La proyección de Catalunya

Pere Aragonès se aferra al diálogo internacional para mantener vivo el 'procés'

El 'president' saca pecho de haber retomado las relaciones europeas y cuenta con un plan para intensificar la agenda exterior en los tres próximos años

Aragonès, en Colombia

Aragonès, en Colombia / GOVERN

Sara González

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Por mucho que el Gobierno de Pedro Sánchez insista en que Catalunya ha pasado página al 'procés' gracias a su apuesta por el diálogo para pacificar el conflicto, el Govern de Pere Aragonès niega la mayor y defiende que la reclamación del derecho de autodeterminación y las consecuencias de una judicialización que persiste son la prueba de que el nudo gordiano no ha aflojado. Pero un nuevo ciclo electoral está en marcha y la Generalitat asume que se ha entrado en un período inhábil para ir más allá en la negociación con la Moncloa. Es por eso que el 'president' se ha propuesto avanzar en su propuesta de acuerdo de claridad para fijar las bases de un referéndum pactado, un propósito estrechamente vinculado al impulso de una agenda exterior que su equipo se esmera en cultivar.

La filosofía es que, mientras la mesa de diálogo esté en 'stand by' a la espera de un nuevo 'momentum' para reactivarla -ERC calcula que eso puede pasar en función de las necesidades de suma de Sánchez tras las elecciones generales-, el diálogo internacional sea una "prioridad" para reforzar la presencia de Catalunya más allá de sus fronteras y tejer alianzas que la consoliden como un "actor comprometido y fiable" ante los grandes retos globales. Se trata de afianzar unas relaciones que sirvan también para hallar una mayor comprensión y reciprocidad a la hora de abordar el conflicto territorial con el Estado. De hecho, la "internacionalización" es uno los ejes de actuación primordiales de la hoja de ruta de los republicanos.

El Govern hace un balance positivo de la actividad en esta materia de los últimos dos años y, especialmente, de los últimos meses, a pesar de las duras críticas que levantó en los exsocios de Junts la gira por América Latina de marzo. Por un lado, subrayan que se han retomado las relaciones con la Comisión Europea gracias a las reuniones de Aragonès con comisarios, un nivel de contactos que no se producían desde 2015, justo antes de los años de máxima efervescencia independentista. También destacan las cinco reuniones con ministros de estados -de Chile, Argentina y Colombia- que ha mantenido el 'president' al llegar al ecuador de la legislatura, las mismas que todos sus predecesores desde 2014, y la intensificación de los lazos con el Parlamento Europeo y organismos como Naciones Unidas, la UNESCO o la Organización Mundial de la Salud. Con todas ellas el 'president' ha mantenido encuentros.

En total, Aragonès ha hecho 14 viajes internacionales en una docena de países: Escocia, Francia, Alemania, Bélgica, Suiza, Estados Unidos, Irlanda, Colombia, Uruguay, Argentina, Chile y Andorra. Un balance al que se suman los 13 que ha hecho la 'consellera' de Acció Exterior, Meritxell Serret, a una decena de países desde que asumió el cargo el pasado mes de octubre. Con este recuento ya a las espaldas, la vocación del Govern es acelerar en la segunda mitad del mandato su acción exterior con un plan específico recientemente aprobado para proyectarse durante los próximos tres años como un "actor influyente" en la Unión Europea.

Más delegaciones que nunca

El Govern también proyecta las delegaciones en el exterior como otro de los pilares de su agenda internacional. En el pacto de presupuestos sellado con el PSC, Aragonès se comprometió a no ampliar la red ya existente este año, por lo que se centrará, por ahora, en la veintena -la cifra más alta que ha tenido nunca la Generalitat- que ya tiene operativas (13) o que están en fase de despliegue (7). La próxima que se creará, como anunció Aragonès recientemente durante la gira en América Latina, será la de Colombia. Esta red de delegaciones se complementará con la creación de una nueva figura, la de "enviados" del Govern, en países que requieran una "especial atención", como es el caso de Irlanda.

Pero más allá del compromiso de no abrir nuevas oficinas durante este 2023, el Govern sí que está estudiando los enclaves estratégicos en los que más adelante, y dentro del plan trazado hasta 2026, quiere tener presencia una consolidada que entiende que tendrá unos beneficios en términos diplomáticos, económicos, culturales y sociales, pero que también en términos de complicidades ante la reclamación de celebrar un referéndum sobre la independencia.

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