CITA CON LAS URNAS

CiU y ERC hacen valer sus siglas en las candidaturas municipales

Varios fajos de papeletas en un colegio electoral de Barcelona, el día de las elecciones europeas del 2014.

Varios fajos de papeletas en un colegio electoral de Barcelona, el día de las elecciones europeas del 2014.

JOSE RICO / RAFA JULVE / BARCELONA

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Esconder la sigla durante la campaña o, al contrario, sacarle todo el brillo posible son recursos habituales de los partidos según su estado de salud electoral en cada cita con las urnas. Las candidaturas municipales para el 24-M en Catalunya han confirmado la efervescencia de las fuerzas independentistas y el reflujo de las opciones que no apuestan por la secesión. Incluso CiU, que ve con temor las predicciones de las encuestas, ha logrado casi igualar el récord de listas que batió en el 2011 sin recurrir a marcas blancas, y se mantiene como la fuerza con mayor número de candidaturas. Más fácil aún ha sido para la pujante ERC conformar listas. Con el proceso soberanista como catalizador, los republicanos se anotan un crecimiento sin precedentes y arrebatan la segunda plaza al PSC, aunque parte de su éxito se lo deben a los pactos que han sellado con las múltiples marcas escindidas, precisamente, de las filas socialistas.

Las 907 candidaturas que presenta CiU son apenas cuatro menos que en el 2011. Solo en 40 localidades no habrá papeleta de los nacionalistas. Entre ellas destaca Argentona, donde las discrepancias entre CDC y Unió han impedido consensuar la composición de la lista y al final CiU no concurrirá. El mismo tira y afloja ha estado a punto de romper la cuerda en localidades como Vic, pero al final los socios de federación concurrirán juntos en toda Catalunya. La dirección de la federación subraya como hecho diferencial su presencia «transversal» en todo el país, tanto en municipios grandes como en pequeños y medianos.

Con el viento a favor, ERC ha pulverizado su récord y concurrirá en el 75% de municipios. El objetivo de la dirección era rebasar el listón de las 700 candidaturas y lo han conseguido: 715 listas, lo que supone 127 más que las 588 que lograron en el 2011, cuando las urnas propinaron al partido una severa bofetada que le hizo desaparecer de muchas grandes ciudades. Un factor decisivo han sido las coaliciones: una de cada cuatro listas es fruto de una alianza con la diáspora socialista. Han cerrado 72 pactos con el Moviment d'Esquerres (MES) que comanda Jordi Martí, una treintena con Avancem, la plataforma de Joan Ignasi Elena, y media docena con el colectivo Socialisme, Catalunya i Llibertat, dirigido por el exdiputado del PSC Toni Comín.

TRINCHERA METROPOLITANA

Entre el soberanismo y las escisiones, en el PSC ya se esperaban el golpe se han llevado: 183 candidaturas menos que en el 2011. Los socialistas se presentarán en 528 municipios, el 55% del territorio, aunque en la dirección de Miquel Iceta prefieren subrayar que el 94% de los catalanes podrán votarles, al mantener su presencia más boyante en los grandes núcleos metropolitanos. La sigla PSC se verá poco y, como en elecciones anteriores, han creado una marca blanca, Candidatura de Progrés, que ha jubilado a la veterana Progrés Municipal, pero no ha evitado que el partido haya perdido un 30% de candidaturas en cada una de las cuatro demarcaciones.

El aliado tradicional del PSC en los ayuntamientos ha sido ICV-EUiA, pero el panorama puede cambiar tras el 24-M. Los ecosocialistas han mirado esta vez a su izquierda, apostando por una geometría variable de coaliciones, para no perder demasiado fuelle. Al final, 221 candidaturas, 21 menos que hace cuatro años. Una de cada cuatro listas es fruto de una «confluencia»: 20 con Podemos, 12 con Procés Constituent, 22 con MES, cuatro con Avancem, seis con ERC, dos con la CUP y tres con el PSC.

El PPC ha logrado salvar los trastos ante el tsunami del debate soberanista mejor que el PSC. Los populares, con 525 candidaturas, solo presentarán 15 menos que en la anterior convocatoria municipal. Aún así, tanto Alicia Sánchez-Camacho como otros dirigentes se han pasado semanas denunciando que en esta ocasión les ha costado mucho confeccionar las listas porque había personas, sobre todo de fuera del área de Barcelona, que se sentían coaccionadas por los independentistas. «Mucha gente nos ha asegurado que nos votará, pero ha rechazado concurrir bajo nuestras siglas porque tienen miedo de represalias», afirma un alto cargo.

OLA DE POPULARIDAD

Pero no es ese el único temor en el PPC. El auge fulgurante de Ciutadans también amenaza con disputarle muchos concejales a los conservadores. El partido de Albert Rivera, que actualmente solo cuenta con seis regidores en toda Catalunya, ha aprovechado la ola de popularidad de las últimas semanas para aumentar notablemente el número de candidaturas. Es la fuerza contraria a la independencia que registra el mayor incremento. Ha presentado 31 listas más que en los comicios locales del 2011. Sin embargo, pese a la expansión que le vaticinan las encuestas en el próximo ciclo electoral. A mediados de febrero aspiraban a superar la presencia en 120 localidades. Posteriormente redondearon el objetivo al centenar y finalmente se presentarán en 90 municipios.

La CUP es la fuerza que más crece en candidaturas proporcionalmente. Las 159 listas forjadas duplican de largo las 72 del 2011, y la marca se ha extendido por todo el territorio. En la primera corona metropolitana solo causa baja en cuatro municipios (Cornellà, Viladecans, Castelldefels y El Prat), y en zonas hasta ahora refractarias como el Pirineo y las Terres de l'Ebre habrá papeletas de la CUP.