Las cuentas de la Generalitat

Govern y Junts pactan el destino de 280 millones de los presupuestos

El Executiu se reúne hoy con el PSC para trasladar la contraoferta a sus demandas y desencallar la negociación

El 'president' Pere Aragonès, encabezando la comitiva del Govern este martes

El 'president' Pere Aragonès, encabezando la comitiva del Govern este martes / RUBÉN MORENO / GOVERN

Júlia Regué / Xabi Barrena

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El Govern sigue intentando cuadrar un complejo pacto a cuatro para los presupuestos de este 2023. Atado ya el apoyo de los 'comuns', el Executiu mantiene las negociaciones abiertas con el PSC y con Junts. Con los socialistas, está prevista una reunión esta mañana que se antoja clave para desencallar las cuentas. Con los posconvergentes, la Generalitat cerró la tarde del martes el destino de 280 millones de euros.

Según ha podido saber EL PERIÓDICO, Govern y Junts cerraron un paquete de medidas que se añade a los 83 millones de euros anunciados por la formación que lideran Jordi Turull y Laura Borràs para el impulso y fomento del catalán (que incluye 53 millones para la secretaría de Política Lingüística) y para aumentar los recursos destinados al fomento del aranés (263.000 euros) y al lenguaje de signos catalán (175.000 euros). 

En el primer encuentro desde el 22 de diciembre, el Executiu y Junts acordaron destinar 102 millones de euros a la creación de nuevas plazas de servicios sociales, permitiendo incrementar en 2.000 las plazas residenciales y de centro de día para personas con dependencia, incluyendo gente mayor, discapacidad y salud mental. Por otro lado, también ataron el destino de 40 millones para continuar el proceso de renovación de los equipamientos médicos públicos y 55 millones para la transformación energética con el fin de mejorar la competitividad de las empresas catalanas, vía ayudas.

En un comunicado emitido después del encuentro, los posconvergentes afirmaron que ven "diferencias importantes entre el proyecto del Govern y las propuestas presentadas por Junts en un documento de 50 medidas entregado el 30 de noviembre" y trasladaron "su preocupación por algunas condiciones del PSC en las negociaciones que buscan recortar el autogobierno, como la petición de congelar la apertura de las delegaciones en el exterior", aunque el Govern mantiene que continuará con el plan que tenía previsto y que pasa por consolidar las actuales.

Reunión clave con el PSC

La negociación está mucho más encarrilada con el PSC, cuyos negociadores se citarán este miércoles en una reunión clave. En ella, prevista para esta misma mañana (lo que motivó cambios en la agenda de la Consellera de Presidència, Laura Vilagrà) los republicanos pondrán sobre la mesa una contraoferta al paquete de demandas presentado por el PSC el pasado 28 de diciembre y que incluían aspectos de difícil encaje el corpus doctrinal de ERC como la ampliación del aeropuerto, el Hard Rock y el cuarto cinturón (B-40).

Se prevé que la propuesta republicana incluya un acercamiento a los socialistas en estos asuntos, aunque difícilmente se producirá el deseo de que se acepte en su totalidad. El "todo o nada" que han ido pregonando en las últimas fechas. Ya el pasado lunes, la portavoz de ERC, Marta Vilalta, advirtió de que "no era recibo" que mediante la negociación presupuestaria se intente colar "un cambio de modelo de las infraestructuras, para acercarlo más al siglo XX que al actual". Precisamente el partido, en la tarde del martes, es el que validó finalmente la oferta que se va a trasladar a los socialistas.

La semana pasada, el Govern dio por hecho un pacto con los socialistas que asciende a 5.386 millones de euros y en el que se incluye el 87% de los puntos que pidió el partido de Salvador Illa, unas 147 propuestas en el ámbito de la salud, la energía, los derechos sociales, la industria, el conocimiento, la educación la gestión del aguda o la movilidad.

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