Aragonès: "Catalunya tendrá más delegados exteriores que nunca en la historia"

El 'president' de la Generalitat, Pere Aragonès, ha asegurado que su Ejecutivo ha vuelto a situar a Catalunya en la "escena internacional" y que, en ese sentido, persistirá en su objetivo de desplegar, consolidar y expandir la red de delegaciones exteriores, que ha alcanzado la cifra más alta en su historia.

Así lo ha expuesto Aragonès en un discurso ante los medios en Barcelona, junto a la consellera de Acción Exterior, Meritxell Serret, antes de presentar las líneas estratégicas de la acción exterior catalana para los próximos cuatro años ante el Consejo de Acción Exterior y de Relaciones con la UE. "Estamos dando un fuerte impulso a la acción exterior del país", ha afirmado. "Fruto de eso, podemos afirmar con rotundidad que el Govern vuelve a tener una presencia internacional destacada".

La acción exterior, ha explicado, es "una de las prioridades" marcadas por su gobierno, con el "objetivo de volver a poner a Catalunya en la escena internacional", bajo los principios de "utilidad, credibilidad y reputación". "Más allá de titulares -ha resumido-, ser realmente útiles". El presupuesto de Exteriors para 2023 supera por primera vez los 100 millones de euros, un 17% más que el anterior presupuesto.

20 delegaciones y una más en camino

Entre los ámbitos estratégicos de esta hoja de ruta exterior del gobierno catalán están las delegaciones en el extranjero. De hecho, con el nombramiento mañana del delegado del Govern en Andorra, la Generalitat tendrá "más delegados que nunca en la historia, un total de veinte", ha subrayado el 'president', que ha recordado la última apertura de la delegación del Cono Sur, en Buenos Aires, y el reciente anuncio de una nueva oficina en Colombia, ambas durante su gira de nueve días por Latinoamérica.

Hoy Catalunya tiene 13 delegaciones "plenamente operativas", según fuentes del Govern: la de Unión Europea (Bruselas); Francia; Reino Unido e Irlanda; Alemania; Estados Unidos y Canadá; Italia; Europa Central; Portugal; Suiza; Sureste de Europa; Países Nórdicos y Bálticos; México y América Central; y Norte de África. A esas se suman siete "parcialmente operativas", es decir, aquellas con un delegado nombrado, pero pendientes de poner en marcha su oficina o desarrollar una estructura: son Cono Sur, Senegal, África Meridional, Corea del Sur, Japón, Brasil y Andorra. Y más allá de estas veinte, se añadiría la futura de Colombia, delegación meramente anunciada, pero sin decreto de creación ni delegado nombrado.

Por su parte, la consellera Meritxell Serret ha remarcado la voluntad de seguir con la "expansión" de delegaciones exteriores. "Y cuando lo consideremos conveniente, abrir nuevas", ha sugerido la dirigente, quien por otro lado ha explicado que su departamento lanzará un programa para reforzar los servicios y lazos con el amplio cuerpo consular establecido en Barcelona.

Una figura "complementaria"

Pero junto esas delegaciones, Aragonès ha detallado que su Ejecutivo está "desplegando" además una figura "complementaria", la del enviado del Govern, que no es de nueva creación, aunque sí se había utilizado hasta ahora de forma limitada y poco regulada.

Por el momento existen únicamente tres perfiles de este tipo, dos de carácter geográfico (en Polonia y en Irlanda, este último recientemente anunciado por Aragonès) y una sectorial (en Bruselas, especializado en ámbito tecnológico).

Se trata de una figura con estatus por debajo del delegado, sin estructura ni equipo, pero que se considera más "ágil y flexible" para determinados casos; el objetivo del Govern es regular estos perfiles próximamente, según fuentes del Palau de la Generalitat.

"Los enviados serán un primer paso para tener mayor presencia internacional, y podrán ser un paso previo a la apertura de nuevas delegaciones", ha relatado Aragonès. "Abriremos las delegaciones que haga falta y destinaremos los enviados que sean necesarios para una representación más fuerte y significativa en el exterior, y para defender en todos los ámbitos los intereses de Cataluña".

Por otro lado, más allá de la red de oficinas exteriores, el 'president' también ha esbozado sus otros dos grandes retos: el compromiso ya avanzado hace semanas de destinar el 0,7 % de ingresos propios para la cooperación al desarrollo; y establecerse como actor estratégico en el Mediterráneo, contribuyendo a liderar la creación de una "macrorregión" que agrupe a países de ambas orillas.