VISITA A LAS INUNDACIONES

Sánchez vuelve a pisar el barro

El líder del PSOE regresa a la zona afectada por la crecida del Ebro para denunciar la «inacción» de Rajoy

En el terreno: Sánchez, ayer durante su visita a Boquiñeni.

En el terreno: Sánchez, ayer durante su visita a Boquiñeni.

JUAN RUIZ SIERRA
BOQUIÑENI (ZARAGOZA)

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Pedro Sánchez contempló ayer una vaca muerta. También escuchó una jota aragonesa y dio una rueda de prensa junto a un terreno inundado. El secretario general del PSOE se subió primero a un AVE desde Madrid a Zaragoza y después a un autobús que le desplazó hasta la localidad de Boquiñeni (952 habitantes), una de las más castigadas por la reciente crecida del Ebro, para celebrar en el modesto edificio de su ayuntamiento, junto a los principales dirigentes de su partido, un encuentro de la comisión permanente.

La cita solo se centró en las inundaciones, un fenómeno que el líder socialista ha agarrado con fuerza. Ve en él el ejemplo perfecto de la «inacción» del Gobierno y la presunta tendencia de su presidente, Mariano Rajoy, a vivir ajeno a la realidad de la calle. En menos de una semana, Sánchez ha visitado la zona en dos ocasiones. Primero, el martes pasado, para preguntarse qué «coño» tenía que «pasar» para que el jefe del Ejecutivo se decidiera a «pisar el barro». Según explicó días más tarde, la malsonante palabra, que pronunció en dos ocasiones, le salió del «corazón». Y después, ayer, para reunir a la cúpula del PSOE, seguir denunciando el «desinterés» del Gobierno, inspeccionar varios lugares afectados (entre otros, la granja con la vaca muerta), comparecer brevemente (solo aceptó cuatro preguntas) al lado de una superficie cubierta de agua y alterar la vida del pequeño pueblo de Boquiñeni, cuyos habitantes, que hace 10 días tuvieron que pasar un par de noches fuera de casa debido a las inundaciones, siguieron en todo momento la actividad del secretario general.

Cantada por una vecina de Boquiñani frente al edificio del consistorio, la jota le reclamaba que trajese «soluciones» y no «promesas incumplidas». Hubo aplausos.

«Queremos demostrar nuestra solidaridad -dijo Sánchez después, acompañado por los secretarios generales del PSOE en La Rioja, Aragón y Navarra, las autonomías más afectadas por las inundaciones-. La inacción del Gobierno y su descordinación ha provocado una catástrofe natural de magnitud incalculable».

El escepticismo

El escepticismoLos socialistas no critican las inundaciones, por supuesto, sino la «respuesta» que ha dado el Gobierno al fenómeno. Hasta el viernes, y pese a que la crecida ya llevaba varias semanas amenazando a los pueblos ribereños, el Consejo de Ministros no aprobó una ayuda de 105,7 millones de euros. Al secretario general del PSOE la cantidad, en principio, no le parece mal. Pero es escéptico. Recordó que algunos ganaderos y agricultores aún no han cobrado las indemnizaciones por la riada de hace un par de años.

Y cree también que el esfuerzo resulta insuficiente, que debería hacerse más. Entre otras medidas, propuso, a corto plazo, crear una comisión interministerial e interadministrativa, poner en marcha un plan de indemnizaciones (que por el momento no ha cuantificado), activar un programa de créditos y reparar las infraestructuras dañadas. Dado que considera que esta es una «cuestión de Estado», Sánchez llamará en los próximos días a Rajoy para pedirle que estudie con calma y asuma las iniciativas planteadas por el PSOE. El jefe de la oposición no tiene muchas esperanzas de convencer al presidente del Gobierno, pero insiste en que desplazamientos como el de ayer son «necesarios».Delia Carcás, vecina de Boquiñeni, le dio en parte la razón al secretario general. «Ya sabemos que es demagogia y politiqueo -dijo-. Pero al menos ellos se han acercado hasta aquí. Los demás no».