JxSí prevé que con la secesión las pensiones podrían mejorar

«¿Y la OTAN? «'Narinan, narinan, narinan...'», cantaba La Trinca. Trasladada la broma a la creación de la Seguridad Social catalana, una de las estructuras de Estado clave del independentismo, podría afirmarse que el Govern está yendo, está caminando, hacia la creación de la Agència Catalana de la Seguretat Social.

«Se está haciendo; antes de empezar a desarrollar la agencia de protección social habíamos trabajado en la Agència Tributària, que está más avanzada», afirmó este miércoles Artur Mas, quien añadió que varias 'conselleries' están en ello y los trabajos verán la luz tras el 27-S y se pondrán en marcha si vencen las fuerzas del 'sí'.

Esta estructura, necesaria para gestionar las pensiones desde Catalunya, debía estar lista el pasado julio, según había acordado CiU con sus socios de Esquerra Republicana en los presupuestos, y según una moción del Parlament que apoyó también la CUP. Ya en el pacto de legislatura de diciembre del 2012 firmado entre Mas y Junqueras figuraba crear esta estructura. Los republicanos han ido advirtiendo en diversos momentos de la legislatura de que el ritmo al que se movían los arquitectos para forjar este edificio no era el adecuado.

Un edificio sin duda de peso, dado que los informes del Consell Assessor per a la Transició Nacional ha calculado que costaría 130 millones de euros y serán necesarias 4.000 personas para cubrir la plantilla de la Seguridad Social catalana.

Queda también pendiente otra tarea largamente reclamada por las entidades sociales y prometida por varios 'consellers' del ramo: la unificación de todas las prestaciones sociales y laborales que dependen de la Generalitat. Sería el embrión de la Tesoreria General de la Seguretat Social.

MIEDO Y MENTIRAS

En todo caso, el mensaje de Junts pel Sí, con Artur Mas y los economistas Oriol Amat y Elisenda Paluzie, fue el de luchar contra lo que definieron como «la estrategia del miedo» y «las mentiras» que propagan que una Catalunya independiente no garantizaría las pensiones. Mas denunció una campaña «inmoral» porque afecta a un colectivo, el de los mayores, más vulnerable y sobre el que recae una parte de la estructura familiar.

Junts pel Sí sostuvo que no solo se podrían mantener las pensiones, sino que existen más y mejores mimbres que en el conjunto de Estado. Los estrategas de la coalición han detectado que esta cuestión es una de las que más dudas suscitan entre los indecisos, que interrogan a los candidatos soberanistas al respecto.

Por eso, Mas se arremangó y aseguró: «Podemos mejorar las pensiones, tendremos más gente que cotiza y cotizaciones más altas porque nuestros salarios son más altos, pero más bajos que en Austria y Dinamarca». Dicho lo cual, los escenarios posibles son dos. Uno, el proceso de independencia pactado con el Estado, en el que la Administración catalana debería reclamar 6.656 millones del fondo de reserva español de las pensiones, el 16% del total. El otro, el de la secesión sin acuerdo, obligaría a destinar parte del superávit que, según Junts pel Sí, tendría la Catalunya independiente a cubrir los 2.000 millones de déficit de la Seguridad Social. Paluzie aseguró rotundamente que habrá dinero suficiente.

Mas se revolvió contra la estrategia contraria a sus tesis. «Todos los que os dicen que las pensiones en Catalunya están en peligro, ¿cuántas explicaciones han dado? Todo es bla, bla, bla», dijo rotundamente en Badalona ante un auditorio mayoritariamente de personas mayores que aplaudieron su intervención.