TV3, ¿'la teva'?

'TV3. La teva'. Seguramente, el mejor y peor lema de la historia. En su momento, hace ya 40 años, realmente el lema funcionó a la perfección para los catalanoparlantes. En casa estábamos emocionados viendo a Joan Pera dando la bienvenida a una tele que hablaba nuestra lengua. Luego vinieron otras sorpresas, que aparte de la lengua, son muy nuestras. La primera serie de ficción situada en el nuevo barrio de 'Poble Nou', el humor tan catalán y provocador del gran Mikimoto, nuestro Barça con el grandioso Quim Maria Puyal, las tardes de sofá y cero corazón con la mítica Mari Pau Huguet. Podría llenar toda la columna de programas de televisión de TV3 que han marcado historia, pero no tengo todo el periódico para mí.

Pasaron los años y algunas personas consideran que TV3 ya no es 'la seva'. La polarización del mundo y de nuestro país ha llegado a nuestra televisión. Nuestra TV3 ha evolucionado, ha mutado y ha cambiado. Podríamos decir que se ha deconstruido. Algunos ya no la consideran 'la seva' y se tiran de los pelos por no haber sido invitados a la gala de celebración de los 40 años. Pilar Rahola, El Tricicle o Josep Maria Mainat lo han dejado claro en sus redes sociales. Otros, como la Lloll o Mikimoto, no han dicho ni mu, pero seguro que se atragantaron al ver a Buenafuente hablando en castellano con los Estopa. Aunque a mí me emocionó la llegada de TV3 a mi tierra y eché de menos un millón de cosas en la gala de los cuarenta años, reconozco que me siento más a gusto con esta tele de ahora. Un poquito más abierta, un poquito más bilingüe, un poquito menos encorsetada. Echo de menos, eso sí, un poquito más de ficción. Ahora mismo solo tenemos, en horario fijo, la serie del mediodía 'Com si fos ahir'. La ficción es importante. Dice mucho de nosotras, de nuestra cultura y de nuestra vida. Está muy bien ver 'El paradís de les senyores' o 'Borgen' pero, qué quieren que les diga, hubo un tiempo en que nuestras series eran muchas y eran pioneras. Por no hablar del trabajo que, como tele pública, tendríamos que ofrecer a nuestros guionistas, actores y artistas catalanes, que tienen que emigrar a Madrid para poder trabajar. O espabilamos o tendremos que suplicar a Joel Joan que vuelva con un 'spin off' de 'Plats bruts'.

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