El fortín catalán de Arrimadas

Los diputados arropan a la que fue su jefa de filas en el Parlament, pero los críticos dominan agrupaciones clave

Arrimadas e Igea

Arrimadas e Igea / periodico

Júlia Regué

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El grupo parlamentario de Ciutadans sigue siendo el feudo de Inés Arrimadas pese a que Catalunya es una de las comunidades en las que el sector crítico reúne más simpatías entre las agrupaciones. La bancada naranja en el Parlament cierra filas con la que fuera su lideresa, a quien consideran la dirigente natural tras la marcha de Albert Rivera, y aúpan a su compañera en el Parlament, Marina Bravo, como nueva secretaria general. Sin embargo, de los 36 diputados, hay tres parlamentarios -Antonio EspinosaSergio Sanz y María Valle- que se suman a la candidatura que le hará frente en la votación por tomar las riendas del partido, la del vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea.

Arrimadas es el referente indiscutible de unas filas aún desorientadas tras su marcha al Congreso de los Diputados. Y ella, consciente de que la nueva etapa se augura poco esperanzadora en las urnas y turbulenta a nivel interno, se rodea de fieles con una elevada cuota catalana y se blinda con un 88,5% de miembros de antigua dirección. La líder en Catalunya, Lorena Roldán, está presente en su papeleta, aunque queda relegada a portavoz nacional adjunta ya que en la anterior cúpula ejercía el cargo a primera línea. Aunque en las quinielas Carlos Carrizosa aparecía con un puesto de alto mando, finalmente tendrá una posición de menos peso para seguir gestionando el equipo catalán. También acompañan a Arrimadas los dos miembros del partido en la Mesa del Parlament, Joan Garcia y Laura Vílchez; y recupera al exdiputado de la Cámara catalana y ahora europarlamentario Jordi Cañas. En el equipo también figura Carlos Cuadrado, encargado de la finanzas, y su mano derecha en el Congreso, José María Espejo-Saavedra.

Pero mientras Arrimadas tiene la confianza de los diputados; el sector crítico encabezado por Igea cuenta con agrupaciones decisivas, de las más cuantiosas del partido en Catalunya. Los afiliados de Badalona, Terrassa, Manresa, Sant Cugat del Vallès, Sant Vicenç dels Horts, Sant Adrià del Besòs y de los distritos barceloneses de Eixample y Sarrià apoyaron la enmienda a la totalidad presentada por la candidatura 'Ciudadanos Eres Tú' en favor de un modelo organizativo más participativo. De hecho, Igea eligió Barcelona para celebrar el primer acto público el pasado 31 de enero. Esta corriente echa en falta un análisis compartido de las condiciones que llevaron a la debacle electoral del 10-N y cargan contra el "hiperliderazgo".

Su candidatura se coció al forjar una red de complicidades entre militantes de Catalunya, Castilla y León, Aragón y Galicia, que después se hizo extensible a otras comunidades como Extremadura y Andalucía, descontentos con la verticalidad "excesiva" del partido y las decisiones de la cúpula. Tras varios encuentros, concluyeron que hay una falta de participación de las bases y un modelo de partido "presidencialista" que "debe descentralizarse". "Las decisiones se trasladan como hechos consumados", indica una fuente afín a Igea. Los fieles a Arrimadas niegan que haya faltado autocrítica porque "en ningún otro partido ha habido consejos generales, asambleas y dimisiones" como en Cs. Además, estas voces cargan contra Igea por "desconoce la realidad catalana y no ha combatido el independentismo como ha hecho Arrimadas, que ganó las elecciones el 21-D" y acusan a los críticos de revolotear la formación en un momento de debilidad "en vez de defenderlo". "Siempre han estado a la contra, ya lo hicieron en el 2017", remachan.

Aquel año, el partido eliminó la socialdemocracia de su ideario. Según los críticos, aquella decisión no fue tan dañina como la que auguran con una coalición con el PPC para las elecciones catalanas: "El cambio de ideario dejaba una autopista abierta, pero ir en coalición con el PP lleva a la liquidación porque supone persistir en el error", aseguran, y así lo plasman en la enmienda de adición a la estrategia. 

Los candidatos no se han podido medir antes de lanzarse a la disputa interna en primarias porque un error informático complicó la votación telemática de los compromisarios. El próximo fin de semana los afiliados elegirán al nuevo jefe de filas de Cs pero, gane quien gane, el choque se arrastrará hasta el cónclave del 14 y 15 de marzo.