Turbulencias en las filas naranjas

La debacle de Cs en Madrid desata otro goteo de bajas en el partido

La exconsejera de Cultura del gobierno madrileño rompe el carnet del partido y cuatro diputados de las Cortes Valencianas solicitan la baja de la formación

Isabel Díaz Ayuso y Marta Rivera de la Cruz en un acto en la Puerta del Sol. Comunidad de Madrid.

Isabel Díaz Ayuso y Marta Rivera de la Cruz en un acto en la Puerta del Sol. Comunidad de Madrid. / Comunidad de Madrid

Júlia Regué

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Ciudadanos empalma desbandadas. Tras el triple fiasco electoral -Galicia, País Vasco y Catalunya- y la fallida 'operación Murcia', el efecto dominó de bajas -con algunas fugas al PP-, lejos de frenarse, se reactiva después de desaparecer de la Comunidad de Madrid, cuyo gobierno compartieron con los populares antes de que Isabel Díaz Ayuso anticipara las elecciones.

La arrolladora victoria del PP y el paso de 26 a 0 escaños de Cs ha desatado nuevas deserciones. La que fuera consejera de Cultura de la autonomía madrileña, Marta Rivera de la Cruz, ha roto el carnet de Cs y cuatro diputados de la Comunidad Valenciana han solicitado su baja han comunicado su marcha del grupo parlamentario, pese a que Cs exige sus actas y condena el "transfuguismo". Jesús Salmerón, Cristina Gabarda, Susi Sanchis (quien sustituyó a Toni Cantó tras renunciar este a mediados de marzo para probar suerte con Ayuso) y José Antonio Martínez se marchan con dardos a la líder Inés Arrimadas, a quien acusan de abandonar los principios liberales y de sortear la autocrítica hecatombe tras hecatombe.

La ola de disensiones ha llegado también a las Baleares. La dirección estatal ha abierto expediente a tres diputados autonómicos por presentar ante la Cámara un escrito solicitando la sustitución como portavoz del grupo de la líder del partido, Patricia Guasp

El futuro político de las fugas

Rivera de la Cruz podría tener una cartera reservada en el gobierno de Ayuso. Durante la contienda electoral, la ganadora de los comicios del 4-M se mostró dispuesta a contar con ella de quien destacó su "colaboración" más allá de su color político. Rivera de la Cruz, incluso, participó en un acto de campaña con Ayuso, a quien agradeció su "generosidad" y, en cambio, no se dejó ver por los mítines de Cs.

Los populares llevan meses maniobrando para absorber a Cs y nutrirse de sus dirigentes territoriales, más aún tras el fichaje de Fran Hervías, con una agenda repleta de contactos por su etapa como secretario de Organización naranja.

Arrimadas resiste pese a las críticas

Cs ha perdido unos 500.000 votos en Madrid respecto al 2019 y, al quedarse en un 3,57% y no alcanzar el mínimo del 5%, se ha quedado fuera del parlamento. Pero Arrimadas, lejos de asumir responsabilidades, se blinda y descarta cualquier dimisión. La tensión crece y varias voces del sector crítico piden una "reflexión" interna, algunos incluso el cese de la líder, y un congreso extraordinario que no entra en los planes de Arrimadas. Sí se prevé una convención política en julio al finalizar un 'tour' por las comunidades autónomas para frenar la sangría de cargos al PP y constatar cuál es el peso territorial de las siglas.

Mientras la dirección guarda silencio sobre las bajas, el que fuera presidente del partido durante 13 años, Albert Rivera, se pronuncia sobre el partido sin comentar las decisiones de Arrimadas "por respeto". "A los que están dentro [de Cs], suerte y acierto, y a los que están fuera, todo mi cariño, porque yo no distingo entre buenos y malos ciudadanos", ha aseverado en un encuentro en Málaga.