Crisis entre España y Marruecos

La fiscalía investiga la devolución 'en caliente' de menores en Ceuta

Una de las denuncias admitidas pide ver las órdenes y notas de servicio de los militares que actuaron ante la oleada migratoria

Las autoridades calculan que, de los 8.000 migrantes que entraron en la ciudad autónoma, 1.600 eran menores

Crisis migratoria en Ceuta. FOTO: JOSÉ LUIS ROCA

Crisis migratoria en Ceuta. FOTO: JOSÉ LUIS ROCA / José Luis Roca

Juan José Fernández

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"Se observa cómo el menor desde el agua llorando expresa su miedo ante uno de los militares que custodian la playa", relata la denuncia que la Coordinadora de Barrios de Madrid ha dirigido a la Fiscalía pidiendo una investigación sobre posibles devoluciones en caliente de niños marroquíes durante la oleada de migrantes que llenó Ceuta la pasada semana.

El de la Coordinadora de Barrios es uno de los escritos de diversas ONGs que han llevado a la Fiscalía del Área de Menores de Ceuta a abrir desde su sede en Cádiz unas diligencias de investigación sobre esa supuesta devolución en caliente' de menores. De 8.000 personas que entraron en Ceuta a nado durante la fase más aguda de esta crisis migratoria, 1.600 son niños, según el cálculo de las autoridades ceutíes. La Cruz Roja, la Policía y el gobierno local han conseguido filiar a 800 de esos menores migrantes solos. Algo más de 400 han sido reclamados por sus padres desde Marruecos. Una cantidad aún por determinar oficialmente se presentó en la frontera de Tarajal para, acompañados por soldados que la custodiaban, volver Marruecos.

La denuncia de la Coordinadora de Barrios se basa en un vídeo del fotógrafo de la agencia Reuters Jon Nazca, difundido por El País, en el que se ve a un niño llorando en las aguas de la playa del Tarajal de Ceuta, mientras habla con un soldado que está en la arena. "Al salir del agua, sale huyendo, siendo interceptado por uno de los militares -relata la denuncia, a la que ha tenido acceso EL PERIÓDICO-. Cuando es conducido hacia la zona de seguridad de la playa del Tarajal que da acceso a la puerta del intervallado bajo la Grada 1, el niño sin dejar de llorar repite: 'Me van a golpear', 'no quiero volver, por favor'. Con posterioridad (...) se observa cómo los militares entregan a dos personas menores de edad, siendo que el primero de los entregados parece ser el mismo niño que llora en la secuencia anterior".

La ONG madrileña argumenta que "no hay más meridiana alegación de malos tratos que un niño llorando, aterrado, pidiendo comprensión, 'tenéis que entendernos', y pidiendo protección: 'Me van a golpear', 'no quiero volver', ante el que debería operar el modo automático el principio de no devolución".

La Fundación Raíces, que vigila los derechos de menores inmigrados en España sin adultos que los acompañen, ha escrito también a la Fiscalía de Menores sobre el caso concreto de este niño de 16 años que el 19 de mayo llegó a Ceuta a nado, con un flotador hecho de botellas de plástico y, llorando. Otro escrito ha sido también enviado por la ONG Plataforma de la Infancia.

La principal denuncia, la madrileña, pide al fiscal que recabe información de la Comandancia General del Ejército en Ceuta "sobre la identidad de los militares actuantes" y sobre "las órdenes, instrucciones y notas de servicio emitidas en relación con la devolución de personas extranjeras y el modo de actuación de actuación en el perímetro fronterizo", así como que se recaben las grabaciones de "las cámaras de seguridad que cubren el vallado fronterizo".

"Han sido varios"

El escrito asevera que "el Estado español no puede desconocer en su práctica de efectuar rechazo en fronteras que los malos tratos de las autoridades marroquíes a las personas que son entregadas en España, especialmente a las que se encuentran en situación irregular, están ampliamente documentados". El escrito elevado a la Fiscalía deplora que no se haya "realizado una evaluación sobre el eventual riesgo de daño irreparable para el autor, antes de su deportación", tomando la literalidad de un dictamen del Comité de Derechos del Niño de la ONU sobre otro caso anterior examinado también en la frontera con Marruecos.

"Estos días en Ceuta no ha sido uno, han sido varios los niños devueltos en la frontera, violando nuestra legislación y los tratados internacionales", ha señalado a EFE la presidenta de la Fundación Raíces, Lourdes Reyzabal.

"Esto va a volver a ocurrir mientras el rechazo en frontera sea una vía de hecho por la que las fuerzas de seguridad devuelvan personas sin identificarlas ni individualizar cada caso", advierte la abogada Patricia Fernández Vicens

La abogada Patricia Fernández Vicens, letrada de la Coordinadora de Barrios, subraya que "no ha sido una, sino muchas las devoluciones de menores en caliente en Ceuta desde el 18 de mayo. Las devoluciones en caliente son ilegales, y lo saben todas las fuerzas y cuerpos de seguridad, que han actuado con plena ignorancia de los derechos de la infancia". A la abogada le parece "una buena noticia" la apertura de una investigación por la fiscalía, pero recuerda: "No es la primera vez que denunciamos devoluciones en caliente. Esto va a volver a ocurrir mientras no se defina un procedimiento del rechazo en frontera y ese sea una vía de hecho por la que las fuerzas de seguridad devuelvan personas a Marruecos sin identificarlas ni individualizar cada caso".

Puede que la investigación de la fiscalía consiga aclarar algunos aspectos oscuros de la crisis. Entre ellos, cómo es que se produjo una acumulación tan poco casual de menores entre los migrantes. Algunos de ellos han contado a agentes de los servicios sociales de la ciudad autónoma de Ceuta y a voluntarios de la Cruz Roja que estaban en el colegio cuando llegó un autobús y les montaron en él diciéndoles que les iban a llevar de excursión, cuando en realidad los llevaron a Castillejos, junto a la frontera.

"Los gendarmes, en la valla, nos decián '¡Iahla, Iahla!' (vamos, vamos), animándonos a pasar a España", contaron tres menores a EL PERIÓDICO el pasado miércoles 20 al acercarse al punto de regreso a Marruecos en el Tarajal.

La práctica totalidad de las devoluciones de personas realizadas durante los días posteriores a la oleada migratoria se han llevado a cabo sin cobertura de abogados. El turno de oficio de los letrados ceutíes se suele encargar de estos casos, pero se vio desbordado durante la pasada semana. El 19 de mayo, con todavía centenares de migrantes llegando a nado, el Colegio de Abogados de Ceuta envió a sus asociados una circular en la que pedía voluntarios para supervisar la actuación de las autoridades. La circular hablaba de un reparto de hasta nueve casos al día por abogado del turno de oficio. Al menos dos letrados estuvieron de guardia permanente por turnos en el Tarajal, pero tampoco daban abasto, según fuentes del colectivo profesional.

El abogado ceutí Javier Hermoso, miembro de la red jurídica de la ONG Andalucía Acoge, una de las más expertas en casos de inmigración, considera que "habrá que ver qué consigue saber la Fiscalía, pero, por regla general, devolver a un menor en caliente a otro país es no saber el destino que va a tener ese menor. No se puede poner a un niño en una frontera sin ver antes quién lo recoge y dónde va. En este caso, las víctimas son ellos; los perjudicados nosotros, los ceutíes, que vivimos intranquilos; y los culpables los gobiernos."

Entre los abogados ceutíes aún está caliente el disgusto que les produjo un rechazo del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) de la totalidad de las denuncias por supuestas devoluciones en caliente realizadas por las Fuerzas de Seguridad tras un salto masivo de la valla fronteriza por migrantes subsaharianos en 2018. Fueron 155 casos y "una negativa sistemática" , dice Hermoso.

Algunos de esos inmigrantes, procedentes en su mayoría de Senegal, Guinea Konakry y Camerún, fallecieron meses después en los montes marroquíes que rodean Ceuta por el sur, el lugar que habitan a la espera de otra oportunidad para tratar de ganar territorio europeo.