Limón & Vinagre
Josep Cuní

Josep Cuní

Periodista.

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Àngel Simón: sin que se note el cuidado

Su capacidad de gestión le lleva ahora a ejercer de consejero delegado de Criteria (La Caixa), dejando atrás una ingente aportación en la mejora de la gestión del agua

Àngel Simòn

Àngel Simòn

Las sequías son cíclicas y de ellas hablan la historia y la religión. Para la Biblia eran advertencias de la furia divina y los castigos que pueden infligirse a los infieles. De ahí la tradición de peregrinaciones, rogativas y súplicas para que el cielo bendiga a la tierra con el líquido maná a cambio del oportuno arrepentimiento. Mientras dura, tal puede llegar a ser la impotencia que incluso un agnóstico acaba agarrándose al clavo ardiente de la fe. No sea que se obre el milagro. Lo demostró Francesc Baltasar, conseller de Medi Ambient del tripartit con su visita a Montserrat. Fue en 2008, durante la plaga anterior de la que poco hemos aprendido. 

El riesgo de abrir el grifo y que no salga agua es uno de los temores que más inquieta a la población. Lo saben bien quienes periódicamente dependen de camiones cisterna para su abastecimiento cotidiano. Quizás por esto la concienciación de ahorro hídrico es una de las primeras medidas que se toman, antes incluso de que las emergencias obliguen a ello. Casi seis millones de catalanes hemos entrado ya en esta etapa. Mientras, las discusiones técnicas acerca de qué hacer reproducen las del pasado. Y si entonces se hablaba del trasvase temporal del Segre al Llobregat, hoy se insiste en el del Ebro de Tarragona a Barcelona, aunque el tema se considere tabú por temores electorales y el Govern de la Generalitat se resista a abordarlo prefiriendo que el ministerio envíe barcos con agua desalinizada. 

La batalla del agua es otro clásico y los efectos del cambio climático la reactivan. Puede enfrentar a vecinos y provincias, comunidades y estados, como demuestran manifestaciones y guerras. La política de la provocación sabe jugar su papel en esos casos y la del idealismo proponer alternativas tan buenistas que, a veces, suenan a ilusas. Por eso es conveniente que haya un árbitro que dirima las diferencias y juegue un papel centralizador para evitar males mayores. Un técnico que entienda las posiciones enfrentadas pero que sepa imponer un criterio central que dependa mucho más del conocimiento y la experiencia que de los típicos bandazos, fruto de prejuicios y temores. La relación público-privado pasa por ahí y sus resultados están a la vista en esta y otras colaboraciones.

Àngel Simón Grimaldos (Manresa, 9 de noviembre de 1957) ha demostrado ampliamente esta pericia al frente de Agbar (Aigües de Barcelona), el conglomerado empresarial que ha capitaneado y que se encarga del adecuado suministro a muchos municipios de España, Europa e Hispanoamérica. Su capacidad de gestión le lleva ahora a ejercer de consejero delegado de Criteria (La Caixa), dejando atrás una ingente aportación en la mejora de la gestión del agua. 

Como buen ingeniero especializado, Simón ha sabido resolver diversos contenciosos a todos los niveles saliendo airoso de ellos y demostrando que ese bien natural pero escaso necesita de la observación, el cuidado y la inversión imprescindibles para superar los ciclos negativos, haciendo llegar silentemente a cada domicilio un elemento indispensable para la vida. Y conseguir que casi nadie, cuando llena un vaso, se pregunte cuánto esfuerzo queda atrás. Y hacer observar que la aportación principal de la factura que pagamos no es para sufragar el resultado de esta dedicación sino para abonar impuestos y tasas de los que poco se habla y menos se cuestionan.

Suscríbete para seguir leyendo