El videoanálisis de Verónica Fumanal

Claves andaluzas y españolas de la victoria del PP | El videoanálisis de Verónica Fumanal

La campaña con un mensaje basado en el voto útil para parar Vox fue el gran regalo para Moreno Bonilla, que fue percibido por los andaluces como el verdadero voto anti-Olona

Claves andaluzas y nacionales de la noche histórica del PP en Andalucía | El videoanálisis de Verónica Fumanal

Verónica Fumanal Callau

Verónica Fumanal Callau

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Las claves andaluzas

La gran pregunta es si en Andalucía ha habido un vuelco electoral, si Andalucía ha pasado a ser un bastión de la izquierda a ser una comunidad autónoma de derechas. Si uno analiza los resultados de 2018 y los de 2022, los resultados de Moreno Bonilla y su mayoría absoluta son el resultado de sumar todos lo votos de las derechas del 2018 y restarle los escasos votos que han conseguido arañar sus compañeros del bloque conservador. Así que podemos afirmar, con los datos en la mano, que el gran cambio electoral se produjo hace cuatro años, cuando algunos votantes que tradicionalmente habían confiado en el PSOE se fugaron hacia una 'derecha puente' y votaron a Cs. Una vez se ha votado a una 'derecha light', se rompieron los tabúes que Moreno Bonilla supo interpretar, ejerciendo una presidencia sin estridencias que activaran los anticuerpos de la izquierda.

La espectacular victoria de Moreno deja dos víctimas, una tocada de muerte, Ciudadanos; y otra, en estado menos grave pero pendiente de evolución, Vox. El partido naranja no consigue ni siquiera un Igea y su mensaje de repetir el gobierno que permitió el cambio ha sido interpretado por sus votantes como una llamada al voto útil a Moreno. Ciudadanos pierde el último gobierno autonómico pasando de la vicepresidencia a la irrelevancia, un caso de debacle sin paliativos que seguro tendrá muchos estudios forenses para explicarlo. En estos momentos la supervivencia de Ciudadanos no pasa ni por ser críticos con el PP, ni con querer seguir pactando con ellos. Vox infló tanto las expectativas con su #macarenazo que sus más dos diputados suponen un frenazo a su ascenso generalizado, pinchando el que parecía ser el ascenso imparable de la extrema derecha. Lo fiaron todo a las encuestas y ejecutaron torpe y agresivamente una campaña contra un Moreno intocable. De hecho, toda la plana nacional se desplazó a Andalucía para seguir con una espiral de éxito que no llegó a pesar de subir sus resultados, del macarenazo al pinchazo.

La otra grave crisis que abren estos resultados es a la izquierda, y con varios frentes. La primera en el PSOE de Andalucía con el peor resultado de la formación y más de 300.000 votantes que se quedaron en casa respecto al mermado resultado de Díaz. El cambio de liderazgo socialista no fue suficiente para suponer un revulsivo para su electorado tradicional. La campaña con un mensaje basado en el voto útil para parar Vox fue el gran regalo para Moreno Bonilla, que fue percibido por los andaluces como el verdadero voto anti-Olona. El cambio en Andalucía no ha supuesto un paréntesis como sí lo fue en Extremadura, sino que se ha consolidado, en parte por demérito de los socialistas.

El espacio a la izquierda del PSOE tiene dos vertientes bien distintas. Rodríguez consigue un premio de consolación que le vale para mantener viva su organización tras los cismas con sus antiguos socios. Sin embargo, Por Andalucía se queda muy lejos de las expectativas y sobre todo, supone el primer fracaso del intento de amalgamar a diferentes organizaciones sin éxito. La pequeña tregua que habían conseguido durante la campaña se rompió con el discurso de Nieto que cargó contra Rodríguez en lo que parece la antesala de la segunda parte de la guerra entre ambas formaciones, algo que no le ha traído buenos resultados y que en el futuro puede lastrar su supervivencia.

Las claves nacionales

Moreno Bonilla se ha convertido de facto en el sucesor natural de Feijoó. Si el nuevo presidente del PP era el líder indiscutible entre sus pares y eso le valió ser nombrado el único sucesor posible a Casado, el andaluz entra en el olimpo de las mayorías absolutas en una era política de gran fragmentación. Hasta el momento, el modelo Ayuso de imitación de Vox había sido la fórmula más imitada y loada entre los populares para hacer frente a la fuga de votos hacia la extrema derecha, ahora Moreno con una estrategia radicalmente distinta, basada en la moderación, consigue un mayor apoyo que la madrileña. Cómo reaccionara Ayuso y la derecha mediática madrileña… ¿se cambiará de fórmula o se comprenderá por fin que cada territorio tiene su afán, que cada circunscripción y cada cita tiene sus peculiaridades, que lo que funciona en Catalunya no tiene por qué funcionar en Andalucía o en Valencia?

En el socialismo se debe reflexionar sobre la utilidad de la estrategia de Pedro y el lobo con Vox. Los de la extrema derecha han dejado de ser la aguja que hacia saltar a los votantes del sillón para votar y así hacerle frente. Con más motivo si como parece Vox ha tocado techo. La izquierda debe encontrar un relato sobre su utilidad que se valga de sus propias fuerzas en positivo y no como reacción a los de Abascal. Sin duda, en el terreno de lo emocional estará la batalla en los próximos meses, la losa del cambio de ciclo será una dura batalla para los socialistas a nivel nacional. Sin embargo, la lectura positiva de la mayoría absoluta de Moreno para los socialistas es que el PSOE no deberá cargar con la responsabilidad de hacer un cordón sanitario en Andalucía, algo que a bien seguro estaba preparado por los populares, como cuando Rajoy no pudo hacer gobierno a la segunda y la presión recayó sobre el PSOE.

Yolanda Díaz va a tener que enfrentar su peculiar batalla en su ámbito. Los seguidores de Iglesias apuntarán a la vicepresidenta como responsable del fracaso de Nieto, sin considerar la premura de la unión, la fragmentación del espacio y la falta de pulsión de cambio que había en Andalucía. Pareciera que su principal valedor en otro tiempo será su principal adversario en su nuevo proyecto político que pretende huir de las siglas que no puede controlar. Sin duda, empezar una nueva oferta electoral con el lastre de Nieto y de Oltra no augura el mejor de los futuros. Veremos si la fortaleza de la gallega consigue aguantar la oposición interna y la coyuntura adversa. 

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