ENTREVISTA A LA PRESIDENTA DE LA ANC

Elisenda Paluzie: "Hay que crear las condiciones para evitar otro fracaso"

"La sentencia del 1-O puede ser una oportunidad para la república, pero tampoco puede ser una soga al cuello"

Júlia Regué

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Un año después del 1-O, la presidenta de la ANC, Elisenda Paluzie, desdeña por "irreal" cualquier negociación con el Estado e insta al Govern a que prepare las "condiciones" para "materializar la república" cuando se dé el anhelado "momentum".

A las puertas del 1-O. ¿Qué queda de aquel día?

Fue un antes y un después en el independentismo. Fue una victoria, un día en el que la ciudadanía de Catalunya ganó al Estado español. 

Pero no se implantó la república.

Es evidente que lo que vino después no fue una victoria porque no se hizo efectivo lo que fijaba la ley del referéndum. 

¿Por qué?

El Govern decidió que no se tenía suficiente fuerza. La calle estaba esperando. Al 27 de octubre se llega sin fuerza, se había perdido el 'momentum'. Esa voluntad, si se tenía, estaba en los primeros días, cuando teníamos la victoria moral y las imágenes de la violencia policial en la retina de la opinión pública internacional. Después, con el 155, tampoco hubo una operación de resistencia desde las instituciones.

El 'president' Quim Torra reivindica el "mandato del 1-O" pero no mueve ficha.

Hay más palabras que hechos. Está bien que no haga renuncias en el discurso, pero falta que las acompañe de definición de estrategia.

La ANC discutirá el 6 de octubre si da un ultimátum a Torra: o plan de gobierno para la república antes del 21-D o elecciones. ¿Cuál es su postura?

Hay muchos más documentos y, hasta que no los lea todos, no me manifestaré.

Preguntado de otra forma, ¿es partidaria de poner plazos para la independencia?

El plazo es muy claro: lo más pronto posible pero con un mínimo de garantías y sin ir de farol. Los plazos tienen que ser de cumplimiento de condiciones: que exista la convicción y se hayan trabajado los mínimos imprescindibles para salir con éxito. No podemos ir a un segundo fracaso. 

¿Cree que puede forjarse una estrategia unitaria?

Ha habido mucho desconcierto, pero es posible que empiece a haber elementos que indiquen que podría empezar a darse, aunque todo es muy embrionario. Tenemos que ser conscientes de que si en octubre no intentaron hacer efectiva la república es porque tenían una serie de debilidades que probablemente siguen existiendo. Se trata de abordarlas y de empezar a pensar cómo superarlas. 

¿Ve a JxCat y ERC en esta dirección?

Ha sido muy triste que hayan estado dos meses discutiendo sobre la suspensión de los diputados. No es muy buena señal que con una cosa tan faltada de base legal no haya habido voluntad de resistencia. Esperemos que el acuerdo signifique que hay un pequeño cambio de chip.

¿Cómo se materializa esta república analizando los costes de la vía unilateral?

Hay la tentación de decir que se intentó la vía unilateral y que fracasó, pero no es cierto. Se hizo un referéndum unilateral pero una independencia unilateral ni la intentamos. Es una vía difícil y dura, pero la han usado otros países. En una sociedad democrática han impuesto una autoridad y han empezado a funcionar como un Estado: controlando el territorio y recaudando impuestos directamente. 

¿Sin reconocimiento internacional?

Según la convención de Montevideo, no es una condición necesaria que el nuevo Estado sea reconocido.

¿Descarta entonces cualquier pacto?

Defiendo la vía unilateral pero, evidentemente, si en cualquier momento del camino apareciese la posibilidad de que se negociase y se pactase, siempre sería mejor y mucho más fácil. Pero en el contexto del Estado español es mucho más realista pensar que puedes seguir adelante con la vía unilateral que creer que llegará una vía negociada. 

¿Una sentencia condenatoria a los líderes del 'procés' es un 'momentum'?

La sentencia puede ser una oportunidad porque generará una indignación colectiva. Para aprovecharlo no hay que esperarla, hay que preparar las condiciones. Puede ser el 'momentum' pero no puede ser una soga al cuello. Empecemos a prepararnos. Si decides declarar la independencia, puedes tomar el control de las cárceles y abrirlas porque ya eres la autoridad en el territorio, esa justicia ya no te representa y les puedes liberar. 

¿Un 48% de apoyo es suficiente?

En el referéndum hubo un 43% de participación y un 90% de 'síes'. Eso es un 38% del censo electoral, superior al 37% que apoyó el Brexit y Gran Bretaña a lo mejor sale de la Unión Europea con menos apoyo que el que tuvo la independencia de Catalunya. Sí, es suficiente.

¿No ve necesario un segundo referéndum?

El referéndum ya lo hemos hecho. Aun así, si se ofreciese un referéndum de autodeterminación tutelado internacionalmente y con garantías sobre la independencia de Catalunya a 'sí' o 'no', estaríamos dispuestos a ello. Y que los partidos del 'no' también hagan campaña e intenten ganar con argumentos y votos. Siempre que les hemos puesto una urna delante han perdido y han rechazado intentar ganar la batalla democráticamente.

¿Pedirán la dimisión de Miquel Buch por el papel que están jugando los Mossos con el independentismo en las calles?

No nos gusta, la verdad. Hay una contradicción entre la retórica y la práctica. ¿Se está apelando continuamente a la gran movilización de la ciudadanía y se envía a los Mossos para pararla? Patina un poco. Estamos dando un margen pero es evidente que, si no se redirige, habrá un momento en que los posicionamientos públicos de la ANC serán más críticos. 

¿Qué opina del diálogo de la Generalitat con el Gobierno de Pedro Sánchez?

Es un diálogo que no va a ninguna parte pero es inteligente para el Gobierno de Sánchez porque tiene efecto en la opinión pública internacional. Es una operación de márketing inteligente. Mientras tanto vamos perdiendo unos años. Es contraproducente, pero entiendo que es complicado gestionarlo desde el Govern. Todas las ofertas envenenadas lo son.