CRISIS POLÍTICA

Guerra entre JxCat y ERC por el pacto en la Diputación

Gabriel Rufián, este sábado en Vilanova i la Geltrú.

Gabriel Rufián, este sábado en Vilanova i la Geltrú. / periodico

Daniel G. Sastre

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No es la primera vez que la alianza entre JxCat y ERC se pone a prueba. Pero parece claro que el pacto entre los posconvergentes y el PSC en la Diputación de Barcelona marcará un antes y un después en esa relación. El acuerdo ha dejado al independentismo en situación de guerra abierta, con reproches cruzados a múltiples bandas, e impactará en la estabilidad del Govern, que ya llevaba meses maltrecha.

Con la Diputación como pretexto se están ventilando en público disputas que hacía tiempo que estaban latentes. Esquerra vio en el pacto de JxCat con los socialistas, que conocían de antemano tanto Carles Puigdemont como Quim Torra según fuentes de la formación, la oportunidad de sacudirse las críticas posconvergentes por su apuesta por “ensanchar la base” del independentismo. Los principales dirigentes republicanos salieron este sábado en tromba a criticar a sus socios en la Generalitat, con Twitter como principal campo de operaciones.

El telón de fondo de la disputa es la lucha por la hegemonía dentro del soberanismo. La maniobra de JxCat, que eligió pactar con los socialistas cuando ERC tenía los mismos diputados provinciales, deja a los republicanos sin poder en una institución con un gran presupuesto y muy influyente en la vida diaria de los municipios pequeños. Y, después de que Ada Colau impidiera mediante un acuerdo con el PSC que Ernest Maragall se convirtiera en alcalde de Barcelona, confirma que ERC no ha sabido sacar el máximo partido a sus buenos resultados en las municipales.

"Ya basta"

El diputado Gabriel Rufián, el líder parlamentario Sergi Sabrià o el ‘exconseller’ Carles Mundó fueron algunas de las principales voces de ERC que se alzaron contra el pacto entre JxCat –cuyos dirigentes habían renegado en multitud de ocasiones de alcanzar acuerdos con “los partidos del 155”- y el PSC en la Diputación. Especialmente duro fue Rufián. “El problema no es solo darle la presidencia de la tercera institución del país al PSC para evitar que la tenga ERC, el problema es si también lo harán con la primera. Cuando el amo te invita a dar una vuelta en coche o es para que te sientes al lado o es para que se lo limpies. Ya basta”, escribió en Twitter, preguntándose si JxCat entregará también la Generalitat a los socialistas.

También desde ERC advirtió contra las consecuencias del pacto el actual vicepresidente de la Diputación de Barcelona, Dionís Guiteras. Dijo que “es una jugada triste que no tiene en cuenta el futuro del país”, y que “las cosas no serán iguales” a partir de ahora. Poco antes, también en Catalunya Ràdio, el presidente del PDECat, David Bonvehí, había descartado que el acuerdo “afecte al Govern”.

Los representantes de JxCat y el PDECat –un espacio político con frecuentes tensiones de tesorería en los últimos tiempos- intentaban capear la indignación de una parte del independentismo con el pacto. Sus razones están claras: se sienten “liberados” de pactar con ERC después de que los republicanos los dejasen sin alcaldías en 26 localidades donde habían ganado las municipales, como Sant Cugat o Figueres; aseguran que sus socios en la Generalitat no les habían trasladado ninguna propuesta de acuerdo en la Diputación; y además sostienen que el pacto con el PSC será bueno para los municipios catalanes.

“El momento pide responsabilidad y compromiso. Pactar la Diputación de Barcelona nos aporta una presencia necesaria para poder aplicar políticas de bienestar social”, dicen desde la formación. También subrayan que en los organismos supramunicipales de Tarragona y Lleida sí han pactado con ERC.

Silencio de Puigdemont y Torra

Pese a todo, y en contraste con el silencio de Puigdemont o Torra, algunos dirigentes de JxCat mostraron su malestar –sobre todo en privado- con la decisión. Sí hizo públicas sus quejas la presidenta de la ANC, Elisenda Paluzie,  que criticó un pacto que supone "un regreso acelerado al autonomismo" y acusa a ERC y a JxCat de concentrarse en "debilitarse" el uno al otro.

En el PSC, sin embargo, reinaba este sábado la satisfacción, a pesar de las críticas por “pactar con los independentistas” que recibió de Ciudadanos. La alcaldesa de L’Hospitalet, Núria Marín, que se perfila como presidenta de la Diputación, recordaba que “la política es discutir, pero también es acordar”.