Manifestación contra el Gobierno

Vox atasca los centros de las capitales con una protesta de millares de coches

Abascal tilda al ejecutivo de Pedro Sánchez de "gobierno criminal" con "aliados asesinos"

Protesta de Vox en Madrid

Concentración de VOX en Madrid contra la gestión del Gobierno. / David Castro

Juan José Fernández

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Una ruidosa y multitudinaria marcha automovilística ha llenado este sábado los centros de las capitales de provincia en la convocatoria "Fase Libertad" de Vox, con gran estruendo de cláxones de coche y gritos y carteles dando vivas a España y exigiendo: "Gobierno dimisión" y "Sánchez vete ya".

No les resultará fácil a las autoridades de las distintas ciudades calcular una cifra real de manifestantes, y esa es la primera característica de esta inédita forma de protesta, pues las personas, hasta cinco si eran de la misma familia -o si no-, iban a bordo de los automóviles, presentando un gran dificultad el recuento.

Manifestación de VOX contra el Gobierno en Barcelona

Manifestación de VOX contra el Gobierno en Barcelona. / periodico

A falta de personas, coches: los organizadores cifran en "miles" los que han acudido al barrio de Salamanca madrileño, principal foco de la protesta, donde los automóviles y motos han continuado parados varias horas pese a las peticiones de Policía y organizadores de que se disolvieran para poder dar vía libre al tráfico. En Barcelona han sido 500 vehículos, según la Guardia Urbana, y en Logroño 250, según Policía Local.

Hay además otro dato de seguimento de la convocatoria, a la espera de los oficiales, que rebaja un poco la celebración de los convocantes: la audiencia del canal de Youtube emitiendo en directo no ha pasado de los 27.000 espectadores en los momentos álgidos de la marcha. 

Durante la manifestación, diversos dirigentes de Vox se han dirigido a sus seguidores de toda España por un canal de Youtube. El presidente de la formación de extrema derecha, Santiago Abascal, ha lanzado gruesas acusaciones contra el Gobierno de Pedro Sánchez, como que "ha dejado morir a los ancianos en sus residencias", o "ha tratado a los niños peor que a los perros". El diputado por Barcelona, Ignacio Garriga, ha sostenido en la capital catalana que el Ejecutivo central ha hecho "una gestión de la pandemia criminal".

Abascal ha celebrado la contraposición de "las calles antes vacías y tristes, y ahora llenas de festiva insumisión". El presidente de Vox ha recordado a sus seguidores que salen "a defender la unidad de España, su vigencia, su futuro y su libertad". Para Abascal, la situación ahora es más grave que durante "el golpe separatista" de 2017, pues ahora gestiona la situación "un gobierno ilegítimo que llegó al poder mintiendo a los españoles".

Ese gobierno, según el líder de la extrema derecha, "es un gobierno criminal, responsable directo de la peor gestión de esta crisis en todo el planeta" que "ponía más multas que respiradores a los españoles".

A los tribunales

En sucesivas intervenciones emitidas por streaming, dirigentes de Vox han secundado a su presidente repitiendo dos conceptos de su panoplia argumental: "Gobierno socialcomunista" y "Gobierno totalitario y sectario".

La diputada Macarena Olona, como su presidente, ha recordado que llevarán a los tribunales al Gobierno por "su gestión negligente con resultado de muerte". 

Las arengas se iban sucediendo desde la azotea de un autobús turístico alquilado para la ocasión en el que el portavoz parlamentario Iván Espinosa de los Monteros ha recordado "las colas del hambre que vemos a diario con las ongs con las que colaboramos". Su esposa, la parlamentaria madrileña Rocío Monasterio, ha denunciado: "El gobierno socialcomunistas está aprovechando la debilidad del país para imponer una ideología totalitaria", impulsada, ha dicho Abascal en alusión a Pablo Iglesias, "por un comunista de obediencia extranjera".

Una enorme profusión de banderas de España flotaba entre el humo de los vehículos y el atronar de los pitos y las motos. Apenas se han visto símbolos franquistas, cuidadosamente evitados. Sí banderas con el águila bicéfala de los Austrias o con la cruz de Borgoña, símbolo de los tercios. También en Barcelona.

Los temores de las autoridades sanitarias sobre el riesgo que suponía una movilización así se veían refrendados en Madrid, donde los manifestantes que iban a pie, unos centenares dispersos por el barrio de Salamanca, no guardaban en absoluto la distancia de seguridad, y se quitaban la mascarilla para increpar agriamente a los periodistas de La Sexta, colocados en un improvsado set de emisión.

Banderas... y dos palos de golf

Miles de banderas España asomadas por las ventanas de los coches, camisetas de la selección española y muchas mascarillas tematizadas con la bandera rojigualda han presidido en València la manifestación convocada por Vox, cuyas siglas y color verde apenas han aparecido en el coche que abría la caravana que ha recorrido la capital valenciana, informa Nacho Herrero.

Eso sí, uno de los asistentes, burlando la prohibición de llevar los coches descapotables -en Madrid han circulado numerosos de ellos, y también vehículos 4x4-, ha lucido orgulloso dos palos de golf, que se convirtieron en símbolo de las primeras manifestaciones contra el Gobierno en la calle Núñez de Balboa, del barrio de Salamanca de Madrid.

La convocatoria motorizada ha llevado a que se oyeran más el sonido del claxón que los gritos en contra del Ejecutivo de Pedro Sánchez, que se han centrado en carteles en los que compartía protagonismo con la petición de "Libertad".

En Barcelona, los vehículos han atascado la Avenida Diagonal, en contraste con el vacío de las arterias paralelas, como el Passeig de Gràcia. El diputado Ignacio Garriga ha oficializado la marcha en el primer vehículo ondeando una bandera española. Cohces y motos decorados con la rojigualda y con lemas en los que llamaban a Sánchez a cortar "los vínculos con el partido comunista chino", han desfilado hasta la Delegación del Gobierno sin incidentes. Todo esto entre altavoces particulares que retronaban canciones militares y el himno de España, informa Júlia Regué.

Catalizar la ira

Vox ha querido catalizar el disgusto y la rabia acumulados de sus bases y de otros sectores haciendo visible esta marcha. Las alusiones a la dura situación económica han sido constantes en boca de sus dirigentes durante la manifestación.

Santiago Abascal ha acusado al Gobierno de "condenar a la misera a miles de autónomos, pequeñas empresas y asalariados", y después el portavoz Espinosa de los Monteros ha querido lanzar un mensaje de esperanza: "La nación española sobrevivirá, saldremos adelante. Todos unidos lo conseguiremos a pesar de este Gobierno".

Esta no será la última protesta de Vox. "Seguiremos saliendo a las calles", ha advertido el secretario general de Vox, Javier Ortega-Smith. Las caceroladas diarias en distintas ciudades a las nueve de la noche se mantienen, y el partido anima a sus seguidores a participar en ellas, aunque oficialmente se desliga de su organización.

Se ha visto, además, en Santiago Abascal un intento de erigir un totem argumental, un monumento dialéctico a los caídos de esta pandemia, en torno al cual reunir la ira de sus seguidores: "No olvidemos nunca lo que nos han hecho, por la memoria de los fallecidos, por el futuro de nuestros hijos y por la salud de nuestros mayores", les ha dicho desde el autobús que abría en Madrid la marcha.