A partir del 9 de mayo

El Govern estudia reforzar la vigilancia policial para evitar botellones con el fin del toque de queda

El Ejecutivo catalán levantará el confinamiento nocturno y permitirá la entrada y salida de la comunidad

Aragonès anuncia una "nueva etapa" dado el avance de la vacunación y confirma que no se tomarán medidas legales extras

Control nocturno de la Guardia Urbana de Barcelona.

Control nocturno de la Guardia Urbana de Barcelona. / Ferran Nadeu

Fidel Masreal

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En el Govern de Catalunya existe preocupación respecto a la incidencia del llamado botellón una vez quede suprimido el toque de queda, el próximo domingo una vez decaiga automáticamente el estado de alarma. Este miércoles la Generalitat mantendrá una reunión de trabajo con los representantes de las administraciones locales para buscar fórmulas de actuación vinculadas a las policías locales. De hecho, a la hora de explicar este martes la decisión de pasar página del toque de queda y del confinamiento perimetral, el vicepresidente en funciones del Govern, Pere Aragonès, y la portavoz en funciones, Meritxell Budó, han insistido reiteradamente en que siguen vigentes el resto de medidas restrictivas como la de la limitación de las reuniones. Ambos han apelado a la responsabilidad y han advertido de que las medidas aperturistas pueden revertirse si los datos de la covid-19 empeoran.

Este martes Aragonès también ha anunciado que “analizados los datos epidemiológicos y de acuerdo con el buen ritmo de vacunación y con la coherencia de poner la salud por encima de todo, de seguir controlando la transmisión y haciendo posible una recuperación gradual, a partir del domingo 9 de mayor quedará sin efecto el confinamiento nocturno se recupera la movilidad de entrada y salida de Catalunya”. El toque de queda del próximo sábado, pues, durará dos horas: desde las 22 horas a las 00 horas del domingo.

Aragonès ha pedido la “máxima responsabilidad” y ha asegurado que se mantendrán medidas de protección y que no se descarta ninguna medida si los datos sanitarios empeoran. "Podemos empezar una nueva etapa que deje atrás la excepcionalidad jurídica del estado de alarma pero no la excepcionalidad sanitaria de la pandemia", ha añadido, esperando empezar a ver "el principio del final". Con todo, se mantienen otras limitaciones como la de la reunión de más de seis personas. Respecto a las personas "con proyección púbica, [invitamos a] hacerlo de forma más intenso porque genera una cierta ejemplaridad", ha añadido Aragonès respecto a la reciente reunión de varias personas en el domicilio del futbolista del FC Barcelona Leo Messi en un reciente almuerzo.

Sin nuevas medidas jurídicas

Se dispone de medidas jurídicas, ha añadido, para afrontar la nueva fase cuando el 9 de mayo acabe el estado de alarma. Por ello ha confirmado que El Govern no aprobará el marco normativo que, según había explicado, debía permitir aplicar medidas extraordinarias como el toque de queda o confinamientos perimetrales cuando decaiga el estado de alarma, el 9 de mayo . "Es una posibilidad que habíamos estudiado. Aprobarlo ahora cuando no lo has de aplicar y en un marco de una cierta incertidumbre. sobre las medidas estatales, aconseja esperar un poco”, ha argumentado el vicepresidente. De hecho, de todos modos, las decisiones que afectan a derechos fundamentales dependen del aval del TSJC cuando ya no existe el paraguas del estado de alarma.

Disparidad de criterios

Preguntados sobre la disparidad de criterios en el Govern respecto a las restricciones por la pandemia, Aragonès ha contestado que "todas las medidas generan un debate interno basado en criterios técnicos y en la voluntad de que la ciudadanía nos acompañe y las asuma como propias, pero al final cuenta las decisiones y resoluciones que se adoptan, yo mismo afirmé que se estudiaba alguna posibilidad. Budó ha añadido que "siempre hemos vinculado las decisiones a la evolución de los datos epidemiológicos".