Zapatero admite que al Gobierno «le encantaría» un pacto estable con el PNV

El presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, lanzó ayer algo más que un guiño al portavoz del PNV, Josu Erkoreka, al admitir sin reparo que al Ejecutivo «le encantaría tener un acuerdo estable» con los seis diputados del grupo nacionalista vasco que le permitiese contar con el apoyo de la mayoría absoluta de la Cámara baja en lugar de tener que optar por la «geometría variable» en cada votación. «Usted lo sabe muy bien, pero la voluntad es cosa de dos», señaló Zapatero dirigiéndose a Erkoreka.

El líder del PSOE expresó ese deseo después de que el portavoz del PNV le reprochase precisamente su recurso permanente a la «geometría variable» para sacar adelante los proyectos de ley con el apoyo de la izquierda o de la derecha según convenga. Zapatero afirmó que en su caso la geometría variable «no es traición, sino obligación, y no es deslealtad, sino falta de profundidad en el amor», y recordó que para pactar hace falta «una voluntad compartida». «A no ser –añadió– que considere que el Gobierno puede dictar por decreto la estabilidad con el PNV. Y no le oculto que no me importaría».

Ante la dificultad extrema para recabar otros apoyos, el PNV se ha convertido para el Gobierno en el socio preferente para intentar sacar adelante en otoño la ley de los presupuestos generales para el 2011. Muy consciente de ello, Zapatero elogió en diversas ocasiones la actitud de responsabilidad de los nacionalistas vascos. Erkoreka se dejó cortejar, pero sin ahorrarse las críticas de grueso calibre a la gestión del Gobierno. El portavoz peneuvista apuntó que el proyecto político de Zapatero «se ha desplomado», pero aun así se mostró abierto al diálogo y dispuesto a establecer nuevos pactos.

ESPAÑA PLURAL Y SOCIAL / Erkoreka se refirió a los dos pilares básicos del programa político del Ejecutivo –«la España plural y la España social»– para lamentar que ambos, en su opinión, estén hoy «hechos unos zorros». La España plural, dijo, «se estrelló» contra la multitudinaria manifestación celebrada el sábado en Barcelona y la España social «se estrellará» en la próxima huelga general de septiembre. A pesar de esta situación y del descontento del PNV con el incumplimiento de los compromisos adquiridos con los nacionalistas vascos, según Erkoreka, su grupo está dispuesto a dialogar y, «si es posible, a pactar», porque, ante todo, es consciente de la gravedad de la situación económica.