CAMINO DEL CONGRESO

Miquel Iceta apuesta por la continuidad en la ejecutiva del PSC

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Roger Pascual

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Miquel Iceta apuesta por la continuidad en la ejecutiva del PSC. El primer secretario socialista, que será ratificado en el congreso de este fin de semana, mantendrá la base de la estructura que creó hace tres años.

A diferencia de lo ocurrido en el 2016, esta vez no habrá grandes revoluciones en el organigrama. Salvador Illa, secretario de organización del partido, y Eva Granados, portavoz del PSC en el Parlament y responsable del área de Política Institucional, Económica y Social, continuarán siendo personas de confianza del líder de la formación. El primero añadirá a su cargo la cartera de Acción Electoral y la segunda pasará a ser viceprimera secretaria. Núria Marín, hasta ahora adjunta a Iceta, será la nueva presidenta. También se mantendrán en el núcleo duro figuras claves como Antonio Balmón, alcalde de Cornellà y secretario de Acción Política, y otros pesos pesados del mundo municipal, como Jaume Collboni. La idea de Iceta es conservar la cohesión de un equipo que ha funcionado sin conflictos ni sobresaltos y que ha contribuido a cosechar buenos resultados electorales en este trienio, en el que se ha dejado atrás la travesía del desierto electoral.

En el 2014, tras la dimisión de Pere Navarro, los pesos pesados del partido decidieron recurrir a Iceta, uno de los hombres más experimentados de la casa, que fue nombrado primer secretario del PSC en un congreso extraordinario. Recogió un partido dividido por el derecho a decidir y pasó dos años intentado recoserlo, achicando agua para evitar un hundimiento electoral. En el 2016 se impuso en unas disputadas primarias a Núria Parlon, que complicaron la confección de la ejecutiva, que terminó naciendo con fórceps y de madrugada.  

El panorama actual es radicalmente distinto. No han sido necesarias primarias porque Iceta ha sido el único candidato que se ha presentado. Y, sin contestación interna, el primer secretario replicará el juego de equilibrios en la dirección, con algún retoque, como la entrada de Marín en la presidencia del partido en sustitución de Àngel Ros (embajador en Andorra desde el año pasado), cambio que ha anunciado el propio Iceta en Twitter, en un mensaje en el que ha confirmado que refuerza su confianza en Illa y Granados.

El líder del PSC encara este fin de semana el congreso de la consolidación. La de su liderazgo al frente del partido y la de su formación como el faro antiindependentista. La cita se plantea como una buena rampa de lanzamiento de su candidatura para las elecciones catalanas que se atisban para el año que viene. Después de que el PSC haya sido la segunda fuerza (y la primera opción no independentista) en las dos últimas generales en Catalunya, Iceta quiere aglutinar al voto constitucionalista en las próximas catalanas, como hizo Inés Arrimadas en las de hace dos años. Tras hacer varios gestos para pescar exvotantes en el revuelto río naranja, los socialistas han abierto el melón de la inmersión lingüística, tema que era para ellos tabú hasta ahora y que se ha convertido en el asunto estrella de la ponencia política del congreso.