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El canal Segarra-Garrigues derrama riqueza en Sanaüja

Tramo del canal Segarra Garrigues en L'Aranyó, el martes pasado.

Tramo del canal Segarra Garrigues en L'Aranyó, el martes pasado.

ROSA MATAS
SANAÜJA

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Secarrales convertidos en campos fértiles con agua del canal Segarra-Garrigues. Las tierras de Sanaüja han disparado el precio de arrendamiento y cambiado los colores del paisaje agrario. Gracias al mejor suministro de agua, el maíz se abre paso entre las fincas de cebada y trigo y la cooperativa Fruits de Ponent de Alcarràs (Segrià) plantará manzanos en una finca experimental.

El alcalde de Sanaüja, Josep Condal, agricultor de profesión, reconoce que le tienta apostar por la manzana. «Lo tengo en mente. Con pocas hectáreas puedes sacarte un buen sueldo, como en Girona. Dios quiera que nos vaya tan bien», dice. Condal ya ha visto multiplicar la producción de las fincas en las que cultiva cereal. «Donde antes cogíamos 3.500 kilos de cebada ahora cosechamos entre 14.000 y 17.000 de maíz», afirma. También cultiva tierras de otros propietarios. El alquiler ha pasado de 150 a 1.000 euros por hectárea.

El maíz ha sido también el cultivo elegido por Ramon Codina en las 16 hectáreas que riega. Ha notado el cambio: «Hemos estado toda la vida con cereal de secano y ahora arrendar la tierra vale mucho más».

En la Segarra esperan agua Torrefeta i Florejacs, Els Plans de Sió, Granyanella y Montornès de Segarra. El regadío ha llegado solo a Sanaüja. El resto de municipios o están en la margen izquierda donde no han comenzado las obras, o en la Zona de Especial Protección para Aves (ZEPA) con restricciones de regadío. Para el presidente de la comunidad de regantes Josep Maria Jové, en Plans de Sió, calificado como ZEPA, regar será complicado a corto plazo porque hace falta un plan piloto con compensaciones para los agricultores que no se beneficiarán.

Sanaüja riega ya 300 hectáreas. Pero solo 18 propietarios, que suman un total de 86 hectáreas, consumen este agua. Cuatro explotaciones ganaderas también se abastecen del canal.

Ramon Fustegueres es uno de los ganaderos que aprovechan el agua  para los animales. «Tengo la granja de cerdos de engorde en la finca de maíz. Aprovecho el agua del canal para los animales y para sacar más rendimiento a la tierra», afirma.

ENSAYO CON LA MANZANA / Para el conseller de Agricultura, Josep Maria Pelegrí, el Segarra-Garrigues es una oportunidad para los cultivos y para dinamizar la comarca. «El proyecto piloto vinculado a la producción de manzana en media y alta montaña puede ser un ensayo muy importante para dinamizar el riego de esta zona», afirma Pelegrí, que vincula la ejecución del canal al ritmo de adhesión de regantes. «Este año, con 21,7 millones, continuaremos las obras para poner en riego 12.000 hectáreas, no todas de la Segarra», anuncia.

El canal principal del Segarra- Garrigues tiene un presupuesto de 444 millones. El Estado paga la mitad y el resto lo adelanta la Generalitat a cuenta de los regantes. Atraviesa 85 kilómetros, desde el pantano de Rialb a la presa de l'Albagès y pasa por las comarcas del Urgell, Pla d'Urgell, Segarra, Noguera, Garrigues y Segrià para regar 69.000 hectáreas, de las que unas 21.000 están en zonas ZEPA. También permitirá el abastecimiento de agua de boca, como pide la Segarra.

La Generalitat se encarga de la red de distribución, que cuesta 1.069 millones de euros, a través de infraestructuras.cat. Ha transformado en regadío 10.766 hectáreas y los propietarios de 5.700 ya han firmado los convenios de adhesión para regar.