El laberinto catalán

¿Todo sigue igual en Catalunya? Claves y entresijos de la encuesta del GESOP tras la ruptura del Govern

El PSC afianza su ventaja y ERC se impone a Junts tras la ruptura del Govern

El 40% de los catalanes culpan a Junts de la ruptura del Govern

Los catalanes, divididos entre elecciones o pactos para continuar la legislatura

Los votantes de Junts apuestan por aprobar los presupuestos de Aragonès

El 60% de catalanes no dan por acabado el 'procés' pese a la ruptura entre ERC y Junts

El primer sondeo elaborado tras la salida de Junts del Ejecutivo consolida algunas tendencias y abre varios interrogantes de futuro

encuesta Gesop mudo

encuesta Gesop mudo

Jose Rico

Jose Rico

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Un hámster es la roedora metáfora que más caló en el imaginario catalán para describir los efectos del llamado 'procés'. Muchas vueltas sobre una misma rueda (independentista) para quedarse siempre en el mismo sitio. Tras haber sufrido el mayor desgarro en 10 años con la ruptura entre ERC y Junts, la gran incógnita es: ¿todo va a seguir igual en el tablero político catalán? La encuesta del Gabinet d'Estudis Socials i Opinió Pública (GESOP) que acaba de publicar EL PERIÓDICO ha dado las primeras pistas.

A simple vista, parece que sí, que el equilibrio de fuerzas en la política catalana continúa impertérrito frente a la última gran convulsión. Pero los entresijos del sondeo demuestran que la realidad es algo más compleja.

¿Por qué gana el PSC?

Salvador Illa volvería a ganar las elecciones catalanas y lo haría con un margen de 5 escaños y casi 5 puntos sobre Pere Aragonès, cuando en los comicios del año pasado ambos quedaron empatados a diputados. El crecimiento socialista tiene tres explicaciones principales. La primera es que Illa consigna la fidelidad de voto más alta de toda la encuesta, por encima del 76% (la de ERC es del 56%). Además, el trasvase de voto más importante que refleja el sondeo es que el PSC se quedaría con el 17% de votantes de En Comú Podem, socio presupuestario de Aragonès y marca catalana del socio de gobierno de Pedro Sánchez. Y, en paralelo, las huestes socialistas son el partido que atrae a un mayor número de indecisos y abstencionistas, pues apenas el 9% del electorado socialista asegura estar hoy indeciso.

¿Podría gobernar Illa?

Como sucedió tras las elecciones de 2021, por más que venza en las urnas, las opciones de Illa de ser 'president' serán escasas mientras ERC mantenga el veto a cualquier tipo de alianza estable con el PSC. Socialistas y republicanos sumarían 69-71 escaños, lo que les permitiría gobernar sin depender del apoyo de En Comú Podem, pero el independentismo también mantendría la mayoría absoluta, con 71-74 diputados. Un nuevo acuerdo con Junts y la CUP le evitaría a Aragonès tener que ceder a Illa la presidencia de la Generalitat, pero ese pacto es el mismo que acaba de saltar por los aires. En todo caso, el Parlament que dibuja la encuesta sería el más de izquierdas de la historia: entre 86 y 90 escaños serían para formaciones progresistas. Casi dos terceras partes del hemiciclo.

¿Aragonès salva el 'match ball' de Junts?

En cuanto a expectativas electorales, el 'president' amortigua los efectos de la salida de Junts del Govern. ERC consigue una ventaja de 3 escaños y 1,5 puntos respecto a su exsocio, pero, en votos, esa diferencia apenas mejora en tres décimas el estrecho margen por el que los republicanos le ganaron las elecciones a los posconvergentes. A eso hay que añadir que Esquerra no logra frenar el ascenso del PSC, y que buena parte de los catalanes (y de los votantes de ERC) creen que serían recomendables unas elecciones anticipadas. La parte positiva para Aragonès es que su imagen como líder sigue siendo mejor que la de Illa y es el único político que aprueba, aunque sea con un 5 raspado, y destaca su buen tirón incluso en territorio comanche. El 16% de los encuestados no independentistas prefieren a Aragonès que a Illa al frente del Govern.

¿Junts sale tan mal parado?

Aunque el partido de Jordi Turull y Laura Borràs sería la formación independentista que más retrocedería, desde la encuesta que difundió en julio la Generalitat (elaborada también por el GESOP), Junts ha mejorado sensiblemente sus expectativas, mientras que el PSC y ERC se mueven en horquillas similares a antes del cambio de Govern. No obstante, la imagen de los posconvergentes cotiza ahora mismo a la baja: el 40% de los catalanes les culpan del cisma en el Consell Executiu; solo uno de cada 10 encuestados apoyan que Aragonès se someta a una <strong>cuestión de confianza</strong> como exige Junts; y el 70% de sus propios votantes les piden, en contra de lo que predica la dirección, que aprueben los presupuestos del Govern que había dejado encarrillados el ya 'exconseller' Jaume Giró.

¿Peligra la mayoría independentista?

De nuevo se cumple la tendencia de que el 'procés' resiste frente a viento y marea, pero no suma nuevos adeptos. Apenas hay trasvases de voto significativos entre los dos grandes bloques, y tampoco dentro del independentismo. Lo que sí existe en el bloque secesionista es un gran número de indecisos. Uno de cada cuatro votantes de ERC en 2021 y otros tantos de Junts no saben hoy qué papeleta elegirían, lo que deja la fidelidad de voto a ambas formaciones alrededor del 60%. La suma del independentismo oscilaría entre 71 y 74 escaños, es decir, en ningún caso mejoraría los 74 actuales. Y en votos, ERC, Junts y CUP perderían casi dos puntos respecto a las últimas elecciones, bajando del 48% actual al 46,2% de sufragios. A todo eso hay que añadir que el 60% de catalanes no dan por muerto el 'procés', opinión mayoritaria entre todas las tendencias ideológicas.

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