Viaje oficial

Sánchez defiende ante Xi la posición de Ucrania en la guerra con Rusia

El jefe del Ejecutivo español reclama en Pekín el “respeto” a “la soberanía y la integridad territorial del país agredido”

El presidente chino se compromete a “hacer contribuciones a la paz”

Juan Ruiz Sierra

Juan Ruiz Sierra

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

De todos los asuntos que centran la visita de Pedro Sánchez a China, el Gobierno español concede la mayor importancia a la guerra de Ucrania. Más que la reactivación de las relaciones económicas tras la pausa que supuso la pandemia de coronavirus, más que incentivar el turismo de los viajeros provenientes del país asiático, la Moncloa pone el foco en la invasión rusa. China mantiene en este conflicto una posición de neutralidad, pero también de cercanía con Vladimir Putin. El presidente chino, Xi Jinping, estuvo la semana pasada en Moscú, donde se entrevistó con su homólogo ruso. Este viernes, Xi se ha visto con Sánchez en Pekín, un encuentro que el jefe del Ejecutivo español ha aprovechado para defender la posición de Ucrania en esta guerra. 

En unas declaraciones al comenzar la reunión, que después ha transcurrido a puerta cerrada, Sánchez le ha dejado claro a Xi que la propuesta sobre la que se debe articular la paz debe ser la del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, que incluye la restauración de la integridad territorial del país invadido, el castigo penal para los responsables de crímenes de guerra, garantías para que no se repita el escenario bélico y que Moscú asuma el coste de todos los daños causados por la invasión. 

“Presidente Xi, tengo mucho interés en conocer su visión sobre el actual contexto geoestratégico global. También la posición de China sobre la guerra en Ucrania, especialmente tras su visita a Moscú. Sabe cuál es nuestra posición. Debemos seguir apostando por la paz: esa paz debe ser justa, duradera, conforme a la Carta de Naciones Unidas, y que respete los principios del orden internacional: la soberanía y la integridad territorial del país agredido, tal y como reclama el presidente Zelenski en su fórmula para la paz, que España apoya”, ha señalado Sánchez en el Gran Salón del Pueblo, un enorme edificio, repleto de inacabables estancias, situado en uno de los laterales de la plaza de Tiananmén.

Con estas palabras, el secretario general del PSOE deja claro que, frente a la propuesta de paz de China, su posición es la misma que la de Ucrania. Aun así, Sánchez también considera que la iniciativa del país asiático, que Zelenski rechaza porque evita condenar la presencia de tropas rusas y no se detiene en la devolución de territorios, tiene aspectos positivos. Primero, porque supone una mayor implicación del país asiático en el conflicto. Pero también porque China rechaza el uso de armas nucleares y defiende el respeto a la soberanía de los estados. 

Xi ha intervenido justo antes que el jefe del Ejecutivo español. El presidente chino no ha aludido directamente a la guerra de Ucrania, que Sánchez ha definido como “ilegal e injusta”, pero sí ha habido referencias indirectas, al subrayar la necesidad de “enfrentar desafíos y hacer contribuciones a la paz y el desarrollo del mundo”. Xi también ha alabado los “éxitos” de Sánchez en la “lucha contra el covid” y los “efectos de las turbulencias internacionales”. 

“Este es un tiempo en el que se acumulan las tensiones en diferentes rincones del planeta -ha señalado después el presidente español-. En Europa estamos conociendo de nuevo los horrores de una guerra a nuestro juicio ilegal e injusta y por tanto es un tiempo para el diálogo y la defensa de un orden multilateral basado en reglas. Para ese objetivo, debemos mantener los canales de comunicación abiertos, construir nuestra confianza a través de agendas positivas y colaborar en los temas que nos atañen a todos. Nada sustituye los contactos directos entre las autoridades y líderes de los países. Es muy importante que pese a las diferencias busquemos espacios de diálogo y también de concertación”.

La reactivación de las relaciones

La jornada, la segunda y última de este viaje de Sánchez a China, ha comenzado con el foco puesto en las relaciones económicas. La pausa ha terminado. Las relaciones de China con España, como con el resto de la UE, se han visto lastradas en los últimos años por la crisis del coronavirus, pero el gigante asiático abandonó en diciembre su estricta política de covid cero. En este contexto también se produce la visita de Sánchez. La reunión que el presidente del Gobierno ha mantenido en la mañana de este viernes con el recién nombrado primer ministro chino, Li Qiang, ha servido para relanzar estos vínculos económicos y comerciales. 

Ambos países han acordado reactivar los diálogos de alto nivel que se firmaron en 2018, en la visita de Xi a Madrid, que se vieron paralizados por la crisis sanitaria. También han firmado varios acuerdos sobre agricultura, educación y deporte. 

“Necesitamos hacer más esfuerzos para cooperar y hacer frente a los desafíos e incertidumbres. Compartimos la misma idea sobre promover la cooperación internacional. China siempre está dispuesta a hacer negocios con el resto de países del mundo. Lo más importante para nosotros es promover la cooperación. Estamos dispuestos a cooperar con España y a profundizar en la amistad entre los dos pueblos”, ha señalado Li en la reunión, celebrada en el Gran Salón del Pueblo, un enorme edificio, repleto de inacabables estancias, situado en uno de los laterales de la plaza de Tiananmén. El primer ministro también ha tenido palabras de elogio tanto para España (“un país grande de la UE que juega un papel importante en los asuntos internacionales”, ha dicho) como para Sánchez, a quien ha definido como “un mandatario que tiene mucha experiencia”. 

La necesidad del reequilibrio

Como el día anterior durante su discurso en el Foro de Boao, un encuentro similar al de Davos pero en versión asiática, el presidente español ha defendido que la relación entre ambos países sea “más equilibrada”. Sánchez, que en el segundo semestre del año asumirá la presidencia de la UE no citó el jueves el espinoso de los derechos humanos, pero sí subrayó la necesidad de que Europa se mantenga fiel a sus principios. “Permítanme ser franco, seguiremos defendiendo los valores y puntos de vista europeos con una perspectiva independiente, y con una aguda conciencia de nuestros objetivos, intereses y prioridades. No renunciaremos a ellos”, dijo. 

El presidente español se ha centrado esta vez en la necesidad de reactivar los vínculos. “La visita del presidente Xi a Madrid en 2018 supuso un importante impulso a la asociación estrategia integral que caracteriza las relaciones entre China y España. La declaración conjunta incluía una serie de compromisos que lamentablemente la pandemia puso en suspenso -ha explicado-. Ahora que la dejamos atrás, es importante el relanzamiento de esas relaciones. Espero que mi visita sirva para eso”.