Los planes del nuevo Ejecutivo catalán

6 diferencias entre el pacto de Govern y los programas de ERC y Junts

JxCat evita las aristas más de izquierdas en materia de impuestos o vivienda y Esquerra elude planteamientos unilaterales en la hoja de ruta soberanista

Pere Aragonès y Jordi Sànchez, tras presentar el pacto de Govern en Barcelona

Pere Aragonès y Jordi Sànchez, tras presentar el pacto de Govern en Barcelona

Fidel Masreal

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El programa de gobierno presentado el lunes para constituir la coalición entre ERC y Junts per Catalunya es fruto de tres meses de negociación y no pocos momentos de ruptura. Tras ello, ¿cuál de los dos partidos ha conseguido mantener la esencia de su proyecto como eje prioritario? ¿casan los compromisos para esta legislatura con los que cada formación plasmó negro sobre blanco en la campaña electoral?

Cabe decir que los 'consellers' de cada partidos disponen siempre de margen de maniobra en el día a día, pero siempre en el marco de un plan con las siguientes claves:

Sanidad

ERC pretende un sistema, en la futura república, financiado "con recursos públicos". Pues bien, el pacto con Junts habla de "preservar la preminencia de la gestión pública". JxCat pretendia denominar al departamento "sanidad integral y salud pública". El texto del acuerdo sí recoge literalmente una promesa de los puigdemontistas largamente formulada en materia de salud, como es la creación de una "agencia integrada social y sanitaria para gestionar los recursos sociosanitarios". Esquerra también plantea una "agencia integrada de atención a las personas".

Las promesas de inversión también son las de Junts: 5.000 millones en los próximos cinco años, como ha exigido un comité de expertos, mientras que ERC sitúa lo necesario en hasta 6.000 millones, cifra que no aparece en el pacto presentado el lunes. También se apuesta, tanto en los programas de ERC como de Junts, por potenciar la salud mental. Un clásico de programas electorales anteriores. En esta ocasión, el redactado final del pacto habla de un "pacto nacional", en los mismos términos que Junts.

Educación

ERC proponía en su programa electoral "mejorar la financiación de los centros del Servei Educatiu de Catalunya, aplicando fórmulas más equitativas de financiación, y teniendo en cuenta los niveles de complejidad". El programa pactado con Junts habla de la plena gratuidad de la educación "garantizando la suficiencia de los centros sostenidos de fondos públicos".

Tampoco recoge la idea de ERC de una "escuela inclusiva" y "promover una financiación pública asimétrica adaptada a las necesidades reales de los centros y su contexto social para ofrecer la atención educativa adecuada a todo el alumnado". El pacto con Junts sí asume la reivindicación del catalán como lengua vehicular y la potenciación de la FP dual, y una promesa de la formación de Puigdemont: que la financiación de la educación llegue al 6% de PIB catalán.

Impuestos

En materia de impuestos Junts se lleva sin duda el gato al agua. El programa de ERC habla de una "fiscalidad justa, verde y eficiente" y despliega con detalle . El programa finalmente pactado con los puigdemontistas simplemente habla de "profundizar en la fiscalidad ambiental". Esquerra proponía en su programa "rescatar las finanzas de la especulación para ponerlas al servicio de la prosperidad, la economía productiva y los derechos de las personas consumidoras" y "regular los mercados al servicio del interés general". Sí se incluye la propuesta de Junts de emitir "bonos".

Mossos d'Esquadra

En esta materia, ambos partidos abren el melón de la reformulación de la política de seguridad. Pero el pacto finalmente alcanzado no se habla de la posibilidad de suprimir los proyectiles de foam de los agentes antidisturbios de los Mossos d'Esquadra. Se propone una ley del sistema de policía, una ley del sistema de seguridad, no participar como Govern en acusaciones particulares contra manifestantes salvo en caso de lesiones a agentes --como propuso la CUP en las negociaciones--, y la creación de una comisión en el Parlament para revisar el modelo policial y de orden público potenciando la "transparencia, prevención, mediación, democratización y paro de cualquier tipo de abuso policial". Se habla de alcanzar un número de 22.000 Mossos, como propone el programa de Junts.

Vivienda

Aquí también las propuestas se acercan más a lo que Junts definió en su programa. Dicho de otro modo, no hay rastro de propuestas de ERC como que se establezca un pacto de vivienda 2020-2030, o que se consiga "el retorno del rescate bancario de hace una década", o también "evaluar y el grado de implantación del impuesto sobre las viviendas vacías", así como tomar medidas fiscales que faciliten el despliegue del parque de vivienda. Tampoco figura en el acuerdo con Junts la propuesta republicana de explorar el cooperativismo o la cesión de uso.

Sí se menciona, en el pacto firmado con Junts, que el 15% de la inversión en vivienda se destine a pisos sociales en 20 años, como figura en el programa electoral republicano. Y también cuestiones compartidas por ERC y Junts --pese a que en este grupo hubo oposición a la misma-- como defender la ley sobre la limitación de los precios de los alquileres, y "mejorar los mecanismos existentes" para desplegarla. También una estrategia ante el fenómeno de las personas sin techo, y evitar por ley los desahucios a familias vulnerables.

El 'procés'

Aquí es donde el encaje de bolillos se convierte en un ejercicio casi artístico. ERC logra introducir en el acuerdo con Junts que se explora el diálogo, pero al lado de mantener la "confrontación" cívica con el Estado. ERC logra asegurar que pilotará el 'procés' un nucleo duro en el que no estará el Consell per la República de Puigdemont...pero tras la reformulación de este último, y por consenso, la dirección del 'procés' (ERC, Junts, CUP, ANC y Òmnium) se pueda "situar en su marco". En el del Consell.

También se apuesta por un referéndum "acordado y vinculante" con el Estado, forzado por las instituciones europeas, tal como reclama y exige ERC -y también Junts en su programa- y no se incluye en ningún momento la palabra "unilateralidad" y mucho menos "declaración unilateral de independencia". Pero Junts deja claro que mientras se dialoga con el Estado se deben "generar las condiciones ganadoras en el marco de esta legislatura para plantear un nuevo embate democrático de confrontación cívica y pacífica".

¿Qué significa esta confrontación? No se precisa. O mejor, se afirma que "la forma, el calendario y las acciones de este embate se acordarán de forma consensuada en el marco del espacio de coordinación, consenso y dirección estratégica". Es decir, lo que en rugby es conocido como "patada a seguir". El 'procés' sigue en un encaje de bolillos si bien es cierto que tanto la mesa de diálogo, de ERC, como el referéndum, que ERC prioriza -mientras Junts ha reclamado mantener vivo el 1-O y ha sugerido otra DUi- forman parte de lo acordado para los próximos años.

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