DEBATE DE POLÍTICA GENERAL EN EL PARLAMENT

Puigdemont pacta el RUI con la CUP y estudia apoyar el referéndum acordado de los 'comuns'

El 'president' Carles Puigdemont, en el debate de política general en el Parlament.

El 'president' Carles Puigdemont, en el debate de política general en el Parlament. / periodico

F.MASREAL / R. PASCUAL / X.BARRENA / BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Es posible que este jueves Junts pel Sí pierda alguna votación de las resoluciones del debate de política general, sobre todo las que atañen a propuestas sociales de la oposición. Pero en el grueso del debate y en la cuestión soberanista, el Govern y el ‘president’, Carles Puigdemont, salen más que airosos de este segundo 'round' del curso parlamentario, tras la cuestión de confianza y antes de los presupuestos. Sin embargo, el frente del referéndum no puede exhibir total solidez.

Puigdemont ha logrado situarse en el centro del tablero presentando conjuntamente con la CUP la parte mas rupturista del plan independentista, al tiempo que ha negociado con el espacio que representan los ‘comuns’ de Catalunya Sí que es Pot lo referente a lo referente a la oferta al Estado de una consulta pactada. Los 'comuns' no han transaccionado con Junts pel Sí su propuesta, pero el grupo del Govern la podría votar a favor, dado que plantea volver a plantear al Estado iniciativas para hacer posible un referéndum, reclama que este tenga las "máximas garantías", busque el reconocimiento previo de la UE y la comunidad internacional y tenga "efectos políticos y jurídicos reales".

Con todo, la clave del debate consistía en ver si la CUP ponía las cosas fáciles al Govern, en cuanto a discurso y textos sometidos a votación. Y el caso es que, salvo sorpresas, Puigdemont ha logrado un tono muy constructivo y pactista de los ‘cupaires’, que han transaccionado varias de sus propuestas de resolución sobre el referéndum.

"COMO MUY TARDE, SEPTIEMBRE DEL 2017"

La propuesta de Junts pel Sí y la CUP afirma que la consulta tendría lugar "como muy tarde" en septiembre del 2017. Una fórmula que permitiría encuadrar tanto la voluntad expresada por Puigdemont en la cuestión de confianza, como la reclamación de la CUP de que se produzca en julio.

Además, se impulsará antes de final de año una comisión de seguimiento del control y la ejecución del referéndum. Todo ello con independencia de la posición (que se presume tajantemente negativa) que adopte el Estado ante la petición de pacto de la Generalitat.

¿QUIÉN MÁS TIENE MÁS PAGA?

En el anverso de este pactismo está la cuestión de la subida o no de impuestos, que ha dividido a Puigdemont y a los anticapitalistas, que reclaman aumentar la presión fiscal a quien tribute más de 60.000 euros por IRPF, así como recuperar los niveles del tripartito en cuanto al impuesto de sucesiones y plantear un impuesto a las grandes fortunas. El 'president', tras el 'no' rotundo de su antecesor, Artur Mas, no ha recogido este guante y le responde a la CUP que ya se “toca hueso” en cuanto a presión fiscal en Catalunya, y que al que hay que hacer pagar más es al Estado.

Además, Puigdemont sostiene que ya sucede que quien más tiene paga más. Esta discrepancia queda para el tercer ‘round’, el de los presupuestos. Y de momento, con las espadas en alto porque en su última intervención, el cupero Benet Salellas avisaba a Puigdemont de que los tramos altos del IRPF no pagan equitativamente. “No es cierto que quien más tiene más paga, quien menos tiene más paga y quien más tiene evade y defrauda”, resumía. Puigdemont había eludido el choque llevándolo al terreno del “expolio fiscal” del Estado con Catalunya.

Respecto a Catalunya Sí que es Pot, el jefe del Ejecutivo catalán ha logrado, gracias a un debate de guante blanco con los representantes de los ‘comuns’, acercar posiciones respecto a la parte que une a ambos grupos: defender como opción ideal un referéndum pactado con el Estado e impulsar un proceso constituyente con participación ciudadana. “Podemos estar de acuerdo sobre la vía de definir el futuro político de Catalunya porque las herramientas propias de un Estado las hemos de poder tener para hacer estas políticas. Queremos tener la oportunidad de hacerlo. Le agradezco que podamos avanzar en esta línea pese a las diferencias”, explicaba el ‘president’ a Albano Dante Fachin, portavoz de CSQP en este debate.

CRITERIOS DE VOTACION

Respecto al bloque de propuestas sociales de la oposición, el Govern ya ha avanzado que no piensa votar favorablemente las que generen un gasto social que, según la Generalitat, no es asumible en el actual contexto presupuestario. Puigdemont ha cifrado en más de 11.000 millones el gasto que sería necesario para cumplir con una de las exigencias de la oposición de izquierdas: equiparar el gasto social a la media de la UE. No obstante, no se descarta el apoyo del Junts pel Sí a algunas de estas propuestas para evitar perder ciertas votaciones.