LAS CUENTAS DEL 2019

Las condiciones de los 'comuns' para aprobar los presupuestos de Torra

Ada Colau y Quim Torra.

Ada Colau y Quim Torra. / periodico

Roger Pascual

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La única opción real que tiene el Govern de Quim Torra para sacar adelante sus presupuestos pasa por los 'comuns'. Unas cuentas cuya aprobación parece hoy por hoy muy complicada después de que PDECat y ERC hayan dado un sonoro portazo a Pedro Sánchez tras conocer las peticiones de la fiscalía y la Abogacía del Estado en el juicio del 'procés'. Se aleja así la carambola presupuestaria a tres bandas (Estado, Generalitat y Ayuntamiento de Barcelona). Si los independentistas no aprueban las cuentas del Estado pactadas entre Pablo Iglesias y Sánchez, los 'comuns' tampoco podrían darles los votos necesarios para aprobar las de la Generalitat.

"Decir 'no' a aprobar los presupuestos del Estado estrecha el marco para aumentar el volumen total de gasto de la Generalitat. El camino es más estrecho, pero hay margen en función de la disposición que tenga", reflexiona David Cid. El diputado de Catalunya en Comú-Podem expresa su "estupefacción" al ver que desde el Govern "no respiran". "No nos han llamado aún y cada vez es más tarde", advierte. Cid explica que la única reunión formal tuvo lugar el 19 de septiembre y que todavía no han visto ningún documento. "Tendrían que haberlo presentado ya el 10 de octubre; es muy difícil que antes de final de enero se termine aprobando".

Los 'comuns' tienen muy claras cuáles son sus líneas rojas. Quieren un presupuesto ejecutable para todo el 2019, que no sirva para unos meses y luego convocar elecciones; unas cuentas que reviertan realmente los recortes de los últimos años; que planteen una reforma fiscal progresiva y ambiciosa; y corresponsabilidad con los municipios que han soportado estos años el cargo en muchos temas, por ejemplo la inversión en guarderías.

Partida para educación

En el apartado educativo, reclaman además una partida de 45 millones de euros para poder recuperar el antiguo modelo de financiación de 0 a 3 años, por el cual la Generalitat tendría que pagar un tercio del coste de la plaza mientras que la administración local y las familias sufragarían los otros dos tercios. Y también que se establezca un calendario de pago de las deudas a los ayuntamientos, acordado con ellos, para devolver los recursos que no se han aportado estos años (y teniendo en cuenta que hay varias sentencias judiciales que le obligan a hacerlo).

"Revertir los recortes en educación es muy importante. Pero dicen que no quieren ni oír hablar de deudas ni de los tercios. 45 millones anuales no es una cifra irrealizable si se aprueban los presupuestos del Estado. No vamos aceptar gestos simbólicos", avisa Cid, que señala que, si finalmente hay una negociación, serán tan ambiciosos como Pablo Iglesias con las cuentas estatales. "El acuerdo para los presupuestos del Estado es para marcar un cambio de tendencia y no tendría sentido que los de Catalunya estuvieran muy por debajo".

Aparte de esa partida de 45 millones de euros para guarderías también reclaman, por ejemplo, una aportación de 40 millones de euros para la financiación del transporte público en el Área Metropolitana de Barcelona. Una partida que permitiría poder congelar las tarifas, una cantidad de dinero que estaba contemplados en los Presupuestos Generales del Estado y que el 'no' de ERC y PDECat dejaría sin efecto.

Los "siete podios de la vergüenza"

El reto de las cuentas para los 'comuns' es conseguir sacar a Catalunya de lo que ellos denominan los "siete podios de la vergüenza": es la comunidad con más desahucios; donde el precio de las matrículas universitarias es más alto; con las listas de espera más largas en dependencia; donde más ha bajado el salario desde el 2010; está situada en la cola de la UE en inversión educativa; se está invirtiendo en sanidad un 27,5% menos que antes de la crisis; y más de un 30% de los jóvenes está en paro o tiene que ir al extranjero en busca de una vida mejor.

"Lo intentaremos hasta el final, no tiramos toalla ni con estas cuentas ni tampoco con las del Estado". Y recomiendan a ERC y el PDECat que hagan lo propio. "Sería una incongruencia que si tienen problemas financieros que les hacen recortar las ayudas a la vivienda rechacen unos presupuestos que permitirían mejorar la financiación", concluye Cid.