Pandemias: es hora de actuar ya

El 1 de enero de hace cuatro años China reportó 27 casos de neumonía de origen desconocido. Tres días después daba la alerta con 571 casos. El 30 de enero la OMS declaraba la emergencia internacional, y el 14 de febrero el Estado español imponía la situación de alerta. Posteriormente, siete oleadas pandémicas y 2,7 millones de casos y 27.000 muertes en Catalunya, aproximadamente. Hoy, la covid-19 todavía no ha desaparecido y se está reavivando, gracias a dos variantes, EG.5, conocida como Eris, y BA.23.56, llamada Pirola, presentes desde el verano en Catalunya, y la aparición de una nueva variante de interés, la JN.1. Además, en nuestro país, las cifras de vacunación son más bajas que antes, con el impacto con la inmunidad comunitaria que esto puede representar.

En este contexto se ha publicado el informe 'EVALUACOVID-19. Evaluación del desempeño del Sistema Nacional de Salud español frente a la pandemia del Covid 19. Lecciones de y para una pandemia', con el objetivo de ofrecer información útil que oriente la toma de decisiones para fortalecer y cohesionar el SNS y hacerlo lo más resiliente frente a futuras amenazas pandémicas. Algo que se aborda en 12 medidas claves, que se plasman en 72 acciones.

No hay nada especialmente nuevo en el informe, pero siempre es importante recordar que tenemos deberes que hacer.

El primer y principal razonamiento es que todo lo que ocurrió fue consecuencia de problemas preexistentes en nuestro sistema sanitario. Nos recuerdan la inexistencia de protocolos previos; las fallas de coordinación en todos los niveles; los errores de comunicación; la falta de reservas estratégicas de materiales e instrumentos; la carencia de buenos sistemas de información y de alerta coordinados; la falta de recursos diagnósticos; las carencias legislativas, que provocaron un caos judicial, con sentencias; el desconocimiento del ámbito residencial y social y, esencial, la carencia de recursos humanos, tanto cuantitativa como cualitativamente, especialmente en los campos de la salud pública y la atención primaria y, también, en el sector residencial social. De todo esto ya hemos hablado, y bastante. Curiosamente, el tema que prácticamente no se menciona es de la manipulación política, que tuvo bastante que ver con la confusión generada en determinados momentos de la pandemia. En el plano positivo, el reconocimiento al trabajo y capacidad de autoorganización de los profesionales y el acierto de una campaña inicial de vacunación que es reconocida como de las mejores planteadas.

Está claro que, cuanto más precozmente se actúe, mejor será el resultado. Hay que ser capaces de reconocer la existencia de la pandemia, aunque se nos pueda acusar de alarmistas, y de detectar rápidamente la existencia de casos, la detección de contactos y, si es necesario, su aislamiento y la puesta en marcha de cuarentenas y confinamientos si es necesario. Sí, el confinamiento provocó problemas pero, en una situación de desconocimiento de lo que ocurría, y sin vacunas ni tratamientos farmacológicos efectivos, el confinamiento salvó un montón de vidas.

El día 27 de diciembre se ha celebrado el Día Mundial de la Preparación frente a las Epidemias, organizado por la ONU desde el año 2020, en plena pandemia. Hay que recordar las palabras del Director de la OMS: "Una epidemia devastadora puede empezar en cualquier país, en cualquier momento y matar a millones de personas, porque no estamos preparados".

La cuestión clave es, ¿ahora y aquí, ya estamos preparados con todo lo que ha pasado y con lo que deberíamos haber aprendido?

La respuesta es NO. Se han hecho cosas, por supuesto que sí, pero necesitamos tener una verdadera capacidad de previsión, detección y respuesta, y esto requiere un buen sistema de vigilancia, no solo respecto de la salud humana, sino también respecto de la salud animal y la ambiental, la estrategia de Una Sola Salud, y eso significa buenos sistemas de información interconectados. También significa herramientas, legales y de gestión, listas y consolidadas. Por cierto, en Catalunya, todavía no tenemos desarrollada la Agència de Salut Pública de Catalunya. Y, por encima de todo, son necesarios recursos humanos, profesionales suficientes y preparados en la salud pública, en la atención primaria y en el sector residencial social. Y, por último, rendir cuentas públicas periódicamente sobre lo que se ha hecho para prepararnos y lo que falta por hacer.

Es la hora de actuar, ya.