Oriol Junqueras y Gabriel Rufián señalan a ERC como la "izquierda de verdad" en Santa Coloma

La campaña de ERC en el área metropolitana no ahorra pólvora. En el acto de este viernes en Santa Coloma, el presidente de la fuerza republicana, Oriol Junqueras, ha tratado de emplear mísiles ideológicos contra la línea de flotación del PSC, amo y señor electoral en la ciudad desde hace décadas. "ERC es el que representa a aquellas izquierdas de verdad que ganaban en las urnas, antes incluso que lo hiciera el PSC-PSOE. Nosotros somos, en términos británicos , los 'true reds', el 'true labour'", clamó Junqueras. Es decir, los socialistas o socialdemócratas auténticos.

Junqueras siguió con la diatriba contra el partido socialista. "Se llaman de izquierdas, pero tienen un amplísimo expediente de corrupción y, la única cosa que gestionan, las Rodalies, son incapaces, desde hace años, de hacer que funcionen".

El alcaldable republicano colomense, Gabriel Rufián, presumió de su trabajo en el Congreso. "Nosotros no somos responsables de la política del PSOE, somos responsables de sus rectificaciones. No somos responsables del poder judicial español. Y si alguien quiere más rectificaciones del PSOE, que nos dé más fuerza", aseveró.

Ataque a Parlon

Y también se refirió a los socialistas. "En estas elecciones nos enfrentamos a regímenes. EL PSOE gobierna en ciudades catalanas desde hace 20, 30 y 40 años. Y eso es tóxico, no es sano. La relación que el PSOE mantiene con estas ciudades es una historia de supeditación", señaló Rufián que, de inmediato, acercó el ejemplo a Santa Coloma. "Núria Parlon lleva 14 años de alcaldesa y el PSC, 32 en esta ciudad. Parlon ha tratado de 'escapar' de Santa Coloma 150 veces. Santa Coloma para ella es un premio de consolación. Lo que le gustaría ir a Madrid", se jactó el republicano. Y se guardó la puya final hacia el socialismo catalán para acabar esta parte: "Y si, digo el PSOE, porque el PSC, las siglas que fueron gloriosas, ya no existe. Su último gran representante fue Ernest Maragall y será el próximo alcalde de Barcelona.

Perfilado el adversario, Rufián dejó claro que el esencialismo nacionalista tiene poco recorrido enel área metropolitana. Y, ante ello, abogó por buscar aquellas componentes que unen a todos, como son la precariedad. Y presentó su santa trinidad de campaña: escuela, familia y trabajo.

Por aquello del escenario, un instituto público, Rufián se centro en el primer vértice del triángulo: "Si soy alcalde prometo construir tres guarderías, en Fondo, Centre y Singuerlin. Mejoraremos todas las instalaciones escolares. Y dedicaremos 800.000 euros a reforzar el inglés en los centros". Asimismo, volvió aprometer la construcción de una segunda residencia para la tercera edad (la que motivó toda la polémica con el 'conseller' Carles Campuzano) y siete millones en política de vivienda social.