El presidente exige apoyo para su política penitenciaria

José Luis Rodríguez Zapatero defendió ayer la estrategia penitenciaria de su Gabinete que, en los últimos meses, ha trasladado a cárceles de Euskadi a presos veteranos de ETA como Idoia López Riaño, aliasla Tigresa.En una rueda de prensa de fin de curso en el palacio de la Moncloa, el presidente reclamó el respaldo de los partidos –en clara referencia al PP– para que no se vuelva a llevar un asunto tan delicado a la arena política. De hecho, el jefe del Ejecutivo celebró la unidad que los conservadores han propiciado en los dos últimos años de lucha antiterrorista, un consenso que ha ayudado, a su juicio, a los «éxitos» en la batalla contra la banda.

Zapatero explicó que el traslado de presos veteranos a prisiones ubicadas en el País Vasco –una herramienta que el Ejecutivo utiliza para premiar a aquellos reclusos que muestran su rechazo a la violencia– responde a la misma política penitenciaria que se aplica en España «desde hace años» y que tiene como único objetivo «acabar con ETA».

INFORMACIÓN A TRILLO / El presidente quiso subrayar que esas decisiones se toman «con el conocimiento de quien tiene que tener conocimiento». De nuevo aludía sin citarlo al PP, dado que el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, suele mantener informado de las decisiones más importantes en la lucha antiterrorista al interlocutor elegido por los populares, en este caso, el portavoz de Justicia, Federico Trillo.

No obstante, la existencia de ese canal de comunicación no ha evitado que, en las últimas horas, varios dirigentes conservadores, incluido Mariano Rajoy, hayan exigido explicaciones sobre los movimientos de etarras presos y supuestamente arrepentidos. Ayer mismo, el líder de los populares instó a Zapatero a explicar «en convocatoria pública» qué traslados están haciendo y el porqué. Con esas declaraciones, Rajoy hizo un guiño a la Asociación de Víctimas de Terrorismo (AVT), que, pese a haber mantenido una buena relación con el Gobierno en lo que va de legislatura, lleva días haciendo gala de su enojo por los acercamientos de etarras y solicitando a Interior que, de una vez por todas, se hagan públicos los documentos que hipotéticamente firman los terroristas que deciden abandonar la violencia. Desde el ministerio se alega que eso no sería legal. Sin embargo, el PP no descarta reclamar en el Congreso que se facilite más información al respecto a los colectivos de víctimas.

QUE ETA NO ESPERE NADA / En este contexto, Zapatero se sintió obligado a hacer un llamamiento a la unidad frente a ETA. «Lo que pido, como presidente del Gobierno, es que no volvamos a abrir ese tema en el debate político. Llevamos una temporada muy positiva y eso ha ayudado a los éxitos en la lucha contra ETA», reflexionó. Y destacó el fracasado proceso de paz que él mismo impulsó en la pasada legislatura como un instrumento que «aceleró las condiciones» para derrotar a los terroristas.

A continuación, aprovechó la ocasión para enviar un mensaje a la banda, que hoy precisamente cumple 51 años. «ETA solo tiene un destino y es dejar las armas. Que no espere nada a cambio», declaró. También tuvo palabras para Batasuna, empeñada en abrir un proceso en Euskadi: Zapatero advirtió a sus responsables de que no participarán en las municipales si no condenan la violencia. Y si alguno de sus miembros logra colarse en las instituciones, el presidente recordó que la nueva ley electoral se aplicará para conseguir su inmediata expulsión.