CRISIS DIPLOMÁTICA CON MARRUECOS

Activistas marroquís retiran las pancartas de Melilla

Protesta en la frontera de Melilla

Protesta en la frontera de Melilla / periodico

MAYKA NAVARRO

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Los activistas marroquís han retirado esta tarde todas las pancartas críticas contra España que se colocaron en la denominada tierra de nadie situada en la frontera de Melilla y Marruecos. La retirada de las pancartas, que se ha producido sobre las 18.30 horas, supone la culminación del acuerdo alcanzado esta madrugada entre los activistas de la Coordinadora de la Sociedad Civil del Norte de Marruecos y la Asociación de Comerciantes del Rastro y barrios adyacentes para no proseguir con el bloqueo del tránsito de mercancías previsto hasta el domingo.

Las pancartas estaban amarradas a las vallas de la zona fronteriza junto a banderas marroquís, que se han dejado instaladas. De la veintena de pancartas, la mayoría estaban escritas en árabe excepto cinco, que tenían caracteres latinos y expresaban sus peticiones en español. Una de ellas escrita en español decía "Exigimos al Gobierno marroquí una respuesta contundente ante los procedimientos de discriminación racial" y otra advertía "No aceptamos más agresiones españolas discriminatorias".

"Mensaje clarísimo"

Los activistas de la Coordinadora de la Sociedad Civil del Norte de Marruecos dejan pues pasar los suministros a Melilla, después del acuerdo al que han llegado esta madrugada con la Asociación de Comerciantes del Rastro y barrios adyacentes. Uno de los líderes de los activistas y presidente de la Asociación Gran Rif de los Derechos Humanos, Said Chramti, ha informado de que las furgonetas y vehículos que pasan a diario cargadas de pescado, fruta y verdura lo están haciendo libres de carga desde primera hora de esta mañana.

Se trata, según Chramti, de un "mensaje clarísimo" hacia los responsables políticos de Melilla. "Ellos dicen que somos solo 20 merodeando por la frontera, pero nosotros somos políticos", ha dicho Chramti.

Sobre el acuerdo alcanzado esta madrugada, Chramti ha informado de que los responsables de la Coordinadora de la Sociedad Civil del Norte de Marruecos estuvieron reunidos con la Asociación de Comerciantes del Rastro, debido a la petición de esta para que retrasaran los bloqueos al menos hasta después del mes sagrado de Ramadán.

A la espera del encuentro entre los ministros de Interior

Chramti ha dicho que, debido a esta solicitud, y a la espera de ver cómo se desarrollan las reuniones de responsables del Ministerio del Interior en Rabat, la Coordinadora de la Sociedad Civil del Norte de Marruecos ha decidido reducir los bloqueos.

De este modo, queda cancelado el boicot al paso de camiones de material de construcción, cuyo inicio de anoche quedó pospuesto a hoy.

Igualmente, se ha anulado la huelga de 48 horas de las 2.000 mujeres marroquís que pasan a diario la frontera de Melilla para trabajar como asistentas de hogar en la ciudad autónoma.

"Racismo y colonialismo"

Anoche, una veintena de personas entre activistas, entusiastas camioneros ysecretasde la policía marroquí se concentraron frente a la valla española de la frontera melillense de Beni-Enzar para denunciar “el racismo y colonialismo” de la policía y las autoridades españolas e informaron de que a partir de las siete de la mañana no van a dejar pasar a ningún camión con alimentos hasta el domingo, impidiendo así el suministro de pescado, fruta, verdura y materiales de construcción hacia Melilla.

La protesta, seguida por medio centenar de periodistas, volvió a reunir todos los ingredientes de los sainetes a los que los activistas Said Chramti y Mounaib Chaouki nos han acostumbrado en los últimos días en la frontera. Esta vez no había jaima, ni sillas aterciopeladas ni alfombras, pero sí una hilera de sillas de plástico desde las que los “seguidores de la causa contra el racismo policial” pudieron seguir la parodia del bloqueo.

Al acto no acudieron más de una veintena de manifestantes, pero los líderes actuaron crecidos por la repercusión mediática. Chramti, con camisa amarilla y los ojos encendidos, reiteró que a partir de las siete de la mañana no pasará a Melilla ni un solo camión con víveres. Y las mujeres marroquís “esclavas de las españolas” no podrán acceder a trabajar a la ciudad autónoma.