Rompe la tregua

Casado rompe la tregua y se lanza contra Sánchez

El líder del PP acusa al Gobierno de incumplir las directrices del Estado de derecho que marca la UE

Denuncia que el Ejecutivo va a "dilapidar" los fondos europeos para potenciar "su agenda electoral"

Pablo Casado en una reciente conferencia de prensa.

Pablo Casado en una reciente conferencia de prensa. / Eduardo Parra

Miguel Ángel Rodríguez
Juanma Romero
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La tregua que Pablo Casado parecía haber abierto con Pedro Sánchez ha durado apenas cuatro días. Poco después de que el líder del PP rebajara su tono con el presidente del Gobierno, la belicosidad del conservador volvió este miércoles a cotas habituales: le acusó de incumplir las directrices del Estado de derecho marcadas por la Unión Europea, de dilapidar los fondos europeos sin una "visión transformadora" y de "empobrecer" a los españoles.

En un acto junto al líder del Grupo del Partido Popular Europeo, Manfred Weber, Casado centró su discurso de 15 minutos en criticar al Gobierno por incumplir las directrices del Estado de derecho en materia de libertad de prensa, al desoír al Consejo de Estado (este órgano solo tiene carácter consultivo), al no respetar a la oposición ni su labor de control sobre el Ejecutivo y, por último, al intentar cambiar el modelo para elegir a los miembros del Consejo General del Poder Judicial. "El PP va a cumplir con los requisitos del Estado de derecho", sentenció Casado.

En un nuevo giro de guion -el pasado lunes suavizó su tono tras un mes de críticas a Sánchez-, el líder del PP acusó al Ejecutivo de ser el Gobierno "más radical de toda la Unión Europea y el más radical de la historia de España" y de hacer una gestión "nini" de los fondos europeos. "No ha habido ni conversaciones [...], ni ratificación parlamentaria, [...] ni oficina de seguimiento de los fondos y de su gestión, [...] ni se ha hecho este plan con los socios europeístas", lamentó Casado. Al respecto del último punto, lamentó que el PSOE haya negociado el Plan de Recuperación con Unidas Podemos, con socios de "las dictaduras latinoamericanas" y con los partidos independentistas con el objetivo de impulsar "su agenda electoral".

Pinchar el bote salvavidas

Los proyectos a los que se destinarán los fondos también fueron puestos en duda por Casado. Según dijo, carecen de una "visión transformadora" y solo buscan un "keynesianismo intensivo que maquille las cuentas macroeconómicas". El líder del PP denunció que el Ejecutivo está impulsando "planes a corto plazo o incluso proyectos irrealizables a largo plazo". Además, dejó caer que Sánchez está poniendo en peligro la llegada de los fondos al ir en contra de las reformas que exige la Unión Europea con la nueva ley de Educación, la intención de desarticular la reforma laboral del PP, la reforma de las pensiones que aprobó el pasado martes el Gobierno o la subida de impuestos.

"La respuesta es muy clara. Hay un mal Gobierno que está usando los fondos europeos para su agenda electoral", resumió Casado tras preguntarse cómo es posible que España siga en una situación de déficit público, teniendo en cuenta todo el dinero que ha recibido. "Europa ha dado un bote salvavidas a España y Sánchez lo ha agujereado", diagnosticó. En este sentido, avisó de que Sánchez está "empobreciendo" a los españoles y siendo "egoísta" con las generaciones futuras, a las que les hará pagar la deuda actual. "No lo vamos a consentir", concluyó.

A la par que el líder del PP endurecía su discurso, la Diputación Permanente del Congreso rechazó la mayoría de peticiones de los populares para que Sánchez y una diez de sus ministros comparecieran de urgencia. Tan solo salieron adelante aquella que el propio Gobierno impulsó: la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, para informar del precio de la luz, el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, sobre Afganistán y la responsable de Sanidad, Carolina Darias, por el proceso de vacunación.