Tribuna

Facerias, memoria de un guerrillero libertario

Un homenaje popular recordará esta tarde (a partir de las ocho) al guerrillero del maquis Josep Lluís Facerias en la encrucijada de Nou Barris (Barcelona) en la que fue abatido a tiros por la policía franquista hoy hace 55 años.

Josep Lluís Facerias, en París en 1952, con el hijo de un compañero.

Josep Lluís Facerias, en París en 1952, con el hijo de un compañero.

RICARD DE VARGAS GOLARONS

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Alas once de la mañana del 30 de agosto de 1957, el popular guerrillero anarquistaJosep Lluís Faceriasse había citado con un campesino de Pallejà en la confluencia de las calles de Urrutia y del Doctor Pi i Molist y el paseo de Verdum de Barcelona. Faceriasera un hombre extremadamente prudente, pero el campesino lo delató y, al llegar al cruce, fue abatido por la policía que rodeaba el lugar. Recibió nueve impactos mortales de bala.

Facerias, también conocido comoFaceoPetronio, fue uno de los guerrilleros o maquis más destacados de la guerrilla antifranquista en Catalunya. Por sus espectaculares acciones alcanzó la categoría de mito en la memoria popular junto conQuico Sabaté. Buena muestra de ello son los folletos anónimos que circularon durante la huelga de tranvías de Barcelona de febrero de 1951 con leyendas como estas:Contra el requeté, visca en SabatéyPer arreglar la vaga dels tramvies, que vingui en Facerias. Teóricos de la guerrilla sudamericana comoAbraham GuillényCarlos Marighellaconsideran que aquella guerrilla urbana catalana de los años 40 y 50 -que tan exhaustivamente ha descrito en sus librosAntoni Téllez Solà- es un precedente y un referente de los movimientos guerrilleros sudamericanos surgidos en los años 60 y 70, como los tupamaros uruguayos y los montoneros argentinos.

Josep Lluís Faceriasnació en 1920 en el Poble Sec y a los 16 años se afilió a la CNT y a las juventudes libertarias del barrio. Combatió en el frente durante la guerra y fue hecho prisionero en 1939. Aquel mismo año, su mujer y su hija, de apenas unos meses, fueron ametralladas por aviones nazis junto con una multitud de civiles que huían a Francia. Ambas murieron.

Faceriaspasó por varios campos de concentración y de trabajo hasta que, una vez puesto en libertad, en 1946, se integró en la resistencia libertaria. Primero, como organizador de las Joventuts Llibertàries de Catalunya; más tarde, participando en el Moviment de Resistència Llibertària, y finalmente, dirigiendo varios grupos de acción. Los primeros años de actividad clandestina los compatibilizó con un empleo de camarero en el restaurante La Rotonda, al pie del Tibidabo.

Era un hombre elegante, inteligente y audaz, un gran estratega que contó siempre con la confianza de sus compañeros. Fue conocido sobre todo por los atracos a bancos, empresas, joyerías propiedad de militantes franquistas y meublés de lujo de la parte alta de la ciudad. El dinero de estas acciones servía para mantener la infraestructura logística de la resistencia armada libertaria y, sobre todo, para ayudar a los presos políticos y a sus familias. También realizaba actos de sabotaje contra las fuerzas represivas del régimen y entre sus accciones más arriesgadas destaca el atentado contra el comisario en jefe de Barcelona, el brutalEduardo Quintela.

En 1957, el ya popular guerrillero tuvo la oportunidad de exiliarse a Brasil a través de las gestiones realizadas por el doctorJosep Pujol Grau, íntimo amigo suyo y médico de la resistencia. Sin embargo, decidió volver a Catalunya para continuar la lucha. Mientras existiera la dictadura franquista, no podía dejar de actuar y ayudar a mantener viva la autoestima y la esperanza del pueblo catalán. Como el resto de guerrilleros, vivió un revolución social y luchó toda la vida contra la injusticia y por la libertad.

Faceriasno es solo patrimonio de los libertarios, sino de quienes, con métodos adaptados a estos tiempos, luchan contra todo tipo de opresión y trabajan en pos de una sociedad más igualitaria asumiendo métodos antiautoritarios. Es vergonzoso, tanto para la memoria popular como para los más de 500 guerrilleros antifranquistas muertos en Catalunya, que el lugar donde mataron aJosep Lluís Faceriasesté señalado en una placa en el suelo que parece una tapa de cloaca, con una reseña de difícil lectura. No deja de ser un síntoma de cómo se ha tratado nuestra memoria histórica desde la transición hasta ahora.