La campaña del 14-F

Elecciones catalanas: El PSOE se vuelca con Illa y teme que el 14-F afecte a su relación con ERC

La posibilidad de que JxCat acabe quedando de nuevo por delante de Esquerra inquieta a los socialistas

Una victoria posconvergente podría cambiar la disposición de los republicanos a negociar con el Gobierno 

GRAFCAT7930  BARCELONA  05 02 2021 - El candidato a la presidencia de la Generalitat por el PSC  Salvador Illa (i)  y la vicepresidenta primera del Gobierno  Carmen Calvo (d)  durante el acto sobre feminismo que han realizado este viernes en Barcelona  en el marco de la campana electoral para las elecciones catalanas del 14F  EFE Enric Fontcuberta

GRAFCAT7930 BARCELONA 05 02 2021 - El candidato a la presidencia de la Generalitat por el PSC Salvador Illa (i) y la vicepresidenta primera del Gobierno Carmen Calvo (d) durante el acto sobre feminismo que han realizado este viernes en Barcelona en el marco de la campana electoral para las elecciones catalanas del 14F EFE Enric Fontcuberta / EFE / Enric Fontcuberta

Juan Ruiz Sierra

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La semana pasada llegó el primer aviso. Ante una de las iniciativas parlamentarias más trascendentales de la legislatura, el decreto que regula la ejecución de los 140.000 millones de euros de fondos europeos frente a la crisis del covid, ERC votó en contra, descolgándose del bloque de aliados de Pedro Sánchez y exponiendo al Gobierno a una sonora derrota. La sorprendente abstención de Vox salvó la votación, pero las alarmas comenzaron a sonar en Moncloa. Los republicanos señalaron que el decreto entregaba “todo el dinero al Ibex 35” y no concedía ningún “poder” a las autonomías, pero en el Ejecutivo rechazaron esta versión. El ‘no’ de ERC, concluyeron en el PSOE, se debía a la proximidad de las elecciones catalanas. 

Los efectos secundarios del 14-F preocupan a los socialistas, que estos días se encuentran volcados en la candidatura de Salvador Illa, pese a que en privado reconocen que es muy difícil que el exministro de Sanidad acabe siendo investido como ‘president’. El principal motivo de desasosiego no viene tanto de una hipotética victoria en las urnas del PSC como del riesgo de que JxCat acabe quedando por delante de ERC.

Un resultado de este tipo, que hace unos meses parecía inverosímil, haría que el partido de Oriol Junqueras reconsiderara su apoyo a la coalición del PSOE y Podemos, temen en la Moncloa. Los republicanos concluirían que su estrategia de mano tendida, de independentismo pragmático que obtiene resultados tangibles, no se ha visto respaldada en votos. “Es probable que volviesen a echarse al monte”, anticipan los socialistas. Y si se reedita la mayoría independentista y hay un Govern encabezado por los posconvergentes, con Carles Puigdemont moviendo los hilos desde Bélgica, volverá la confrontación con el Estado, continúan en la Moncloa. 

La advertencia

“Si yo soy presidenta de Catalunya, ustedes tendrán que negociar conmigo. Y el diálogo no irá de fotos, ni de Presupuestos, ni de investiduras. Tenemos un ‘plan a’: la obediencia al 1 de octubre y la soberanía del pueblo de Catalunya”, avisó el pasado martes Laura Borràs en el Congreso de los Diputados. 

Pese a su disputa por el liderazgo en las urnas, con los sondeos anticipando una estrecha competición entre el PSC, ERC y JxCat, los socialistas necesitan dar aire a los republicanos, como muestra su apoyo a la moción sobre la mesa de diálogo entre el Ejecutivo central y la Generalitat que defendieron estos en la Cámara baja, en el mismo debate que la aspirante posconvergente lanzó su advertencia.

El escrito, que solo tiene valor político, se limitaba a reclamar que el organismo, pactado a cambio de la abstención de los de Junqueras en la investidura de Sánchez, volviera a reunirse tras el 14-F, y en este sentido no representaba grandes problemas para el PSOE. Pero detrás de su voto a favor también se encuentra la voluntad de que ERC vea refrendada su actitud negociadora con el Gobierno. 

Los mítines del presidente

Sánchez, mientras tanto, se vuelca en la candidatura de Illa. El sábado protagonizará junto al exministro de Sanidad sendos mítines en Lleida y Tarragona. El domingo, también con Illa, estará en Girona. En total, serán cinco actos de campaña, una participación superior a la de las elecciones de 2017, cuando el PSOE apoyó la aplicación del artículo 155 de la Constitución junto al PP. “Esto va de todos contra el PSC”, explican en la dirección socialista, que ven posible la victoria de su aspirante. Al menos, en votos. En escaños lo consideran más complicado. Pero hay muchas incógnitas: los indecisos representan más del 30% del electorado y la abstención será elevada debido a la pandemia. La apuesta es arriesgada.

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