que hacer?

En su momento nosotros hicimos una propuesta, y no me refiero solo a Solidaritat, sino a toda una serie de gente que venía de un ámbito profesional, universitario, de las consultas populares... Era una coyuntura en un momento determinado. Después del fracaso, de haber convertido todo en una parodia (referéndums que no son referéndums, declaraciones de independencia que no son declaraciones de independencia, gobiernos en el exilio que ni son gobiernos ni están en el exilio) la situación está tan hundida que no creo que sea reconducible. 

¿Usted se reconoce como principal propagador del lema ‘Espanya ens roba’? ¿Lo reivindica?

Sí. En aquellos años fueron muy movilizadores los estudios sobre el déficit fiscal, pero con una terminología muy académica y elevada. Hacía falta ir a un seminario a Esade o a IESE para entenderla. Pensé que eso había que convertirlo en un eslogan. Era la manera clara y entendible para explicar que los ciudadanos y las empresas pagan muchos más impuestos que los servicios que reciben. Pero claro, lo de decir las cosas de una manera entendible... ERC y CDC acordaron prohibir que se usara esa expresión, cosa que nosotros desacatamos.

Compartió grupo parlamentario con Joan Laporta. ¿Qué piensa de su trayectoria posterior?

Laporta no tiene ningún tipo de formación política. Enseguida lo vimos: antes de las elecciones (de 2010) tenía unos planteamientos desaforados sobre cuántos diputados podríamos obtener. Uriel Bertran y yo, que conocíamos este mundo, sabíamos que sería un gran triunfo poder entrar. Para él, con solo cuatro diputados lo que teníamos que hacer es irnos a Convergència, dar apoyo a Mas y ya está. Evidentemente nuestros militantes no aceptaron eso, y él abandonó Solidaritat y se pasó donde le dijo CDC que fuese: con Portabella al Ayuntamiento. 

Usted empezó a militar en Convergència en 1989. ¿Queda algo de ese partido?

No. Convergència se basaba en la idea de conseguir un autogobierno, con más o menos intensidad, sin poner en cuestión la pertenencia de Catalunya a España. Y ahí se movía bien. Además, tenía capacidad de interlocución con los posibles gobiernos de España. No era diferente de lo que había hecho ERC en la República, de lo que había hecho la Lliga, de lo que habían hecho en su momento los catalanes de Franco. ¿Qué pasa? Que eso llega un momento que se acaba, porque esta vez el régimen democrático se consolida y dura décadas. Un día se llega al techo, y en ese momento hay que preguntarse si es suficiente o no lo es. Pero, si se plantea en esos términos, esos partidos no tienen oferta política, porque el paso siguiente ya es la independencia.

Junts, o al menos una rama de Junts, ¿es heredera de la forma de hacer política de Solidaritat, desacomplejada, quizás populista?

No. Y no creo que nuestra forma de hacer política fuera populista. En cuanto a decir las cosas claras: nosotros cuando decíamos las cosas las hacíamos, mientras que lo de Junts es un verbalismo sin acción, sin que se lleve a la práctica. Lo que hace Junts es lo que Convergència hacía el 11 de septiembre, el día de Sant Jordi, en alguna escuela de verano... pero todos los días. Sin que tenga tampoco ninguna traslación en la gestión real. 

¿Laura Borràs y los ‘borrasistas’ podrían ser herederos suyos?

No, por amor de dios. Son muy cínicos. Nosotros nunca jugamos al culto a la personalidad, a la adoración del líder. No, por favor.

¿A quién tendría que votar un independentista en las elecciones del 28 de mayo?

Las elecciones del 28 de mayo no tienen nada que ver con la independencia. Por tanto, debería votar basándose en otras cosas, porque la independencia ni está ni se le espera.

¿Usted qué habría hecho para que el ‘procés’ hubiera salido adelante?

Es que no tiene sentido hablar en esos términos. Porque aquellos eran unos momentos específicos y ahora las circunstancias están muy marcadas por el fracaso de lo que hicieron ERC y CDC para impedir la independencia, en definitiva. Lo que hicieron fue aparentar que se ponían al frente de una manifestación, que ya existía sin ellos, a efectos de reconducirla para obtener nuevas competencias. Lo decían abiertamente: 'sit and talk', con esta cursilería cutre que siempre usan. ¿'Sit and talk' qué quiere decir? Pues eso: como tenemos a la gente movilizada vamos a una mesa y hablemos de a ver qué competencias sacamos, del concierto económico o del tope del IRPF. Hicieron parodias de referéndums, recuerde que Puigdemont se quejaba constantemente de que no le hacían ninguna oferta. El 'procés' fue intentar una reforma estatutaria por las malas. Presionando, amenazando con la independencia, a efectos de conseguir una reforma estatutaria. Ya dijeron que jugaban al póker de farol, y encima iban explicando el farol: en Madrid todo el mundo sabía que todo era para que les hicieran caso.

A usted se le acusa desde una parte del independentismo de hacer daño al movimiento. ¿Cree que ha podido perjudicar al independentismo?

No. Mi aportación específica ha sido la de poner las cosas claras, la de que cayesen las caretas. Porque ya había acabado el ciclo del catalanismo reformador de España y conseguidor de competencias para Catalunya. Había acabado porque ya se habían conseguido. Y era hora de hablar claro, y no con los eufemismos y los engaños de siempre.

¿No se puede conseguir la independencia?

Creo que la mentalidad y la manera de plantear las cosas es absolutamente incompatible con conseguir la independencia. Cosa que es normal, porque los catalanes han conseguido sobrevivir en periodos de hostilidad grave del Estado: dictaduras, guerras civiles, estados de excepción, bombardeos de Barcelona... No han desaparecido y han sobrevivido 'fent la viu-viu' (trampeando), y eso ha marcado sus capacidades y su manera de hacer. Son incapaces de plantearse el salto cualitativo que supone la independencia.

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