Conflicto territorial

El PSC busca sacar de la agenda el acuerdo de claridad de Pere Aragonès

Los socialistas rechazan dar alas al "relato electoral" de ERC para que el 'procés' no vuelva a la primera línea del debate político

El líder del PSC, Salvador Illa, en un consejo nacional de su partido

El líder del PSC, Salvador Illa, en un consejo nacional de su partido / ENRIC FONTCUBERTA / EFE

Sara González

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Presumía este viernes Salvador Illa de haber logrado, gracias al acuerdo de presupuestos sellado con el Govern, que las infraestructuras hayan vuelto a ser una prioridad en la agenda política. De haber resucitado tanto el debate sobre el crecimiento del aeropuerto del Prat como el del cuarto cinturón, así como, de forma más sobrevenida que buscada, el de cómo afrontar una sequía ante la que señala que no se han hecho inversiones de contingencia. Una manera de decir, por parte del líder del PSC, que se habla más de los "problemas reales" y ya no tanto de un 'procés' que sostiene que se ha ido deshinchando por la apuesta dialogante del Gobierno de Pedro Sánchez.

Es por eso que desdeña la cumbre sobre el acuerdo de claridad para fijar las bases de un referéndum que ha planteado el 'president' Pere Aragonès y que para la cúpula socialista es un "relato electoral" que pretende insuflar oxigeno a una etapa, la del auge del independentismo, que dan por agotada. Prueba de ello, subrayan, es que son ellos "el primer partido" en Catalunya y siguen en cabeza en las encuestas del CEO, que ERC, Junts y la CUP están atrapados en una batalla sin cuartel sin vises de recoser relaciones a corto plazo y que en el Parlament el PSC ha aprovechado esas grietas paras labrar una centralidad que le permite pactar con unos y con los otros.

Con esta radiografía de situación, si una cosa buscan evitar los socialistas, más aún en año electoral, es que el conflicto territorial vuelva a escalar posiciones hasta copar de nuevo el debate público. Y eso es precisamente lo que consideran que busca Aragonès a las puertas de las elecciones municipales pero muy especialmente de cara a les generales de finales de año, cuando, en función de los resultados, Pedro Sánchez se encuentre de nuevo a merced del voto de ERC para continuar en la Moncloa. Illa, que ya ha amenazado con no asistir a la reunión que el 'president' pretende convocar en junio para debatir sobre el acuerdo de claridad, busca dejar en fuera de juego la agenda de los republicanos.

La cúpula de la calle Pallars resta a la espera de la convocatoria oficial, que será ya pasadas las municipales, para responder si piensan sentarse o no en esa cumbre. El rechazo a la propuesta es granítico, pero no la decisión de aceptar la cita. Si bien la portavoz en el Parlament, Alícia Romero, apuntó que la filosofía de su partido es atender a todas las convocatorias del Govern y que diputados socialistas defienden que no hay que dejar vacante ninguna silla, otros dirigentes de peso en el partido consideran que hay que dar plantón al 'president' para no quedar atrapados en su telaraña. Por ahora, la última respuesta formal de Illa ha sido que su partido no se compromete a asistir a un encuentro para debatir una propuesta que suponga "dividir a los catalanes".

La mesa de partidos pendiente

En todo caso, el PSC continúa exigiendo a Aragonès que convoque la mesa de partidos catalanes a la que, más allá de la mesa entre gobiernos, se comprometió ERC cuando acordó la investidura de Sánchez. Es decir, un espacio de interlocución en el que no se predetermine ninguna propuesta en concreto, sino que cada cual aporte la suya. "Si es así, explicaremos la nuestra, pero lo que no haremos es acompañar a un relato político", explican des de la cúpula del PSC. En una conferencia el 13 de enero del año pasado, Illa abogó por "corregir la anomalía" del Estatut. Sin embargo, no entra dentro de los planes del jefe de la oposición abrir este melón ni ahora ni justo antes de las elecciones generales. Cambiar las coordenadas de la agenda sería para Illa alterar un marco político que hoy le es favorable.

La dirección socialista fue informada vía mensaje el lunes de que el 'president' anunciaría al día siguiente la cumbre sobre el acuerdo de claridad. Las formas, aseguran, denota que la vocación de ERC "no es llegar a un acuerdo" para resolver el conflicto porque ni tan solo ha buscado la complicidad de Junts o de la CUP ante una propuesta que ya topó con el rechazo de la mayoría del Parlament. "Hace estos planteamientos porque vienen elecciones", sostienen. En todo caso, para el PSC se trata de una apuesta estéril porque ni ellos entrarán en el debate de las condiciones de un referéndum que "no se celebrará nunca" ni lo hará -dicen- tampoco el PSOE sea cual sea el resultado de las urnas en diciembre.

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