Resolución del conflicto

Aragonès apuntala la selección del consejo académico para el acuerdo de claridad

Astrid Barrio, Pau Bossacoma, Elisenda Casañas y Josep Lluís Martí son los primeros nombres del grupo consultor del Executiu

Astrid Barrio

Astrid Barrio / ZOWY VOETEN

Xabi Barrena

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Tras seis meses hibernado, desde que el 'president' Pere Aragonès anunciara su plan en el debate de política general de finales de septiembre, y después de la negociación de los presupuestos con el PSC, un viaje de 10 días en Latinoamérica, una urgencia médica y, ya puestos, la propia Semana Santa, el Govern ha dado ya los primeros pasos en pos de un acuerdo de claridad para la celebración de un referéndum de autodeterminación en Catalunya. El pistoletazo de salida público se llevó a cabo el pasado martes, con la presentación, por parte del mismo Aragonès, de la secuencia de pasos que debe de ocupar lo que resta del 2023. Pero el inicio del proceso, fuera de los focos, empezó hace unas semanas.

La primera tarea que se marcó Aragonès fue la de formar un consejo académico que emita un informe abierto y que sea uno de los documentos a tener en cuenta para la elaboración final de la propuesta y trasladarla a Madrid. Y en ello está el Govern, aunque este jueves y viernes, se han producido notables avances.

El primer movimiento vino en la semana previa a la Semana Santa cuando se contactó a un número indeterminado de personas con trayectoria en las universidades en cuanto a resolución de conflictos para proponerles la participación en este 'consejo de sabios'. Por cómo 'respiraban' los precandidatos, el Executiu descartó algunos. También se abrió la puerta, óbviamente, a aquellos contactados que bien por causa profesional o personal, o bien por estar en desacuerdo con el objetivo de este consejo, decidieron salir de escena. Todos aquellos que pudieron y quisieron seguir adelante, algunos con alguna duda, con el 'casting' se vieron con el Govern en la propia semana de Pascua, para "tomar contacto", cuenta una voz del Palau de la Generalitat.

Uno por uno

La siguiente fase ha tenido lugar entre este jueves y este viernes y ha tomado forma de entrevistas individuales. Tras estas, algunos nombres ya han pasado a formar parte del consejo académico. Así, según ha podido saber este diario los cuatro primeros nombres elegidos serían el de la profesora de Ciencia Política de la Universitat de València y miembro del Comité Editorial de EL PERIÓDICO Astrid Barrio; el profesor de los Estudios de Derecho y Ciencia Política de la UOC y también colaborador de EL PERIÓDICO Pau Bossacoma; la doctora en Derecho, Profesora de Derecho Público y Derecho Humanos en la Universidad de Edimburgo, Elisenda Casañas, y el profesor de Filosofía del Derecho en la Universitat Pompeu Fabra, Josep Lluís Martí.

Pau Bossacoma, Elisenda Casañas y Josep Lluís Martí

Pau Bossacoma, Elisenda Casañas y Josep Lluís Martí / EPC

Según fuentes conocedoras en primera mano del proceso de selección, el Govern ha indicado a los académicos contactados que la intención no era crear una corte de eruditos pro-ERC que validaran las acciones de Pere Aragonès, sino buscar un abanico de pensamiento amplio, con cierta voluntad de relevo generacional con respecto a los nombres que, durante la etapa dura del 'procès' coparon los medios. "Este consejo emitirá un informe que se sumará al que resulte del debate con la ciudadanía, con las entidades y con los partidos políticos. De la suma de todo ello saldrá la propuesta final de acuerdo de claridad", explicó una voz del Govern el pasado martes, cuando el 'president' dio a conocer los ocho pasos que deben emplear todo este 2023.

Esta misma voz resumió gráficamente lo que se pretende: "El consejo académico no será el 'padre' del acuerdo de claridad. Ellos firmarán un informe consultivo donde se apuntan algunas salidas, que pueden ser, a la postre, viables o no. Delimitan, hasta cierto punto, el terreno de juego donde se va a mover el Govern, pero no fijan que tipo de juego va a hacer el Executiu"

Zonas grises

"Se ha garantizado a los expertos", prosigue la persona que ha vivido este proceso, "que no habría utilización política y se les ha exhortado a que trabajen en plena libertad y dando respuestas 'abiertas'", es decir, huyendo de la binariedad y adentrándose en la zona de grises. "De hecho", sentencia esta voz, "ese es el trabajo académico".

Asimismo se ha expuesto a los contactados que el ítem a resolver, como es público y notorio, es la resolución en sí del conflicto y que la opción que maneja Aragonès es la del voto sobre la independencia. Ello no obsta para que, si alguno considera, en el marco académico, que no ideológico, que esta no es la mejor opción, pueda razonarlo e incluirlo en el informe.

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