Manuel Bustos: "En mi caso hay una intencionalidad política"

Manuel Bustos dimitió como alcalde de Sabadell en febrero del 2013, al ser vinculado con una trama de corrupción. Está apartado de la política y vive de sus sueldo de funcionario, aunque ahora está de baja.
 
–¿Sabía que lo estaban investigando antes de que se registrara el Ayuntamiento de Sabadell?

–Sí. Me hicieron llegar que incompresiblemente hacia tiempo los Mossos estaban escuchando mis conversaciones telefónicas y haciendo seguimientos. Al principio, no desconfié de ellos y al entonces responsable de la policía autonómica le pedí si podían hacer un barrido en mi casa [en busca de micrófonos] porque alguien me escuchaba.

–Cuando supo eso, ¿cambió su actitud al hablar por teléfono?

–En ocasiones me enfadaba. Porque cuando te escuchan se corta y notas que tu voz se repite. Alguna vez lancé un exabrupto. Era consciente de que me estaban escuchando, pero no imaginé nunca que con esas escuchas se pudiera construir un presunto delito.Tenía y tengo la conciencia muy tranquila.

–Se le situó como cabecilla de una trama de corrupción, pero no está imputado en la pieza principal sobre cohecho, ¿qué ha pasado?

–Grandes titulares de la corrupción urbanística y de cobro de comisiones, pero yo estoy imputado por unas multas que dicen que ordené retirar, porque en teoría no denuncié un presunto delito, por tráfico de influencias por hablar de gente de confianza en un ayuntamiento. Es decir, por unas cuestiones que no tienen nada que ver ni con dinero público ni con beneficio propio. No existe ni una sola evidencia de que yo haya participado en una adjudicación a cambio de nada. Actué para beneficiar a mi ciudad.

–¿Ha cobrado comisiones?

–Jamás. ¿Cree que con los titulares y con partidos políticos radicales que me han puesto el pie encima para ver si me podían hundir no habría salido ya? Lo intentaron. Fueron a ver a todo el mundo. Alguien dijo algo que hacía referencia a mí y me aguantaron las escuchas años para construir delitos y montar un gran escándalo que afectaba a un alcalde socialista. Soy el único político que los Mossos han investigado.

–Entonces, ¿qué hay detrás?

–No tengo duda. Hay una intencionalidad política. Si a la fiscalía y a la jueza les llega unos atestados de los Mossos construidos como si fuera un delincuente tienen la obligación de actuar. Pero estos relatos de los Mossos no se ajustan a la realidad y están claramente intencionados.

–¿A qué se debe?

–Supongo que necesitaban un socialista importante para compensar otras situaciones ocurridas en Catalunya. Para trasladar un discurso de que en todos los partidos hay problemas vinculados a la corrupción.

–¿Es un corrupto?

–No. Ahora bien, sí he sido vehemente, me he excedido en mis palabras, he faltado, incluso, al respecto. Y he sobreactuado para quedar bien con alguien, de acuerdo. Pero, ¿éso es delito?

–¿Cómo se comportó su partido, el PSC, tras estallar el caso?

–Tengo el apoyo de muchos de mis compañeros, pero otros me han decepcionado. Las personas que podían haberme presionado para que dimitiera, nunca lo hicieron. Lo hice porque era insostenible. Uno se siente cuando lo califican de corrupto y es inocente.