Camino a las urnas

El protocolo para las elecciones del 14-F: campaña telemática y voto por franjas horarias

El Govern descarta votar en dos jornadas electorales consecutivas.

La Generalitat se plantea aplazar los comicios en caso de confinamientos perimetrales o domiciliarios

Miembros de las mesas electorales en Burela durante las elecciones autonómicas en Galicia.

Miembros de las mesas electorales en Burela durante las elecciones autonómicas en Galicia. / EUROPA PRESS / CARLOS CASTRO

Júlia Regué

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Las elecciones catalanas, previstas para el próximo 14 de febrero, se celebrarán bajo las restricciones a las que obliga el impacto de la pandemia del coronavirus. La Generalitat ha elaborado un plan que consta de seis protocolos para que todos los ciudadanos puedan votar con seguridad, con el fin de garantizar el derecho de todos los electores al sufragio sin que esto conlleve brotes de covid-19, pero en el que también se contemplan escenarios que obligarían a posponer la contienda electoral. Estos son los detalles de la logística con la que trabaja el Govern, avanzada por Efe y a la que ha tenido acceso EL PERIÓDICO:

Sufragio por franjas horarias

La Generalitat desestima que la jornada electoral dure dos días por la dificultad de adecuar el marco normativo y por el alto coste que requiere; pero pedirá a la Junta Electoral Central (JEC) que se pueda establecer el voto por franjas horarias y que permita alargar la jornada una hora más, hasta las 21 horas. En caso de que no lo estime, el Govern recomendará a los ciudadanos que cumplan igualmente con estos horarios: los colectivos de riesgo de 9 horas a 12 horas; las personas en cuarentena de 19 horas a 20 horas; y el resto de la ciudadanía de 12 horas a 19 horas.

Las personas que el día de la jornada estén en cuarentena –ya sea por positivo de covid o por contacto estrecho- podrán romper el confinamiento durante 30 minutos sólo con el objetivo de ejercer su derecho a voto con un certificado que acredite este desplazamiento. Además, la Generalitat pedirá a la JEC que puedan declinar su obligación de acudir a los puntos de votación como miembros de una mesa electoral si se encuentran en estas circunstancias de encierro. También pedirán un informe para que las personas de riesgo no deban acudir. 

Voto por correo y presencial

La JEC ha autorizado que los ciudadanos puedan imprimir su voto desde su domicilio para evitar el mínimo contacto en los puntos de votación. Los electores podrán descargar el material electoral por internet para imprimirlo. Podrán recoger el material en varios puntos acreditados de la Administración, aunque habrá sobres y papeletas en los colegios electorales. El Govern pide aprovechar la propaganda electoral que llegue a casa.  

Pese a esto, la Generalitat lanzará una campaña para incentivar el voto por correo para reducir la movilidad durante la jornada electoral y para que los ciudadanos que puedan resultar positivos por covid-19 o obligados al confinamiento por contacto estrecho puedan ejercer su derecho a voto. La solicitud podrá ser telemática y el cartero actuará como custodia del voto, para poder votar sin salir de casa. En cuanto acuda a entregar el material electoral, el votante se identificará con su DNI y entregará su sobre con el voto. En el caso de personas enfermas o incapacitadas, se facilitará que puedan apoderar a un tercero para solicitar el voto delegado con el apoderamiento ante notario por videoconferencia, si lo estima el Ministerio de Justícia.

Menos escuelas, más pabellones

La Generalitat apuesta por utilizar pabellones o espacios similares para permitir aforamientos de baja densidad, es decir, habilitar puntos de votación en los que se pueda respetar los 2,5 metros cuadrados de distancia entre personas con el propósito de sustituirlos por los habituales centros educativos. No se podrán usar como espacios electorales los centros sanitarios, los de carácter residencial o los que ocupan colectivos vulnerables. En el caso de que no haya alternativa a las escuelas e institutos, su uso sólo será viable si se garantiza una "limpieza y desinfección especialmente cuidadosa" antes del inicio de la actividad lectiva el lunes. En la tarjeta censal electoral, que se recibe por correo, aparecerá el lugar en el que cada elector debe ir a votar.

Los puntos de acceso y salida serán independientes y, si la infraestructura lo permite, se procurará que haya una cola por cada mesa electoral y una especial para los colectivos vulnerables. Habrá dos metros de distancia entre las mesas electorales, 1,5 metros de distancia entre los miembros de la mesa y otros 1,5 metros respecto al votante. El uso de la mascarilla será obligatorio, así como el higiene de manos con gel hidroalcohólico. La ubicación de los locales permitirá que las colas puedan hacerse en la calle, al aire libre, siempre manteniendo la distancia interpersonal de seguridad, para reducir al mínimo el número de personas en el interior del edificio. Habrá personal controlando el acceso ordenado de los votantes, organizando las colas y custodiando el flujo de electores para garantizar el cumplimiento de las medidas sanitarias.

Una mujer ejerciendo su derecho a voto.

Una mujer ejerciendo su derecho a voto / EFE / JAVIER ETXEZARRETA

Campaña electoral telemática

La campaña electoral durará 15 días y la Generalitat emplaza a fomentar las actividades telemáticas. Los actos presenciales quedarán sujetos a las restricciones que establezca el PROCICAT, aunque se priorizarán los mítines al aire libre y se desaconsejan las comitivas itinerantes como los paseos de políticos en mercados sin organizar. En caso de que sean imprescindibles, deberán ser autorizados.

Los que puedan acreditar que su celebración debe ser en un espacio cerrado –con techo y más de dos paredes- deberán mantener las ventanas y las puertas abiertas; y los políticos no podrán “fomentar cánticos ni gritos” ni poner la música muy alta para evitar que los asistentes tengan que levantar la voz para dialogar entre ellos. Las localidades cerradas deberán ventilarse durante tres horas antes de la apertura y también tres horas después del final del acto.

El uso de la mascarilla será obligatorio en todos los casos y se deberá certificar que los eventos son estáticos, sin contacto entre personas a menos de 2 metros de distancia, y con inscripción previa. Los aforos se regirán según las medidas aplicadas en cada municipio y habrá medidas para el control de acceso de las personas -circuito en sentido único, varias entradas y salidas, vallas- y se desinfectarán constantemente de los espacios que puedan ser compartidos entre varios oradores.

No habrá distribución de material de campaña en papel. Se optará, en cambio, por el uso aplicaciones móviles con elementos digitales como los códigos QR. Tampoco se podrán compartir elementos como carteles o pancartas, ni consumir alimentos o bebidas.

Escenarios que derivan en un aplazamiento electoral

La mesa de partidos, formada por todas las fuerzas políticas con representación parlamentaria, será convocada puntualmente por la Conselleria de Exteriors –encargada de los procesos electorales- para informar de los avances en la convocatoria y comunicar decisiones del Govern en esta materia. En el caso de que la situación epidemiológica empeore y se deba considerar un aplazamiento de la contienda electoral, el Govern buscará “el máximo consenso” dentro de esta mesa que, sin embargo, no es vinculante. El 15 de enero, un mes antes de la cita, se hará una primera evaluación de los escenarios que se irá revisando cada semana.

El documento plantea un total de nueve escenarios posibles basados elaborados por el PROCICAT: siete prevén que el voto esté garantizado a todos los catalanes y dos contemplan posponer los comicios. El primer escenario de aplazamiento se daría en un contexto de "restricción absoluta de actividades sociales" en amplios sectores y aforos muy limitados, reuniones sociales a seis personas, restricción de la movilidad nocturna y confinamientos perimetrales, en una situación de "riesgo muy elevado para la salud" y peligro de "desborde del sistema sanitario". El segundo sería el de un confinamiento domiciliario, con movilidad restringida y cierre de la actividad social salvo servicios esenciales por "profunda crisis sanitaria".